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Qué preparamos en el CCCB para 2017: avance de la programación

20 de diciembre de 2016 No Comments

Llega un nuevo año y es el momento de presentaros qué se está cocinando en el Centre de Cultura Contemporània, en qué estamos trabajando los diferentes equipos de programación y cuáles son los temas y los protagonistas de los debates, el cine, las proyecciones audiovisuales, las exposiciones y los festivales de 2017.

Nos espera una nueva temporada de actividades marcada por una idea central, presente en todo el programa: la reflexión sobre el cambio. ¡Abrid las agendas y tomad nota!

Debates sobre el cambio en el presente

Conferencia de Judit Butler © CCCB. Miquel Taverna, 2015

Empezamos el año con un gran debate sobre Europa, un continente que vive uno de los momentos más críticos de su historia política, con la crisis humanitaria de los refugiados y el ascenso de los autoritarismos y la xenofobia.

Los debates y la reflexión humanística y filosófica sobre el presente se expanden durante el resto del año con ciclos de conferencias sobre la idea de revolución y su fuerza en la actualidad, sobre el papel de Rusia en el mundo en el centenario de la Revolución de Octubre, sobre el suicidio (primera causa de muerte no natural entre los jóvenes en Cataluña) y sobre la intimidad en un momento en que la tecnología ha penetrado todas las esferas de nuestra vida.

El cambio climático desde la cultura

La tercera cultura, la línea de programación que entrecruza arte, ciencia y diseño, estará bien presente en debates como «Tecnología, soberanía y globalización», una serie de conferencias dirigidas por Evgeny Morozov. El compositor Brian Eno es uno de los primeros ponentes confirmados.

La reflexión crítica alrededor del cambio climático y la destrucción del planeta es uno de los grandes temas del año, que abordamos en la exposición «Después del fin del mundo». La muestra, comisariada por José Luis de Vicente, presentará proyectos y visiones multidisciplinarios que nos permitirán hacernos una idea bastante realista sobre cómo serán nuestras vidas y el mundo en un futuro no demasiado lejano (año 2050). La edición de este año del Premio Internacional a la Innnovación Cultural tendrá en cuenta precisamente las propuestas culturales que ofrezcan soluciones imaginativas y eficaces al cambio climático. El proyecto ganador formará parte de la exposición «Después del fin del mundo».

2017, año literario en el CCCB

El Pati de les Dones durante el festival Kosmopolis © CCCB. Miquel Taverna, 2013

Literatura amplificada: Vuelve Kosmopolis, la fiesta de la literatura amplificada, que celebra su novena edición. Bajo el lema «Cuando todo cambia», el festival literario presenta un programa de cinco días que reúne a autores consagrados y nuevas voces para tratar algunos de los principales desafíos de la cultura y la literatura en su concepción más abierta. John BanvilleKim Stanley Robinson, Jean EchenozSophie Divry, Orna Donath, Pierre Lemaitre, Jo Nesbø, Marta SanzAlicia Kopf son algunos de los nombres de Kosmopolis 2017.

Unos días antes de que arranque Kosmopolis inauguraremos la exposición «Fenómeno fotolibro», una muestra sobre la relación entre la fotografía y las publicaciones en papel que cuenta con un grupo de comisarios de lujo: Gerry Badger, Horacio Fernández, Ryuichi Kaneko, Erik Kessels, Irene de Mendoza, Moritz Neumüller, Martin Parr, Markus Schaden, Frederic Lezmi.

Ya en el mes de mayo llegará la sexta edición del Primera Persona, otro de los festivales producidos íntegramente por el CCCB. En el Primera Persona son protagonistas la literatura, la música y el relato autobiográfico.

Las mujeres tenemos mucho que decir

La escritora Taiye Selasi durant Kosmopolis 2015. © CCCB. Carlos Cazurro, 2015

«Las mujeres buenas van al cielo y las malas a todas partes.» Esta frase, atribuida a la actriz Mae West, inspira la programación de cine de verano Gandules de este agosto. Bajo el título «Malvadas e indómitas de cine», proyectaremos películas que nos hagan pensar en los personajes femeninos que han inundado las pantallas de cine a lo largo de la historia. María Castejón Leorza, crítica de cinema que forma part de l’equip de la revista Pikara Magazin, será la comisaria del ciclo.

El festival Kosmopolis también tiene previsto abordar la literatura hecha por mujeres como uno de los temas centrales de la edición de este año.

15 años de cine experimental

El 2017 Xcèntric, el cine del CCCB,celebra los quince años. Xcèntric estrena una temporada de cumpleaños con un programa de películas inéditas de Val del Omar y un concerto del Niño de Elche. También publicará nueva web y un libro dedicado a los autores fundamentales del cine experimental.

El CCCB seguirá colaborando con festivales consolidados como  L’AlternativaDOCSBarcelonaMiniput y la Muestra Internacional de Films de Mujeres, y también con propuestas más jóvenes, como el D’A y el Serielizados Fest.

El proyecto Soy Cámara online seguirá experimentando con el género del videoensayo sobre temas de actualidad y de la programación del CCCB. Como novedad, este año empieza un programa de presentaciones en directo, que arranca con la proyección de Hypernormalisation, el último documental de Adam Curtis.

Si queréis leer más sobre el programa 2017 del CCCB, podéis descarregarlo aquí.

Los Premios Nobel de Literatura que han pasado por el CCCB

17 de mayo de 2016 No Comments

El interés del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona en la literatura está muy presente en la programación, desde las exposiciones hasta los debates, las actividades performativas como el Slam Poetry o festivales tan consolidados como Kosmopolis, Primera Persona y Món Llibre. El CCCB es territorio de escritores y esta primavera han aterrizado y aterrizarán aquí autores tan interesantes como Juan Marsé, Jordi Puntí, Renata Adler, John Irving, Don DeLillo y Svetlana Aleksiévich. Aprovechando la visita de la Premio Nobel de Literatura 2015, hacemos un poco de arqueología en nuestro archivo y recordamos a otros escritores que han pasado por el CCCB que también han ganado el prestigioso galardón.

Svetlana Aleksiévich. Premio Nobel de Literatura 2015. Vino al CCCB en 2006 a hablar de estereotipos en la prosa femenina y en mayo de 2016 participó en una conversación con el escritor Francesc Serés.

Herta Müller.Premio Nobel de Literatura 2009. Visita el CCCB en junio de 2012. Imparte la conferencia «La lengua y la patria» y conversa con la traductora y crítica literaria Cecilia Dreymüller. Con motivo de su presencia en el Centro le dedicamos una exposición de pequeño formato, «Herta Müller: El círculo vicioso de las palabras».

Orhan Pamuk. Premio Nobel de Literatura 2006. Visita el CCCB en enero de 2010. El escritor turco imparte una interesante conferencia sobre el futuro de los museos y de las novelas.

J. M. Coetzee. Premio Nobel de Literatura 2003. Visita virtualmente el CCCB en octubre de 2008. El autor sudafricano leyó algunos fragmentos de su libro Diario de un mal año en exclusiva para el festival de literatura Kosmopolis.

Gao Xingjian. Premio Nobel de Literatura 2000. Visita el CCCB en octubre de 2008. El escritor chino habló sobre la razón de ser de la literatura y los sacrificios que implica la defensa de la libertad creativa frente a los abusos del poder político o mediático. El CCCB también le dedicó una exposición y un programa de televisión, Soy Cámara. El mundo de Gao.

Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura 2010. Visita el CCCB en octubre de 2004. Vargas Llosa impartió la conferencia «Las guerras del siglo xxi».

Se busca detective sin nombre

29 de abril de 2015 No Comments

O por qué hay que leer a Eduardo Mendoza cada verano (y venir a escucharlo al Primera Persona)

Es el as de los detectives arruinados, medalla de latón de las existencias insolventes, plusmarquista olímpico de la precariedad (triple salto mortal en las Picornell, la piscina vacía y la ciudad al fondo). Pero cuando quieran dedicarle una calle en Barcelona, tendremos un problema. Porque entre las muchas cosas de las que carece este personaje la primera que no tiene es un nombre.

He aquí algunas hipótesis por las que Eduardo Mendoza podría haberle ahorrado un bautizo al detective de sus cuatro novelas más guasonas: a) No quería que le dedicaran una calle (hizo eso tan raro que es escribir para divertirse, que es la única forma de acabar divirtiendo al lector); b) Pretendía subrayar sus carencias así que lo dejó anónimo: por no tener, que no tuviera ni nombre; c) Quería que cada lector se identificara con él; d) Prefería que fuera el lector quien se lo pusiera; e) Barajó la posibilidad de llamarlo Millet o Maragall, pero al final lo descartó.

Así que al que es, con permiso de Plinio (no el pelota del emperador Trajano, sino el policía de Tomelloso creado por García Pavón), el Mejor Detective Español del Siglo XX se le conoce como “el detective sin nombre”, “el detective manicomial”, “el detective loco”, “el detective amante de la Pepsi-cola”, “el detective de Mendoza” y, permítannos, “el detective favorito de los organizadores de un festival llamado Primera Persona”.

Este detective, como la España de 1978 donde vivió sus primeras cuitas, suele ATRAVESAR problemas morrocotudos. Y quizás él, que ignora la pompa pero que habla con un estilo resabiado, que exhibe una labia con todos los quilates que no atesora en su cartera, no habría elegido el verbo atravesar, porque, como sucede en 2015, “nada hace prever que vayamos a salir por el otro lado”.

Las historias del detective de Mendoza deben leerse en la calle, en el metro, en la playa, en terrazas públicas, en convenciones de telefonía móvil e incluso en auditorios silenciosos para reír impúdicamente y demostrarle al mundo que esto de leer puede ser la monda. Que la euforia que generan sus laberínticas gestas se parece mucho al estado de excitación en el que caería uno después de echarse al coleto los 35 botellines de Pepsi que el detective suele trasegar en cada una de sus aventuras burbujeantes. Para vivirlas, la policía lo saca de la clínica mental, su residencia habitual, quizás porque sabe que solo un loco puede encontrar los móviles lógicos de la realidad (mucho más demente y absurda que la más disparatada de las ficciones).

Que el azar es el único motor de toda historia lo saben los agentes de bolsa, los Hombres del Tiempo, las abuelas del Bingo, los adictos a echar la Primitiva y los buenos novelistas, esos que son conscientes de que la anécdota es la sal de la narración (y que a veces es tronchante y da suerte volcar todo el salero). Bien, pues ya puede entrar en escena una casualidad: este verano estaba volviendo a leer (odio el verbo releer y no lo usaré aunque se resienta la sintaxis: solo dicen que releen los que en realidad no leen jamás) sus aventuras. Leía al fresco en el corral de una aldea zamorana, rodeado de cortinos, orquestas de verbena, bocinazos francachélicos de coches rumbo a la diversión. Decidí entonces enviarle a Kiko Amat un mensaje con un párrafo la mar de hilarante de El laberinto de las aceitunas. Me contestó con otro de El misterio de la cripta embrujada. Los dos habíamos decidido, sin hablarlo antes, volver a Mendoza el pasado verano (decíamos que a Mendoza, como a la aldea y a la cola del INEM, siempre se vuelve). Así que nos prometimos intentar que sus zapatos pisaran el Primera Persona.

Su detective sale de los bajos fondos, duerme en un manicomio y regenta una peluquería (escribió Simenon que su detective Maigret debería ser peluquero, porque son los que conocen mejor el alma humana). Ríe y patalea en el fango y es un poco como esas orquídeas que crecen en lodazales. Es pobre, majara y desgraciado como su tío yanqui, el detective en Babilonia de Richard Brautigan. No llegaron a conocerse, ya que éste solo visitó nuestro país durante la Guerra Civil. ¿El Souvenir? Dos balas alojadas en el pompis que lo libraron de la Segunda Guerra Mundial. El detective de Brautigan no tiene ni para comprar una pistola, pero quizás por eso, y como hacemos con el de Mendoza, regalamos y recomendamos sus libros como si nuestro nombre fuera Mr. Smith y fuéramos puerta a puerta intentando endilgar el maravilloso libro de los mormones. En parte lo hacemos por si algún día a esos detectives les alcanza la calderilla de los derechos de autor para comprarse una pistola y se pueden cargar a todos los mandarines de la literatura aburrida.

No nos importa mucho que Mendoza gane Premios Planeta ni que la gente ensaye hincados, genuflexiones y prosternaciones cada vez que se mentan sus obras más aplaudidas. Lo importante es que Mendoza escribía como le daba la santa gana y lo hacía con tal talento, frescor y brillo que cada año genera nuevos lectores (y vocaciones, en mi caso) en los coles e institutos. Todos querríamos saber el nombre del detective sin nombre y todos querríamos tomarnos una Pepsi con Mendoza (la beberíamos con tragos muy cortos para escucharlo más rato).

Escribía Raymond Chandler sobre los detectives privados, que en realidad son como los buenos escritores, lo siguiente: “Si hubiera bastantes hombres como ellos, creo que el mundo sería un lugar muy seguro en el que vivir, y sin embargo no demasiado aburrido como para que no valiera la pena habitar en él”. Lo mismo pienso no solo del detective de Mendoza, sino de Mendoza. Aquí algún insensato acabaría con un felicísimo cliché: “Si Mendoza no existiera, ¡habría que inventarlo!” (aplausos, en la cara del ocurrente). Ya, amigo, pero es que solo alguien tendría la capacidad fabuladora y el ingenio para inventar a Eduardo Mendoza. Y ese tipo es Eduardo Mendoza. Así que menos mal. Menos mal que existe Eduardo Mendoza. Si un día desapareciera, habría que llamar al detective sin nombre para que lo buscara. Y a ver cómo lo encontrábamos, porque no sabríamos por qué letra buscar en las Páginas Amarillas.

Eduardo Mendoza conversará con José Luis Cuerda viernes, 8 de mayo dentro del festival Primera Persona.

El Primera Persona suena a esto

28 de abril de 2015 No Comments

Siempre que hablamos del festival Primera Persona le añadimos una coletilla. Multidisciplinar. No es gratuita ni nos dan un plus por ponerla, si lo hiciéramos seríamos millonarios (y, desgraciadamente, no es el caso). Durante las tres ediciones que llevamos celebradas hasta la fecha, hemos tenido representantes de muchos y muy variados géneros artísticos: desde el cine de autor a la literatura pulp, de los cómics a los fanzines, la subcultura o el periodismo. Y el pop, claro. No podemos –ni queremos—entender una vida sin el pop, sin sus enseñanzas y su belleza. La importancia de las canciones y los grupos que más nos gustan es proporcional al espacio que tienen en Primera Persona. Nuestros YOS musicales.

Estos son los motivos por los que no pueden perderse los conciertos que tenemos este año en el festival:

Porque deben fiarse de nosotros. ¿Cuándo les hemos fallado? ¿Recuerdan la piel de gallina cuando escuchamos Dive for your memory de los Go-Betweens en el Teatro del CCCB, interpretado por Robert Forster con un grupo formado por músicos de Barcelona? ¿Y el concierto de Jota, de Los Planetas, con Sr. Chinarro? Esperen, seguro que no se han olvidado que hace menos de un año sonaban los atronadores primeros acordes de Sparky’s Dream con Gerald Love entrando con una de las frases más tarareadas del pop: “If she lived in space, man”. O cuando tocaron los Nueva Vulcano. ¡Incluso hemos tenido a Calvin Johnson, de Beat Happening, llegado directamente des de Olympia! Conciertos memorables con nuestros héroes sobre el escenario. Y este próximo mes de mayo tendremos unos cuantos más.

Sleaford Mods

Este año no pueden perderse dos bandas contestatarias, revolucionarias e incorruptibles. Unos son mitos de finales de los años 70, los Monochrome Set; los  otros son más contemporáneos: Sleaford Mods, y representan una nueva manera de entender el pop y el rap con mensaje. Bandas que han ido más allá del paradigma, saltando una –o dos—pasos más allá de lo que es cool. The Monochrome Set son los padres de muchas de las cosas interesantes que han pasado por la música británica de los últimos 35 años. Han influenciado a todos, han hecho post-punk antes que nadie, y también han tocado new wave e indie pop. Y todo lo han hecho bien. Bid es una figura venerada por grupos tan populares como Blur, Fatboy Slim, The Housemartins o The Smiths (Johnny Marr llegó a decir que el grupo no existiría sin ellos).

Avanzados a su época. Una definición parecida la podemos aplicar a Jason Williamson y Andrew Robert Lindsay, los Sleaford Mods, que han colocado su mezcla de spoken word, rap y una desacomplejada actitud punk a los lugares más altos de las listas internacionales con su último disco. Pop de clase obrera dispuesto a romper los tabúes establecidos de las estrellas de rock’n’roll- Esto les ha llevado a ser odiados públicamente por Noel Gallagher de Oasis y a estar en boca de todos Sin duda, uno de los grupos más influyentes del panorama musical y una de las actuaciones más esperadas del año musical en Barcelona.

Porque este año Primera Persona apuesta por dos personalidades absolutamente magnéticas. Una es Jon Langford, una voz tan vital para el movimiento punk británico como las de Johnny Rotten, Dave Vanian, Jake Burns o Joe Strummer.  Con The Mekons (su grupo de siempre) han editado 18 elepés desde 1979. Estar siempre ahí es exactamente esto, pero estar además sin renuncias y con la coherencia y ética punk como bandera es lo que hace de Langford un creador diferente que colecciona fans por todo el mundo, como el novelista Jonathan Franzen. El gran nombre femenino musical del Primera Persona de este año es Laetitia Sadier, excepcional intérprete en solitario (con cuatro discos a sus espaldas) pero conocida históricamente por formar parte de Stereolab, una de las grandes bandas de indie pop y pop electrónico de los 90. Su dueto con Tim Gane (también en McCarthy), el insobornable compromiso político de izquierdas y los discos cantados en inglés y francés fueron su sello inconfundible.

Laetitia Sadier

El año pasado se cumplió un gran sueño del equipo del festival. De esos que nunca piensas que ocurrirán. Pero ocurrió. Y fue en el mismo momento en el que vimos a Manolo García (Los Burros, El Último de la Fila) en el escenario del Teatro del CCCB. Ese sueño era compartido con en el detener a Kiko Veneno, pero la diferencia es que el artista de Figueres estará en Primera Persona guitarra en mano. Acompañado de su hijo, el talentoso pintor Adán López Akimoski, repasará su extensísima trayectoria en solitario. Este escrito sirve para hablar de conciertos que haremos en Primera Persona, pero si alguien no necesita presentación, es él. Veneno cerrará la noche del viernes de la mejor manera, con sus hits de siempre: “Volando voy”, “En un Mercedes Blanco”, “Joselito” et al.

La última razón, y casi la más importante. Porque poder tener a estos artistas en una sala de formato medio, tan cercanos y a un precio tan reducido es una oportunidad que debe aprovecharse. No se lo piensen. Repito: ¿cuándo les hemos fallado?

El festival Primera Persona se celebra los próximos 8 y 9 de mayo en el CCCB. Entradas ya a la venta en este enlace: https://www.ticketea.com/cccb-festival-primera-persona/

Puedes escuchar la música que sonará en el Primera Persona en esta playlist: https://playmoss.com/en/primerapersona/playlist/23primerapersona15

Un festival en Primera Persona

20 de enero de 2015 No Comments

Los próximos 8 y 9 de mayo, la 4ª edición del festival Primera Persona presenta una nueva ronda de relatos de vida en el Teatro del CCCB. Monólogos, conciertos, lecturas y espectáculos del más diverso calado, todos ellos actuaciones que, como cada año, los participantes preparan en exclusiva para el festival. Sus directores, Kiko Amat y Miqui Otero, nos desgranan aquí en primerísima persona un avance de cartel con algunos de los nombres de lujo que pasarán por el #PrimeraPersona15:

Sleaford Mods

Sleaford Mods son un dúo inglés de rant/rap/spoken word, procaces, gritones y muy articulados. Hablan de masculinidad y debilidad, de clase obrera, de grupos inmundos y de mentirosos profesionales y del gran timo del rock’n’roll. Y de sus demonios, rabias y miedos. Están adquiriendo una merecida fama mundial y no cesan de mentarle la madre a Noel Gallagher. Esta es su primera visita a Barcelona (y su segunda a la península), en la que presentarán su nuevo álbum Divide + Exit.

Caitlin Moran no tenía suficiente con ser la columnista más tronchante, malhablada y autobiográfica de la prensa inglesa, ni con su ensayo bestseller Cómo ser mujer (Anagrama). La muy testaruda tenía que escribir también una novela espléndida como es How to Build a Girl, que publicará Anagrama en breve en nuestro país. Un libro en una no-muy-disfrazada primera persona que habla de su infancia en familia numerosa de clase obrera, sus primeros pinitos en la prensa musical y sus aventuras y desventuras a lo largo de la construcción del ser conocido como Caitlin Moran. Viva Caitlin.

Laetitia Sadier (Foto: Wikimedia Commons)

Laetitia Sadier era la cantante, teclista y principal letrista de Stereolab. También participaba en el último elepé de McCarthy, fue la mitad del grupo Monade, puso la voz en el “To the end” de Blur y muchas otras cosas. La Sadier ha publicado tres álbumes en solitario desde el año 2010, The Trip, Silencio y Something Shines. Es una de las grandes personalidades del pop moderno.

Eduardo Mendoza no necesita excesiva presentación, siendo como es uno de los más grandes novelistas españoles y barceloneses: pero al Primera Persona no vendrá a hablar de La verdad sobre el caso Savolta ni La ciudad de los prodigios. Le hemos raptado para el festival con el avieso fin de hablar de su maravilloso humor: desde la sublime trilogía del anónimo detective chalupa (El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y La aventura del tocador de señoras), pasando por Sin noticias de Gurb y más allá.

Puedes seguir toda la información sobre el festival en Twitter (@Primera_Persona) con la etiqueta #PrimeraPersona15.

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