¿Más [que] humanos?

11 de diciembre de 2015 No Comments

Son muchas las preguntas que se han formulado durante las últimas semanas en el contexto de «+HUMANOS. El futuro de nuestra especie», preguntas como: ¿qué significa ser humanos en la actualidad?, ¿cómo será ser humanos dentro de cien años?, o ¿cuáles son los futuros que esperamos o anhelamos? Estas son solo una muestra de la multiplicidad de cuestiones surgidas a partir de los diferentes proyectos que componen «+HUMANOS».

Parece comprensible que en una exposición que nos invita a pensar sobre el futuro de nuestra especie todas las preguntas tengan como protagonista a la humanidad, y más específicamente los deseos y preocupaciones por nuestro futuro. Una de las dudas que surgen es a qué hacemos referencia cuando proponemos pensar nuestro futuro en el contexto contemporáneo y, quizás lo más importante, a quién incluimos en esa suerte de ser-nosotr_s. Cathrine Kramer, comisaria ejecutiva de la exposición, afirma que «El signo más de “+Humanos” implica una dirección positiva para el futuro de nuestra especie», pero algunos de los proyectos que forman parte de «+HUMANOS» también nos invitan a considerar el signo más como la apertura de la posibilidad de pensarnos más allá de las premisas humanistas de que parten todas las cuestiones anteriores, es decir, el ser humano como medida de todas las cosas.

The Incredible Shrinking Man d’Arne Hendricks

The Incredible Shrinking Man d’Arne Hendricks

Desde una perspectiva tecnofóbica, parte de las propuestas se pueden entender como una exaltación de las tecnologías contemporáneas, que nos sitúan ante el panorama de un futuro de cuerpos autocontrolados, capital biogénico y obsolescencia programada (ya no aplicada únicamente a los artefactos tecnológicos); si además añadimos la posibilidad de extender la subjetividad más allá de lo humano, entonces nos adentramos en el trágico futuro de la dilución y acabamiento del ser humano. Para contrarrestar este miedo al acabamiento, proyectos como los de Stelarc (retratado por Nina Sellars), Semi-living Worry Dolls de TC&A o The Incredible Shrinking Man de Arne Hendricks abordan estas cuestiones generando a su vez nuevos territorios de experiencia, de resistencia y de toma de conciencia, tanto de los riesgos como de las posibilidades que nos ofrece el contexto actual, y en este nos ofrece sí que reside una cuestión fundamental: ¿a quién se le ofrecen? Tampoco se trata de hacer un acercamiento tecnofílico, sino un acercamiento que esté más allá tanto de los miedos como de las actitudes celebratorias respecto a las tecnologías; es decir, se trata de situarnos en un lugar intermedio para pensar conjuntamente los riesgos, las posibilidades, las consecuencias éticas o políticas, entre muchas otras, que plantea «+HUMANOS».

La obsolescencia tanto del cuerpo como de la condición humana tal y como los habíamos entendido, con el cuerpo como un todo y la condición humana vista desde una ontología monovalente, nos conduce a una posible deconstrucción y dilución del ser humano, pero es importante tener presente que esta dilución no entraña únicamente riesgos, sino también posibilidades, ya que nos interpela sobre nuestra condición contemporánea. Si las nuevas técnicas en biología molecular y sintética, en protésica, en ingeniería de tejidos y en neurociencia nos permiten pensar nuevas posibilidades en torno al cuerpo, alrededor o en los límites de lo que entendemos por vida, de algún modo hemos de admitir que este conjunto de nuevos saberes no comporta solo un aumento de las capacidades, sino también una dilución de nuestra autocomprensión en tanto que seres humanos, que pasa de una concepción estática a una concepción dinámica, diluida y extendida. Tomemos como ejemplo a Stelarc o Neil Harbisson. Con sus proyectos, y en el caso de Harbisson con su identificación como ciborg, vemos que, por medio de la interacción con las tecnologías, muchas de las capacidades que se les habían negado a los artefactos de hecho les pertenecen. Si ya no somos únicamente en tanto que nosotr_s mism_s, sino que somos una suerte de amalgama compuesta por una mutiplicidad de fragmentos de lo que hasta ahora habíamos considerado por separado, orgánico o tecnológico, parece necesario plantear el repensar nuestro ser-en-el-mundo. Si, como afirmó en su momento Katherine Hayles, la concepción del hombre ha sido una concepción basada en la opresión y en la dominación, quizás la dilución del ser humano, de aquel arraigado en las premisas humanistas, sea más urgente, o inevitable, que nunca, pero ¿cuáles son las consecuencias?

Neil Harbisson a l'exposició + HUMANS

Neil Harbisson a l’exposició + HUMANS

Los proyectos que encontramos en la exposición ofrecen un lugar para pensar cuestiones éticas relativas al contexto actual, que, de igual modo que nosotr_s, están en perpetuo desplazamiento, lo que no supone su inexistencia, sino su constante construcción. Si ese más también encierra la posibilidad de pensarnos más allá de la especie, deberíamos empezar a plantear la posibilidad de dejar atrás una concepción del ser humano que no tenga en cuenta las polaridades. Somos híbridos anómalos, pero ¿estamos dispuest_s a repensar nuestra forma de habitar? ¿Estamos dispuest_s a repensar nuestro co-estar? ¿Es posible constituir un nosotros más allá de la especie, que integre a esos otros no-humanos sin establecer una jerarquía de posesión o provecho?

Insinuaba Sloterdijk que quizás la preocupación por la dilución del ser humano en las narrativas poshumanas está basada en la preocupación por el descenso de la humanidad de su pedestal ontológico. Rosi Braidotti aprovecha el vacío ontológico que se da en esta dilución para llenarlo de nuevas especies; nos lanza así el reto de pasar de una subjetividad unitaria a una subjetividad nómada y nos propone pensar un sujeto no-unitario mediante la eliminación del obstáculo que representa el individualismo autocentrado. Ya no es solo cuestión de pensar el futuro de nuestra especie; proyectos como Tardicotchi de S.W.A.M.P. nos invitan a pensar ese ser-nosotr_s en un contexto que ha superado las proposiciones del humanismo, mientras que Braidotti nos invita a pensar nuestra condición apostando por una dimensión poshumana, superando el antropocentrismo, deconstruyendo la supremacía de la especie humana y estableciendo un continuum naturaleza-cultura que nos permita pensar un ser-nosotr_s que englobe a diferentes agentes.

Ahora nos queda el reto de hacerlo comprensible.

Tardigochi by S.W.A.M.P

Tardigochi by S.W.A.M.P.

Laura Benítez, doctora en filosofia por la UAB con una tesis sobre la relación entre prácticas artísticas y biotecnologías impartirá en el Institut d’Humanitats el curso «Bioarte. La condición humana en el arte contemporáneo» entre el 11 de febrero y el 17 de marzo, en el marco de la exposición «+HUMANOS».

Carolina López: «Estamos viviendo una segunda edad de oro de la animación española»

4 de diciembre de 2015 1 Comment

Carolina López es la comisaria deDel trazo al píxel, el ciclo de cine dedicado a la animación española que acoge el CCCB hasta el próximo 13 de diciembre. Con él, López pretende dar a conocer la historia de la animación estatal y valorizar piezas de una creatividad visual y narrativa desconocidas por el gran público. Carolina López es licenciada en Bellas Artes por la Universitat de Barcelona y en Cinema d’Animació pel West Surrey College of Art and Design de Farnham (Anglaterra). Su tesis final estuvo íntimamente relacionada con la animación española y, desde entonces, ha defendido a través de piezas audiovisuales, ciclos, exposiciones y libros su relevancia en la historia del cine estatal. Actualmente dirige el Xcentric y el Animac de Lleida (la muestra de cine de animación de Catalunya).

La entrevistamos para que nos explique los orígenes del ciclo ’Del trazo al píxel’, nos hable de sus puntos fuertes y comparta su particular visión del estado de la animación en el país.

Carolina López Caballero, comisaria del ciclo

¿Cómo nació ‘Del trazo al píxel. Un recorrido por la animación española‘?

Nació para remediar el olvido de la historia del cine animado en España y para dar visibilidad internacional al cine animado más arriesgadas e independiente de nuestro entorno. En un plano más personal, surge también de la frustración constante de no poder ver en buenas condiciones, o simplemente no poder ver ni mostrar, ciertas películas de dibujantes y animadores que admiro, hitos de nuestra historia prácticamente inaccesibles. Desde hace tiempo tenía ganas de trazar y compartir un recorrido a través de todas las décadas, no sólo por escrito, sino viendo las películas.

¿Cómo ha sido el proceso de recuperación de las obras?

Cuando se lleva a cabo un proyecto de este tipo, la selección es sólo un primer paso, luego hay que localizar quien tiene los derechos de todas y cada una de las piezas y por otra parte dónde están los materiales. A veces una pieza es difícil de conseguir por el tema de derechos, otras porque no se encuentran los materiales en condiciones óptimas. Aunque parezca mentira, hay piezas relativamente recientes, en animación 3D, cuyos archivos originales se han perdido (como es el caso de ‘Metamorphosis Part I’, primer cortometraje de Charlie Ramos, un gran animador que ahora trabaja en Pixar). Afortunadamente están las filmotecas que, además de sus colecciones, guardan en depósito películas de mucha gente y nos han ayudado enormemente, sobre todo con los materiales históricos. En general, las películas anteriores a los años 90 estaban en malas condiciones y se ha hecho un trabajo importante de remasterización, digitalización y restauración.

Amarillo verano, Javier Mariscal, 1999

¿Has hecho algún descubrimiento en el proceso de investigación? ¿ Se han establecido relaciones inesperadas?

Sí, gracias a Filmoteca de Catalunya hemos ‘descubierto’ una pieza descatalogada, se trata de un anuncio de Enrique Ferrán de tiempos de la Primera República y se ha digitalizado del nitrato original. También, tras el rastro de los anuncios de los Estudios Moro, encontramos en Madrid una gran colección de anuncios preservados por Moviercord, miles de anuncios en imagen real y animación conservados en película cinematográfica. La gente de Movierecord fueron extraordinariamente colaborativos y además han depositado esa impresionante colección en Filmoteca Española.

Las relaciones más interesantes entre obras han sido las que han conectado a distintas generaciones de animadores; desde el punto de vista de contenidos o estética, pero también por los encuentros que el programa ha propiciado entre autores. En la presentación internacional del ciclo en Francia, en el festival de Annecy, se reunieron más de 25 autores y autoras de todo el Estado. En este sentido, seguimos compartiendo la alegría de ver las películas recuperadas con sus animadores, algunos octogenarios (como Pablo Núñez en Madrid o Pepita Pardell en Barcelona) , que no habían visto sus películas en tan buen estado desde que las vieron estrenarse.

¿Cómo se transforma la animación durante el franquismo respecto a otras épocas?

El régimen franquista apoyó sorprendentemente la animación (y el cine en general), y sobre todo en el primer período de autarquía. Aprendió de los americanos la importancia de entretener y ‘educar’ a través de la pantalla. Así, por ejemplo nació ‘Garbancito de la Mancha’, el primer largometraje de dibujos animados del Estado y la primera película animada a color de Europa. El guión era de Julián Peymartín, autor de la Teoría de la Falange .

‘Garbancito’ se produjo en Barcelona (Productora Balet y Blai) aunque ni el realizador, Arturo Moreno, ni los dibujantes eran afines al régimen. También se favoreció la producción de series para el cine con personajes influenciados por Disney, los hermanos Fleischer o las tiras de humor de los diarios de la época. Todo, aderezado con la tradicional picaresca española. La producción de estas series vio su fin con la aparición de NO-DO, ya que ocupaban el mismo espacio en los cines; delante de los largometrajes, al inicio de cada sesión.

Estela, Frederic Amat, 2015

¿Podemos hablar de ‘épocas de oro’ de la animación española?

Los libros hablan, precisamente, de los años 40 como época de oro, pero creo que ahora estamos viviendo una segunda y mucho más importante edad de oro, ya que, además de la potencia creativa, esta tiene una repercusión internacional que no tuvo la primera.

¿Cómo definirías el panorama actual de la animación estatal?

Extraordinario en cuanto a la calidad de nuestras animaciones y la preparación de nuestros profesionales y artistas. Pero falta un apoyo más decidido por parte del Estado con incentivos fiscales y de las televisiones que pueda facilitar una continuidad a las productoras y remediar la precariedad de muchos de los que trabajan en este sector. En el ámbito más independiente, faltan ayudas específicas por parte de las instituciones que tratan a la animación como al cine de imagen real, cuando tienen tiempos y requerimientos de producción muy diferentes.

¿Qué ventajas ves en la animación respecto a otras artes para explicar historias y realidades sociopolíticas?

Básicamente puedes abordar situaciones implanteables en otros ámbitos, por la distancia y el valor simbólico que imprime el dibujo y por el mismo estigma que éste arrastra, como algo infantil, inofensivo…eso le otorga una mayor libertad.

Se pueden crear piezas simbólicamente tan potentes como las que Gabriel Blanco hizo a partir de historietas de OPS o Chummy Chumez en los años setenta o sodomizar salvajemente en la pantalla a los poderosos como hacen hoy Trimono. Con la debida elegancia, no hay límites para la impertinencia. Y sin elegancia, también.

Entrevista realizada por Marina Cisa y Diana Mizrahi.

El ciclo ‘Del trazo al píxel’ se lleva a cabo en el CCCB del 3 al 13 de diciembre. Todas las sesiones son gratuitas. Consultad el programa aquí

El secreto de Marilynne Robinson

10 de noviembre de 2015 1 Comment

La escriptora Marilynne Robinson – Imagen: CC0 1.0 Domini Públic

Marilynne Robinson ha ganado el Pulitzer de ficción, ha sido aclamada por la crítica y el público y ha llegado a ser entrevistada por Barack Obama, en el sorprendente debut como periodista literario del presidente de los Estados Unidos. Pero, ¿qué tiene la literatura de esta escritora norteamericana que despierte tantas pasiones? Para averiguarlo hemos hablado con cuatro escritores catalanes, todos ellos admiradores de Marilynne Robinson, para que nos descubran las claves del fenómeno.

Stefanie Kremser, autora de Calle de los olvidados

STEFANIE KREMSER: «POSEE UNA CAPACIDAD IMPRESIONANTE PARA CARACTERIZAR A PERSONAS Y LUGARES»

Stefanie Kremser (Düsseldorf, 1967) descubrió a la autora de Lila en 2004, durante una estancia en los Estados Unidos. «Leí una reseña de Gilead en el New York Times y corrí a comprar el libro». Desde entonces ha leído toda la ficción de la autora, y aunque le gustó Housekeeping, la primera novela de Robinson, recomienda leer los dos libros anteriores a Lila: Gilead y En casa. «Son dos novelas independientes e individuales, pero que, con Lila, forman un conjunto, y se pueden leer en cualquier orden».

De Marilynne Robinson, Stefanie destaca «su capacidad impresionante para caracterizar a personas y lugares, haciéndolos impensables los unos sin los otros. Esto implica, también, las ausencias y la búsqueda para llenar el vacío de un lugar o de una persona». Respecto a la vertiente religiosa de las novelas de Robinson, Stefanie la definiría como una escritora «teológica, porque trata las preguntas esenciales de la filosofía cristiana, como por ejemplo el perdón, y profundamente humana, con una especial sensibilidad por las diferencias generacionales y por el individuo que, aunque lleva una herencia familiar encima, es, siempre, único». Stefanie considera que la obra de Marilynne Robinson es asimismo «literatura específicamente americana», una opinión que también comparte Yannick Garcia.

Yannick Garcia, ganador del Premio Documenta por La nostra vida vertical

YANNICK GARCIA: «TIENE UN EFECTO LENITIVO, DE RECONCILIACIÓN CON LA HUMANIDAD»

El escritor y traductor Yannick Garcia (Amposta, 1979) considera que Marilynne Robinson «es una gran conocedora de la América profunda, pero en ningún momento la desprecia, sino al contrario: siente una compasión infinita por las mentes pequeñas fascinadas por el porvenir». En el caso de Yannick, los libros de Robinson le ayudaron «a romper el tabú del pensamiento religioso», y le permitieron acercarse a unos personajes «que a priori no me habrían despertado ningún interés, pero que acabé amando».

La técnica de Robinson también impresionó a Yannick: «la literatura de Robinson es de apariencia sencilla, pero está hipertrabajada. Se aprende muchísimo de ella. Y lo más importante es que no tiene nunca una mirada condescendiente sobre su gente, sino que los ensalza en la acción más pequeña de unas vidas ordinarias». Yannick descubrió a Robinson en verano de 2011, durante una expedición de alta montaña: «Leí Gilead en un contexto físico exigente, caminaba muchas horas cada día y terminaba exhausto. La lectura me resultó balsámica. Tuvo un efecto lenitivo, de reconciliación con la humanidad».

Jenn Díaz, autora de Mare i filla

JENN DÍAZ: «ES ÍNTIMA, TIERNA, DE UNA LUCIDEZ FEROZ»

Precisamente fue Yannick Garcia quien descubrió Marilynne Robinson a Jenn Díaz (Barcelona, 1988), la joven escritora que presentará a la autora de Lila el 17 de noviembre en la conferencia del CCCB. Jenn cree que la escritura de Marilynne Robinson es «íntima, tierna y de una lucidez feroz».

La autora de Mare i filla dice que quedó «atrapada» con Lila, y destaca la capacidad de la autora norteamericana para hablar de personajes tocados «sin caer en un dramatismo insoportable». «Siempre hay un rayo de esperanza», sentencia Jenn.

Vicenç Pagès Jordà, ganador del Premio Sant Jordi por Dies de frontera

VICENÇ PAGÈS JORDÀ: «LA NOVELA ES EL MEJOR RECURSO PARA ACERCARNOS A LOS SENTIMIENTOS DE LOS AÑOS TREINTA»

También hemos hablado con el escritor Vicenç Pagès Jordà (Figueres, 1963), ganador del Premio Sant Jordi por Dies de frontera, que nos explicó el motivo por el que las historias de Robinson son tan impresionantes. «Los datos estadísticos acerca de la Depresión norteamericana de los años treinta son impresionantes, pero fríos», explica el escritor de Figueras. «Las fotografías de Dorothea Lange, que muestran las caras de sufrimiento de algunas de esas personas, nos tocan más la fibra. Sin embargo, para acercarnos a los sentimientos y las vivencias de aquella gente, no hay mejor recurso que una novela». En este sentido, el premio Sant Jordi asegura que Lila «realiza un trabajo que no es sólo de concienciación, ya que a la vez nos satisface la curiosidad y nos proporciona un placer estético considerable».

Literariamente, el autor de Els jugadors de whist considera que gran parte del éxito de la escritora norteamericana se debe a su particular punto de vista: «Una parte del acierto de Marilynne Robinson es haber elegido a un narrador externo que logra meternos en la cabeza de Lila y dejarnos acceder a esa inocencia, a esa determinación, a esa bondad que se ignora a sí misma. Y aquí es inevitable recordar a aquel narrador maravillosamente no fiable llamado Huckleberry Finn».

«La imaginación en la búsqueda de la democracia». Martes 17 de noviembre a las 19:30, conferencia de Marilynne Robinson en el CCCB, en el marco de la gira europea de presentación de Lila. Entrada gratuita.

Escritura, verdad, revolución. Mercè Ibarz lee a Joan Garcia Oliver.

30 de octubre de 2015 No Comments

¿Es posible narrar la verdad de la revolución? ¿Cómo decir con veracidad aquello que ha sucedido, lo bueno y lo malo, cuando ya ha pasado el fragor de la Historia? ¿Cómo se puede defender la revolución cuando has perdido, sin olvidar lo que has ganado y a qué precio? ¿Cuál es el valor del testimonio, de la memoria de la revolución?

El seminario Flexo. Revolución 2/6, organizado por el Institut d’Humanitats de Barcelona e impartido por la escritora y periodista Mercè Ibarz, intentará responder a esta y otras cuestiones relacionadas con las formas de contar la veracidad de la experiencia de la revolución. Lo hará a través de la lectura de les memorias del líder anarquista Joan Garcia Oliver, el único de los tres jefes de la CNT que sobrevivieron al descalabro histórico de la Guerra Civil. Ministro de Justicia de la República, se decidió a escribir sus memorias, tituladas El eco de los pasos (Ruedo Ibérico, 1978), a raíz del golpe militar contra Salvador Allende. Demasiado poco considerado y reconocido, el libro es un testimonio formidable por la precisión de los hechos relatados y el coraje narrativo, que el editor José Martínez acompañó con documentos –discursos, textos legales, cartas— que confirman las palabras y la acción de Joan Garcia Oliver.

A continuación reproducimos un fragmento del prólogo en el que Joan Garcia Oliver explica las razones que le llevaron en 1978, más de treinta años después de los hechos revolucionarios, a escribir el libro:

Este no será un libro completo. Tampoco será una obra lograda.

Sobre la CNT –CNT igual a anarcosindicalismo— se ha escrito bastante. Y se ha escrito por haberse revelado como la única fuerza capaz de hacer frente a los militares españoles sublevados contra el pueblo. Fue la CNT –los anarcosindicalistas— la que impidió, por primera vez en la historia, que un ejército de casta se apoderase de una nación mediante el golpe de Estado militar. Hasta entonces, y aún después, nadie se opuso a los militares cuando en la calle y al frente sus soldados asestaban a su pueblo un golpe de Estado. La sublevación de julio de 1936 era de carácter fascista y al fascismo europeo, en la calle y frente a frente, ningún partido ni organización había osado enfrentarlo. La CNT –los anarcosindicalistas— no logró hacer escuela en las formaciones proletarias del mundo entero. Otros golpes de Estado han sido realizados después por militares. El de Chile, por ejemplo, frente a casi los mismos componentes que en España –socialistas, comunistas, marxistas—, pero, sin anarconsindicalistas, fue para los militares un paseo. Tal como se está explicando lo ocurrido en Chile, la lección para los trabajadores será nula. Porque no fueron los militares quienes mataron a Allende, sino la soledad en que lo dejaron. Algo muy parecido le ocurrió al presidente de la Generalidad de Cataluña, Luis Companys, en el movimiento de octubre de 1934.

Entonces, como ahora,  predominaba en Europa una manifestación del comunismo, gritón, llorón, dado a difamar a cuantos no se doblegan al peso de sus consignas. Bueno, sí, para organizar desfiles aparatosos en Madrid, en Barcelona, en Santiago, en Berlín. Pero, al trepar al poder Hitler en Alemania, solamente el anarquista individualista holandés Van der Lubbe tuvo el arranque de pegarle fuego al Parlamento, desafiando las iras de quien se creía más poderoso que los dioses. Aquel fuego purificador alumbró la sordidez del mundo comunista, pagado de sus periódicos, de sus desfiles, de sus manifestaciones, pero que, carente de la chispa insurreccional de los anarcos, siempre dejó libre el paso a los enemigos de la libertad. No amando la libertad, no son aptos para defenderla.

La CNT tuvo excelentes luchadores, hombres y mujeres capaces de llenar páginas de Historia. Pero careció de intelectuales capaces de describir y de teorizar nuestras gestas.

Durante años he vivido en la duda de si debía eternizarse nuestras luchas en narraciones veraces. El final de Allende, asesinado por la soledad en que lo dejaron sus partidarios, me ha convencido de que convenía que el mundo obrero conociera lo que éramos colectivamente, y no solamente a través de la imagen de un hombre y de un nombre. La CNT dio vida a muchos héroes.

En la medida de lo posible deben irse aportando ya los materiales de la verdadera historia del anarcosindicalismo en su aspecto humano, más importante que las manifestaciones burocráticas, que tanto se han prodigado. Solamente la veracidad puede dar la verdadera dimensión de lo que fuimos.

La verdad, la bella verdad, sólo puede ser apreciada si, junto a ella, como parte de ella misma, está también la fea cara de la verdad.

Inscripciones abiertas. Consulta aquí la información para matricularte al seminario o escribe a [email protected].

Cristina Carrasco: “Con la industrialización se tuvo que disciplinar al trabajador”

9 de octubre de 2015 No Comments

¿El trabajo dignifica? ¿Por qué continuamos trabajando tantas horas si la tecnología ya soluciona parte de la faena? ¿Como hemos pasado de buscar la plena ocupación a aceptar una sociedad con un 20% de paro estructural? El mundo laboral es el tema de las VI Jornadas Filosóficas de Barcelona, que bajo el título de ¿Por qué trabajamos? juntaran economistas, filósofos, sociólogos y expertos en el CCCB, el Arts Santa Mònica i el Institut Français Barcelona.

En la sesión inaugural en el CCCB, los economistas Yann Moulier-Boutang y Cristina Carrasco debatirán cómo y para quién trabajamos, para abrir y consolidar otros imaginarios laborales. En la entrevista siguiente, Cristina Carrasco defiende que la necesidad de “disciplinar” al trabajador nace con la industrialización, cuando es necesario que se esté 12 horas delante de la máquina, y recuerda que para enseñar esta disciplina jugaron un papel importante la iglesia y la educación. Carrasco también reivindica unas relaciones de trabajo con reciprocidad, y que el debate no tenga sólo en cuenta el trabajo asalariado,sino que también contemple el trabajo femenino, muchas veces invisibilizado al desarrollarse en el ámbito doméstico.

¿Por qué trabajamos? Sesión inaugural de las VI Jornadas Filosóficas de Barcelona, el miércoles 14 de octubre en el CCCB.

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