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El escritor chino Yu Hua, en el CCCB

30 de octubre de 2013 1 Comment

“Sin épica, sin ética, sin ningún tipo de indicio de progreso, el lector queda completamente abandonado ante la historia y el mundo que lo rodea”. Con estas palabras, el especialista en literatura china Carles Prado describe el efecto punzante de la prosa temprana del escritor Yu Hua. Lo hace en el prólogo de El passat i els càstigs (2013), la compilación de relatos con la que debutó Yu Hua en los años 80 y que acaba de ser traducida en primicia al catalán por la editorial Males Herbes.

Yu Hua

Yu Hua es uno de los escritores chinos contemporáneos más influyentes, miembro de la primera generación que no sufrió las penurias del maoísmo. Según Prado, su obra huye tanto del realismo social que había caracterizado la literatura china de las décadas anteriores como del discurso humanista que se postulaba como alternativa en China durante la segunda mitad de la década de 1980. El resultado es una literatura turbadora, desafiante y difícilmente clasificable. El hecho de que empezara a escribir el 1984, cuando la etapa maoísta ya había quedado atrás, le permitió narrar el pasado y el presente sin las cicatrices que arrastraban escritores de generaciones anteriores.

Nacido en 1960, Yu Hua vivió la última etapa de la Revolución Cultural china, en la cual, como es bien sabido, se proscribió casi toda la literatura. Tal como ha contado él mismo, los pocos libros que caían en sus manos estaban tan desmochados y gastados que casi nunca se podía conocer su autor, título, principio o fin. Convertido con el tiempo en un lector apasionado, influido por escritores como Kafka, Robbe-Grillet o Kawabata, Yu Hua fue uno de los intelectuales responsables de introducir las vanguardias literarias en la China de los años 80. Su obra sabe convertir una historia perturbadora, en la que confluyen surrealismo, crudeza y lirismo, en un relato casi hipnótico, que atrapa y fascina al lector.

Tal como indica Carles Prado, el estilo de los primeros relatos de Yu Hua es gélido y abrumador. La ficción que construye trata la realidad de un modo frío, hasta brutal, y con frecuencia la violencia y la sangre manchan abundantemente sus relatos. Esta frialdad es típica de sus primeros escritos, de los cuales El passat i els càstigs recoge cuatro cuentos. El mismo Yu Hua cree que eso se debe, en parte, al hecho que desde niño estuvo muy cerca de la muerte. Entre otras imágenes de su infancia, hay una particularmente escabrosa, y es que su casa se encontraba cerca de un baño público al que con frecuencia las enfermeras tiraban los residuos humanos resultantes de operaciones quirúrgicas. También explica, en una entrevista publicada en el  New York Times, que en su casa hacía tanto calor en verano que buscaba refugio en la frescura de una morgue cercana, en la que solía adormecerse. De la misma manera, las ejecuciones públicas durante el régimen maoísta, que rompían con el aburrimiento y la monotonía de Haiyan, su pueblo, en la provincia de Zhejian, forman parte de su recuerdo.

¿Cómo se explica esa crudeza en la prosa de Yu Hua? ¿Cómo ha contribuido su experiencia vital a nutrir la imaginería de sus relatos? ¿Qué nos dice su literatura de los profundos cambios económicos, políticos y sociales que ha vivido China en los últimos cincuenta años? Para intentar responder estas y otras preguntas, y con motivo de la inauguración del máster en Estudios Chinos de la Universitat Pompeu Fabra y de la presentación de El passat i els càstigs, Yu Hua y Carles Prado, acompañados por el editor de Males Herbes Ricard Planas y la traductora Carla Benet mantendrán un diálogo abierto al público que tendrá lugar en el CCCB el próximo martes 5 de noviembre a las 19:30. En Twitter #YuHua

Guido Barbujani: “Todos somos africanos”

23 de octubre de 2013 No Comments

De acuerdo con el conocido genetista italiano Guido Barbujani, la historia evolutiva de la humanidad revela que “todos somos africanos”. De hecho, si quisiésemos conocer a un “verdadero” europeo tendríamos que remontarnos a hace más de 30.000 años, cuando los últimos neandertales se extinguieron definitivamente. Nuestros ancestros son un grupo de individuos que habitaba en África oriental y hace 60.000 años se extendió con éxito por todo el planeta, mezclando su ADN hasta producir el de la humanidad actual. La historia de su viaje desde África, de las grandes migraciones prehistóricas que poblaron el planeta, está escrita en nuestro código genético y contribuye a explicar, según Barbujani, lo que sabemos hoy sobre la biodiversidad humana.

Guido Barbujani

De alguna manera, indica Barbujani, nos parecemos mucho a los atunes y los topos. A los primeros porque, como los humanos, tienen un alto nivel de movilidad geográfica y esto ha propiciado que durante milenios hayan intercambiado genes con individuos de procedencias muy diversas. A los segundos porque, como especie, hemos sido capaces de adaptarnos a ambientes muy diversos, desde los más cálidos hasta los más helados. La movilidad, la capacidad de adaptación y el mestizaje, las características del migrante, están inscritas en nuestro ADN. En una afirmación no exenta de provocación explica Barbujani que todos somos inmigrantes africanos, con un ADN muy diverso pero, aún así, parientes.

Esta gran movilidad, que ahora llamamos globalización, es un fenómeno que data de hace millones de años y que ha modelado nuestra especie. Los estudios sobre biodiversidad confirman esta continuidad y revelan intrincadas relaciones biológicas entre los individuos y las poblaciones. Así, dos bosquimanos que viven a sólo algunos kilómetros de distancia en África pueden estar situados en los dos extremos de la escala de variabilidad genética, mientras un asiático y un europeo pueden compartir más rasgos genéticos que dos personas de un mismo continente o una misma población.

Pero, ¿cuál es el peso de la genética en la configuración de nuestras identidades? ¿Qué sabemos hoy de nuestra relación biológica con otros individuos y poblaciones del mundo? ¿Cómo puede esto contribuir a entender y curar enfermedades y mejorar nuestras condiciones de vida? El genetista Guido Barbujani ofrecerá algunas claves para conocer más sobre la relación entre la genética, la cultura y la biodiversidad humana el próximo lunes 28 de octubre, a las 19:30h en el CCCB, presentado por Cristina Junyent. Lo hará en el marco del ciclo “Evolución y cultura”, que el CCCB organiza con B-Debate y que inauguró el biólogo  Jared Diamond la semana pasada con una conferencia sobre el riesgo y el peligro en las sociedades tradicionales.

En el ciclo “Evolución y cultura” también está prevista la participación del biólogo Jaume Bertranpetit (4 de noviembre) y el paleontólogo Juan-Luis Arsuaga (11 de noviembre). En twitter, #EvolucióiCultura.

Visiones de la cultura

11 de octubre de 2013 No Comments

Entrevistas y videos del debate “El Sentido de la Cultura”

Durante los dos días del debate “El sentido de la cultura”, entrevistamos a algunos de los ponentes y moderadores de las mesas redondas para conocer su visión de algunos de los temas que surgieron durante las charlas en el Teatro CCCB. ¿Está la cultura en crisis? ¿Qué cultura? ¿Es verdad que existe una disminución de público en las actividades culturales? ¿Tendríamos que pensar en nuevos modelos de gestión y administración de los proyectos y las instituciones? ¿Cuál es el retorno social de la cultura? ¿Y la relación entre la cultura y el Estado?

Intervienen la filósofa Marina Garcés, el exdirector del centro Arts Santa Mònica Vicenç Altaió, el poeta Eduard Escoffet, los periodistas Emili Manzano y Francesc-Marc Álvaro, la directora de la Academia del Cine Catalán Isona Passola, la comisaria Rosa Pera, la artista Simona Levi, el mecenas Han Nefkens, el vicepresidente de Focus, Xavier Marcé; el coordinador de Indigestió, Jordi Oliveras; el director de la Sala Beckett, Toni Casares; el codirector del Sónar, Ricard Robles, y la gerente del ICUB, Marta Clari

Este montaje audiovisual sólo recoge las opiniones de algunos de los participantes y tampoco presenta todas las respuestas de todos los entrevistados. A pesar de sus limitaciones, el video intenta ser una pequeña muestra de voces de profesionales que trabajan o tienen relación con lo que denominamos “sector cultural”.

Hay que matizar qué entendemos por sector cultural (y muchos de los entrevistados lo han hecho en sus respuestas). Nos referimos concretamente a la organización de personas, instituciones o empresas que producen bienes culturales. Hay que recordarlo porque si hay una conclusión común de aquellos dos días de debates es que tenemos que dejar de entender la cultura únicamente como aquello que hacen los que se dedican a ella de forma profesional.

Si preferís escuchar todas las opiniones que surgieron durante los debates “El sentido de la cultura” os recomendamos ver los videos de las mesas redondas, que ya están publicados en la Red.

El suplemento Culturas de La Vanguardia también publicó una síntesis de las charlas con la opinión del director del debate, Antonio Monegal. También podéis escuchar la opinión de Monegal en esta entrevista previa a las jornadas que publicamos en VEUS CCCB.

Jared Diamond: ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales?

8 de octubre de 2013 3 Comments

Frontera tribal en Nueva Guinea
© Michael Clark Rockefeller

Las conductas tribales han determinado nuestra cultura y nuestro comportamiento desde que somos Homo sapiens. Cuando aparece la agricultura en el Próximo Oriente hace once mil años, las cosas empiezan a cambiar muy lentamente, pero no es hasta los últimos siglos que se consolida el modelo de vida moderna actual, con herramientas y máquinas, escritura, dinero, estados, leyes y los beneficios e inconvenientes que se derivan de ellos. De hecho, este «mundo moderno» industrial no es hegemónico: a pesar de que buena parte del planeta adoptó durante el siglo XX el modelo surgido enla Europa Occidental, todavía ahora hay rincones remotos donde la gente se organiza en tribus y se comporta como lo ha hecho durante milenios, conservando intactas muchas características de la vida de nuestros antepasados y los estilos de vida que dejamos atrás no hace muchos años.

Para escribir El mundo hasta ayer, ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales? (Debate, 2013), el biólogo y premio Pulitzer Jared Diamond ha buscado a estas tribus y ha estudiado sus conductas y hábitos, a menudo a base de convivir in situ con ellas durante largas temporadas. Este conocimiento de primera mano le ha permitido trazar los interesantes paralelismos y las divergencias entre las sociedades tribales y el modelo occidental de los que hablará el próximo 19 de octubre en el CCCB. En su libro, Diamond analiza la resolución de conflictos (desde la violencia ocasional hasta las guerras), la forma en que criamos a nuestros hijos, el tratamiento de los ancianos, la alimentación o las enfermedades de ambos modelos sociales. De sus observaciones en estos y muchos más ámbitos extrae una conclusión inicial reveladora: son mucho más diversos los comportamientos de las treinta y nueve tribus analizadas y sus pocos miles de pobladores que las conductas y las opciones que tomamos los miles de millones de personas que vivimos en las sociedades capitalistas.

Como es obvio, la mirada comparativa de Jared Diamond detecta muchos ámbitos en los que el progreso tecnológico y social nos ha beneficiado: nuestra sociedad no asesina ni bebés ni ancianos, como hacen algunas de las sociedades tribales analizadas. Tampoco sufrimos periodos de hambruna ni debemos estar constantemente alerta ante la posibilidad de ser atacados por una tribu rival. El modelo occidental nos garantiza seguridad, confort y una existencia más larga: la esperanza de vida occidental duplica la de las tribus estudiadas.

Un padre Aka y su hijo, de la selva ecuatorial africana
© Bonnie Hewlett

Pero no todo son beneficios, en el modelo industrial. Diamond detecta multitud de aspectos en los que las conductas tradicionales son más apropiadas que el modelo occidental hegemónico, por ejemplo en la manera de tratar a nuestros niños. Diamond defiende que la educación aloparental de algunas tribus, es decir, el hecho de que la responsabilidad sobre las criaturas recaiga en todos los adultos y no solo en los progenitores, es más beneficiosa que el modelo occidental, porque crea a niños más sociables, al haber recibido un abanico mucho mayor de influencias y modelos de conducta. En esta línea, también destaca los beneficios que suponen los juegos cooperativos de la mayoría de tribus en contraposición al egoísmo y la competitividad de los juegos de las sociedades capitalistas, y critica abiertamente el aislamiento y la asociabilidad que ha provocado la irrupción de las videoconsolas en nuestros hogares. Diamond también defiende que, en lugar de utilizar cochecitos para transportar a los bebés, se usen bandoleras atadas al cuerpo como hacen las sociedades tribales, basándose en estudios que demuestran que transportarlos en vertical y mirando adelante beneficia el desarrollo neuromotor de los niños.

A pesar de los beneficios innegables del mundo que hemos construido, en El mundo hasta ayer, ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales? Jared Diamond nos emplaza a deternos, a reflexionar, a mirar hacia atrás para aprender de nuestro pasado. A interrogarnos, por ejemplo, acerca de nuestra alimentación, que nos aboca a la diabetes, la hipertensión o la obesidad, enfermedades que en las sociedades tradicionales no han existido nunca. Sí, quizá vivimos en la abundancia, quizá somos ricos materialmente, ¿pero ello nos compensa a nivel social y emocional? Del mismo modo que los ecologistas defienden el «decrecimiento», quién sabe si nuestros hábitos y conductas también necesitan una «involución» urgente.

¿Quién es Jared Diamond?

Jared Diamond. Fuente: www.jareddiamond.org

Jared Diamond es biólogo y profesor de Geografía y Ciencias del medio en UCLA (California). Su pasión por la ecología y la observación de las aves le ha llevado numerosas veces a visitar Nueva Guinea, donde convivió con diversas de las tribus que analiza en El mundo hasta ayer, el libro que inspira la conferencia que dará en el CCCB el próximo sábado 19 de octubre. En 1998, Diamond ganó el premio Pulitzer de no-ficción por el ensayo Armas, gérmenes y acero, que combate el eurocentrismo y la idea de que los europeos se desarrollaron y expandieron por el mundo por causas genéticas o por ser más inteligentes y trabajadores. Diamond demuestra que los pueblos que vivían cerca del Creciente Fértil pudieron desarrollar la agricultura y realizar la revolución neolítica porque contaban con una ventaja decisiva respecto al resto, fruto del azar histórico: hay muy pocas especies de plantas silvestres y de animales salvajes aptos para domesticar, y la casualidad quiso que la mayoría se concentraran en la antigua Mesopotamia. También ha publicado Colapso, un extenso estudio de las causas que han llevado a algunas civilizaciones (como los mayas o las tribus de la isla de Pascua) a desaparecer, con la voluntad de que la sociedad actual aprenda de los errores del pasado.

El ciclo Evolución y cultura

Los recientes descubrimientos en los campos de la genética y de la biología evolutiva confirman que existe una relación íntima entre la biología y la cultura, y que el darwinismo actual plantea que la evolución de la especie humana no solo tiene una base biológica, sino también cultural. ¿Qué es natural y qué adquirido, en nuestras conductas? Para profundizar en estas reflexiones, hemos organizado el ciclo de conferencias Evolución y cultura conjuntamente con el B-Debate Internacional Center for Scientific Debate Barcelona, que traerán al CCCB a cuatro ponentes de referencia mundial.

Además de Jared Diamond, que estará en el CCCB el sábado 19 de octubre, también visitarán Barcelona el catedrático de Genética y de Genética de las poblaciones de la Universidad de Ferrara, Guido Barbujani, que el lunes 28 de octubre explicará «Ocho cosas para recordar acerca de la diversidad humana». El lunes 4 de noviembre será el catedrático de Biología de la UPF, Jaume Bertranpetit, quien hablará de «Pasado, presente y futuro de la selección natural en humanos», y cerrará el ciclo el codirector del equipo Atapuerca, Juan-Luis Arsuaga, que el lunes 11 de noviembre nos descubrirá aspectos desconocidos del Homo sapiens.

Podéis participar en el debate a través de Twitter con el hashtag #EvolucióiCultura

“Copié Moby Dick a mano”: los secretos de la escritura de Nadeem Aslam

2 de octubre de 2013 No Comments

CCCB © Jordi Gómez, 2013

Leemos novelas para pasar-lo bien, para saber más, o por el placer de dejarnos llevar por una buena historia, pero detrás de cada libro siempre hay un autor y un proceso de escritura singular, que puede ser largo o corto, placentero o tortuoso, y con unas técnicas y dinámicas propias que el lector pocas veces llega a conocer.

Durante su conferencia en el CCCB, el escritor Nadeem Aslam compartió con nosotros algunos de los secretos de su escritura, y habló de sus estrategias para escribir y sus inicios como escritor. Son consejos que agradeceran los aspirantes a escritor, pero también los amantes de la literatura en general y los lectores de El jardín del hombre ciego (Mondadori, 2013), su última novela.

En este primer fragmento, Aslam explica la importancia que tienen las libretas en su proceso de escritura. (Podéis escucharlo en el vídeo de la conferencia, minuto: 33:55)

Desde que tenía 20 años mantengo unas libretas donde apunto todo lo que me parece interesante: un comentario que me hagan, una imagen, una cita de un libro, algo que he visto por la calle… Tengo más de 100 libretas. Cuando me siento a trabajar y escribo un capítulo, cojo una de estas 100 libretas de manera completamente aleatoria, puede ser una libreta de hace 25 años o la que usé ayer, y luego tomo la primera anotación e intento encontrar un sitio en la página donde encaje. Si puedo colocarla lo hago, y luego marco con una cruz que he usado esa anotación para no repetirla. Después sigo con la segunda anotación, y con la tercera, y voy repitiendo el proceso hasta repasar toda la libreta. Al final del día, toda la página estará llena de pequeñas notas e ideas que luego añadiré al texto. Si luego lo repaso y no me gusta, lo borro y vuelvo a ponerlo en la libreta, no porque sea una mala idea, sino porque no debe ir allí, pero sé que tarde o temprano encontrare sitio para aquella anotación. [...] En un capítulo extenso puedo repasar cinco o seis libretas, por lo tanto a nivel práctico he estado escribiendo estos libros desde mi primera libreta, porque recogen pensamientos de cuando tenía 20 años. Además de la libreta también soy un ser humano, tengo una madre, un padre, sobrinos, novias…. Estas experiencias también entran en las novelas, porque la referencia principal siempre es mi vida. Puedo cambiar cosas para que se ajusten a la necesidades de la historia, claro, pero si quiero hablar de una madre en la novela, la referencia será mi madre.

La manera como Nadeem Aslam aprendió el inglés literario también es destacable. La familia del escritor se exilió en Inglaterra cuando él tenía 14 años, y para resolver sus problemas con la lengua inglesa empezó a leer a los grandes novelistas y hasta llegó a copiar sus obras a mano. (Minuto 41:40 de la conferencia)

En Pakistán no éramos ricos, éramos de izquierda. Si eres rico en Pakistán puedes enviar los hijos a escuelas donde se les enseña inglés, pero yo fui a colegios del gobierno donde te educaban en urdu, y cuando vine a Inglaterra a los 14 años tenía un inglés muy básico, del estilo «esto es una mesa, esto es el suelo ». En la escuela inglesa las asignaturas que me iban mejor eran de ciencias, porque en ciencias mi inglés no era importante, tenías que asimilar hechos y reproducirlos, y si lo hacías en un inglés malo no importaba. Pero los temas que me interesaban, literatura, historia, política o filosofía, para todas estas asignaturas era necesario escribir ensayos y argumentar, y yo no podía ni articular un párrafo. Fui a la universidad a estudiar ciencias, pero al tercer año, cuando ya hacía siete que vivía en Inglaterra, me dije que mi inglés no era suficientemente bueno para lo que quería hacer, que era escribir. [...] Como no había podido estudiar las asignaturas que me gustaban en el instituto, en la universidad o hacer un doctorado, me dije que los próximos diez años los dedicaría a esto. Entonces cogía una persona y le preguntaba « ¿Dime, quién es un buen escritor?». Me decía «Thomas Hardy», y luego yo iba y leía todo Thomas Hardy, desde su primera novela hasta la última. Preguntaba a una segunda persona «Dime el nombre de un buen novelista » y contestaba «Nabokov»,  entonces leía todos los libros de Nabokov. Leí Faulkner, Joyce, Conrad, Lawrence… Después quise saber que es un párrafo, cuantos pensamientos permite una página, que es una coma, para qué sirve un punto, y copié todo Moby Dick a mano. Copié As I lay dying  de William Faulkner, Beloved de Toni Morrison, El otoño del patriarca de Gabriel García Marquez, Lolita de Nabokov, Black Meridian de Cormac McCarthy… Aún las tengo, era antes de la máquina de escribir, lo hacía a mano. Era muy importante para mí.

Podéis ver la conferencia completa aquí 

El escritor británico Philip Hensher, próximo participante del cicle LLOCS/LUGARES/PLACES

Philip Hensher

La visita a Barcelona de Nadeem Aslam forma parte del ciclo “Llocs/Lugares/Places. Diálogos con escritores británicos”, organizado en colaboración con el British Council en el marco de Kosmopolis, en el que también participaran Philip Hensher, que vendrá al CCCB el próximo 8 de octubre, y Edward St. Aubyn, que nos visitará el 12 de noviembre.

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