Herta Müller: La patria de las palabras

19 de junio de 2012 4 Comments

El próximo martes 26 de junio, a las 19.30h, el CCCB acogerá el acto “La lengua como patria” en el cual hablará la escritora Herta Müller, premiada con el Nobel de Literatura el año 2009. Esta conferencia, coorganizada con el Instituto Goethe, es una ocasional excepcional para conocer esta escritora de singular trayectoria biográfica y autora de una obra extensa y punzante, que refleja el drama humano de algunos de los episodios más duros de la reciente historia europea.

Imatge de Herta Müller (Copyright Paul Esser)

Nacida en Rumanía, pero dentro de una familia de minoría alemana de la región del Banat, Herta Müller vivió su juventud bajo el régimen dictatorial de Nicolae Ceaușescu, hasta que en los años ochenta decidió exiliarse a Berlín. Su obra, escrita en su lengua materna alemana, está marcada por el sentimiento de exilio permanente, primero en una tierra donde su minoría había sido fuertemente perseguida, y después por el exilio real, huyendo de una dictadura que estaba anihilando físicamente y moralmente el país y su población. Así es como para Müller la lengua acaba siendo la única patria que realmente conoce, una patria que sin embargo es frágil y que, algún día, también puede acabar fallando.

Nos complace ofreceros a continuación, como anticipación de su intervención del próximo martes, el ensayo“¿Es la lengua nuestra patria? Hablar es un hilo que hay que anudar una y otra vez”, escrito especialmente con motivo del 60 aniversario del Instituto Goethe y que aquí podemos disfrutar con una traducción al castellano de la ensayista y traductora Rosa Sala Rose:

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¿Quién decide? Neurociencia y libertad

7 de junio de 2012 7 Comments

«La vida diaria plantea el siguiente enigma: todos nos sentimos agentes conscientes, todos nos sentimos como una unidad consciente, capaces de actuar con determinación y libres de tomar decisiones de casi cualquier tipo. Al mismo tiempo, todo el mundo comprende que somos máquinas, aunque máquinas biológicas, y que las leyes físicas del universo son aplicables a ambos tipos de máquinas, tanto a las artificiales como a las humanas. ¿Ambos tipos de máquinas están completamente determinados, tal como decía Einstein, que no creía en el libre albedrío, o tenemos libertad de elegir lo que deseamos?»

Som diferents d'una màquina? "Metropolis" de Fritz Lang

Así arranca el último libro de Michael S. Gazzaniga, ¿Quién manda aquí? El libre albedrío y la ciencia del cerebro (Paidós 2012), que presentaremos el próximo lunes 11 de junio, a las 19.30 h en la última sesión del ciclo «En los orígenes de la mente humana». Gazzaniga abordará en su intervención una de las cuestiones más polémicas hoy en el mundo de la neurociencia: el de la libertad de acción, entendida como libre albedrío. Es evidente que este debate no nace con la neurociencia, sino que tiene ya una larga trayectoria tanto en el campo científico como en el de la filosofía. Hoy, la neurociencia, con su investigación sobre el funcionamiento de mente consciente, está abriendo nuevas fronteras en este debate y ha puesto de nuevo en primera línea la reflexión acerca del determinismo biológico del comportamiento humano.

Si mente y cerebro son inseparables (cosa que ya hemos visto en las conferencias anteriores del ciclo), si la conciencia es una función, un producto, de la actividad cerebral, entonces es lógico plantear que todo comportamiento humano está en realidad supeditado a un órgano, el cerebro, que trabaja en un 90% de forma inconsciente. Entonces, ¿cómo hablar de libertad? ¿Cuál es realmente el motor de nuestras acciones?

Michael S. Gazzaniga

Michael S. Gazzaniga, uno de los referentes mundiales de la neurociencia y a menudo denominado el padre de la neurociencia cognitiva, entra de lleno en este debate y rompe una lanza en favor de que, pese al determinismo de nuestra biología, sí nos queda espacio para el libre albedrío. Gazzaniga reconoce que hoy en día, a pesar del extraordinario conocimiento adquirido por los neurocientíficos sobre los mecanismos de la mente, aún no se ha descubierto nada que repercuta específicamente sobre la responsabilidad, uno de los valores más importantes de la vida humana. Pero defiende que no es solo el cerebro quien condiciona la mente, sino también al revés, la mente limita y conduce a nuestro cerebro (como él dice, de la misma forma en que la circulación de los coches genera un tráfico que acaba limitando los propios coches que lo han provocado). Y es ahí donde, según Gazzaniga, se halla la posibilidad de reconocer la libertad y la responsabilidad que tenemos sobre nuestras acciones.

El debate está abierto. Os esperamos para hablar de ello con Michael S. Gazzaniga el próximo lunes 11 de junio, a las 19.30 h.

Podéis encontrar más información sobre este debate en el blog del CCCBLab.

La recompensa

6 de junio de 2012 No Comments

Ha sido un regalo. Una sorpresa que no podríamos haber imaginado cuando iniciamos el proyecto AlzheimArt.

Los usuarios del Centro de día “Jardinets” de L’Hospitalet de Llobregat, especializado en la atención de enfermos de Alzheimer, han visitado el CCCB un par de veces para seguir nuestro programa cultural dirigido a los afectados por la enfermedad.

El equipo de AlzheimArt durante la visita a la exposición de Brangulí

© CCCB, Irene Ruiz Auret, 2011

En la primera ocasión realizaron la visita a la exposición dedicada al fotógrafo Brangulí. Un segundo lunes, participaron en la actividad ¡Vamos al cine! Esta última vez y de forma espontánea, surgió la idea de invitar al equipo que integramos AlzheimArt para devolverles la visita a “su casa”.

Y así fue: el martes 22 de mayo, a las 15.30 h, el local de la calle Tarragona número 17 de L’Hospitalet de Llobregat se engalanó para recibirnos. Sus inquilinos también: flores en la solapa, ellas; pajaritas en el cuello, ellos.

Veintiséis pacientes y todo el personal del centro “Jardinets” nos esperaban con los brazos abiertos. Habían convertido el comedor en un auditorio con todo lujo de detalles. Y el director de orquesta, Jesús, guitarra en mano, tenía a sus cantores a punto para el gran concierto.

Interpretaron “Yo vendo unos ojos negros”, la habanera “El meu avi”, el tema de Julio Iglesias “La vida sigue igual”, “Mi casita de papel”… Estuvieron impecables: afinados, rítmicos, letras bien recitadas. Pero sobre todo, se les veía felices y orgullosos, con aire de profesionales.

Nosotros estábamos convencidos de que aquella era una clase de música, como tantas otras que hacen durante la semana, abierta a nosotros tres. PERO RESULTÓ SER QUE NO. El centro había organizado aquella velada única y exclusivamente para nosotros. Las clases de Jesús se habían puesto en marcha solo para aquella sonada (nunca mejor dicho) ocasión.

Salimos chocados de la torreta luminosa de L’Hospitalet. El regalo ha sido impagable para nosotros y ellos han ganado unas sesiones de musicoterapia a las que ya no renunciarán nunca más.

Esta es la recompensa del programa AlzheimArt.

Humanos: ¿animales empáticos?

31 de mayo de 2012 4 Comments

En la última sesión del debate «En los orígenes de la mente humana», Kathinka Evers planteó que para entender el surgimiento de conductas y juicios morales en los seres humanos es imprescindible tener presente la importancia de las emociones en la configuración de la conciencia. Las emociones modelan nuestro cerebro y son el origen de nuestra subjetividad, es decir, de nuestra conciencia como individuos. En palabras de Evers, «las emociones nos distinguen de una máquina».

Hoy, los descubrimientos neurocientíficos han permitido saber que la conformación de nuestras emociones es un hecho que está determinado por lo que hacemos, pero también por lo que observamos en las personas que nos rodean. Un niño aprende cuando se hace daño, pero también aprende cuando ve que otra persona se hace daño. Somos seres sociales y empáticos, crecemos y vivimos con otras personas, y esta interrelación es la que nos permite desarrollarnos como individuos. Sin capacidad de empatía, es decir, sin capacidad para entender y participar de las emociones de los demás, nuestro propio crecimiento emocional fracasaría.

Francisco Rubia

Francisco Rubia, nuestro próximo invitado en este ciclo de conferencias, nos hablará justamente de las bases neurológicas de la empatía. En su conferencia nos presentará uno de los descubrimientos cruciales en la investigación neurocientífica de las últimas décadas: las neuronas espejo. A principios de los años noventa, el equipo del neurocientífico Giacomo Rizzolati descubrió que había un grupo de neuronas que se activaban no solo cuando una persona realizaba una acción, sino también cuando esa persona veía a otra realizando la misma acción. Es decir, las neuronas espejo (o las neuronas de la empatía, como las llama el neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran), reflejan en nuestro cerebro las actividades de los demás individuos.

Lo más interesante es que estas neuronas, al reflejar las acciones de los demás, son también el origen de que podamos entender el significado de estas acciones. Gracias a las neuronas espejo, entendemos lo que hacen los demás, desde un punto de vista motor, pero también intelectual y emocional. La importancia de este descubrimiento ha sido resumida por Ramachandran de esta forma: «Si la observación de una acción llevada a cabo por otro individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la misma acción, estaríamos ante una suerte de “lectura de la mente”. Incluso el rasgo que constituye la quintaesencia de lo humano, nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas espejo.»

La danse, de Henri Matisse

Esta capacidad, según la investigación más reciente, también habría hecho posible el surgimiento del lenguaje, que primero se desarrolló de forma gestual y después se convirtió en lengua hablada. Así pues, la evolución en nuestro cerebro de las neuronas espejo habría sido el elemento clave que nos habría permitido entender a las personas de nuestro entorno, aprender de sus acciones, empatizar con ellas y, por último, poder comunicarnos con ellas. Así pues, ¿estamos delante de lo que nos ha convertido en humanos?

"La danse" d'Henri Matisse

Os esperamos el próximo martes 5 de junio, a las 19.30 h, para hablar de ello con Francisco Rubia. Podéis encontrar más información sobre este debate en el blog del CCCBLab.

Abraham B. Yehoshua: el novelista como ciudadano

29 de mayo de 2012 No Comments

Por Ana Bejarano*

Abraham B. Yehoshua, dibujo de Larry Yuma

Abraham B. Yehoshua, figura central de la literatura israelí, nace en Jerusalén en 1936 como miembro de la quinta generación de una familia sefardí residente en la ciudad santa. Ese hecho marca, en parte, su obra y lo diferencia de la mayoría de los autores israelíes que ocupan el centro del canon literario, prácticamente todos ellos de origen asquenazí. Su condición de “hijo de la tierra” le ha llevado, por ejemplo, a la creación de unos personajes árabes que han modificado en muchos lectores israelíes su visión de ese “otro” con el que conviven día a día, demostrándose así nuevamente cómo la ficción puede sacar a la luz situaciones complejas y proponer opciones que en la vida diaria pasan desapercibidas.

Yehoshua es además de escritor, una figura política que gusta de dar su opinión sobre la situación en Oriente Medio y la realidad de los judíos en el mundo actual, siendo el tema de la identidad uno de sus motivos centrales. La novela que en esta ocasión viene a presentar a Barcelona, El cantar del fuego (Duomo Ediciones), es un libro con un profundo mensaje político disfrazado de historia íntima y familiar.

Bajo la escritura del detalle a la Faulkner, subyacen muchos de los grandes temas que preocupan al israelí de hoy: el deseo de olvidar frente al deber de recordar, la destrucción del mito del israelí guerrero personificada aquí en el soldado caído por fuego amigo, el miedo a la posible desaparición física del Estado de Israel, la tensión entre Oriente y Occidente en el mismo seno de sus habitantes, la relación del israelí con el judío de la diáspora, la israelidad como un mosaico que además de judaísmo incluye arabidad, la cuestión de los trabajadores subsaharianos, rumanos, filipinos y tailandeses, la dicotomía Tel Aviv (ciudad moderna, cosmopolita y rebosante de vida) versus Jerusalén (“triste ciudad” paralizada por el peso de la Historia), los padres que han perdido a su hijo, y todo ello acompañado del incesante eco de la Biblia, tan presente en los nombres programáticos de los personajes, en sus acciones y sobre todo como motor ineludible de sus destinos.

Alguien dijo una vez que los israelíes tienen mucha suerte de que sus clásicos vivan entre ellos. El día 4 a las 19:30 vamos a poder compartir esa suerte y disfrutar de uno de los grandes clásicos de la literatura hebrea en el CCCB.

* Ana Bejarano es profesora titular de la sección de Hebreo y Arameo del Departamento de Filología Semítica de la Universidad de Barcelona. Ha traducido del hebreo más de 40 obras, entre ellas El cantar del fuego, de Abraham B. Yehoshua, que acaba de publicar Duomo Ediciones.