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¿Qué significa ser humanos hoy?

5 de octubre de 2015 1 Comment

¿Qué significa ser humanos hoy? Desde la concepción hasta la muerte (y más allá), herramientas y tecnologías facilitan y configuran la vida de las personas. Hay muchos avances que, según las creencias, pueden ser absolutamente horribles o extremadamente emocionantes, pero los cambios más importantes se producen de manera sutil, en el día a día. Desde el momento en que suena el despertador (que muy posiblemente será el móvil), intervienen como parte integrante de la vida cotidiana diversas tecnologías ambientales, sociales y personalizadas, muchas de ellas inimaginables hace diez o veinte años. Nos levantamos y acto seguido consultamos el correo electrónico y las redes sociales. La revolución tecnológica se incrusta en nuestra experiencia vital y exige reflexión. Pero no hay tiempo. Otra petición de amistad. Otro toque, me gusta, comentario, recordatorio. Actividad multitarea, telecomunicación, actualizaciones y publicaciones, navegación, trols, memes, sucedáneos alimentarios, adaptación, evolución, revolución.

Ser humanos en 2015 es radicalmente distinto de serlo en 1915, 1815 o en el siglo xv. ¿Recuerdas cómo se percibía el tiempo cuando no estaba puntuado por mensajes de texto entrantes, buzones repletos y continuas decisiones sobre la conveniencia de actualizar el ordenador o los programas? ¿Imaginas cómo se percibirá el tiempo en el futuro, cuando se nos reclame insistentemente actualizar hardware y software, no solo del ordenador sino del propio cuerpo? Cuando la vida se haya prolongado radicalmente, ¿tendremos todo el tiempo del mundo, o solo nuevas expectativas sobre la forma de pasar el tiempo? La exposición +HUMANOS. El futuro de nuestra especie plantea posibles trayectorias futuras de la humanidad, teniendo en cuenta las implicaciones de tecnologías históricas y emergentes. ¿Cómo redefinen la cultura humana las nuevas tecnologías y qué interrogantes éticos suscitan? ¿Cuáles son los futuros que nos esperan y que anhelamos? ¿Cómo será ser humanos dentro de cien años?

Para crear el marco de esta exploración se han formulado cuatro temas generales: Capacidades aumentadas, Encuentro con otros, Diseñando el entorno y La vida en sus límites. Cada tema está representado por obras de arte, artefactos históricos, investigaciones científicas y productos comerciales, con la intención de mostrar las complejas, turbias y a veces contradictorias perspectivas que nos evoca.

Yves Gellie. Versión Humana

El signo «más» de +Humanos implica una dirección positiva para el futuro de nuestra especie. Ahora bien, ¿cuál? La mayoría de los avances del siglo xx se miden por su velocidad y eficacia (más rápido, mejor, más fuerte), pero el efecto secundario nos convierte en más gordos, más tristes y más exhaustos. Quizá el lema del progreso debería ser «blando, lento y sencillo», o «más feliz y más sano». Debemos replantearnos la definición de nuestras necesidades. ¿Para qué luchamos? ¿Cuál es nuestro ideal?

Muchas de las piezas incluidas en la exposición presentan la tecnología como algo que puede mejorar o facilitar la vida, pero muchas otras describen usos imprevistos de las tecnologías o futuras distribuciones desiguales. Un poderoso contrarrelato según el cual un futuro de +humanos sería un futuro sin humanos. Las enormes posibilidades y la rápida progresión de las tecnologías militares, junto con la inestabilidad política y el agotamiento de los recursos, nos obligan a considerar un futuro en el que la humanidad termina destruida por sus propias invenciones. Entonces, ¿en qué futuros potenciales debemos centrar la atención?

Cathrine Kramer es la comisaria ejecutiva de +Humanos.

Guido Barbujani: “Todos somos africanos”

23 de octubre de 2013 No Comments

De acuerdo con el conocido genetista italiano Guido Barbujani, la historia evolutiva de la humanidad revela que “todos somos africanos”. De hecho, si quisiésemos conocer a un “verdadero” europeo tendríamos que remontarnos a hace más de 30.000 años, cuando los últimos neandertales se extinguieron definitivamente. Nuestros ancestros son un grupo de individuos que habitaba en África oriental y hace 60.000 años se extendió con éxito por todo el planeta, mezclando su ADN hasta producir el de la humanidad actual. La historia de su viaje desde África, de las grandes migraciones prehistóricas que poblaron el planeta, está escrita en nuestro código genético y contribuye a explicar, según Barbujani, lo que sabemos hoy sobre la biodiversidad humana.

Guido Barbujani

De alguna manera, indica Barbujani, nos parecemos mucho a los atunes y los topos. A los primeros porque, como los humanos, tienen un alto nivel de movilidad geográfica y esto ha propiciado que durante milenios hayan intercambiado genes con individuos de procedencias muy diversas. A los segundos porque, como especie, hemos sido capaces de adaptarnos a ambientes muy diversos, desde los más cálidos hasta los más helados. La movilidad, la capacidad de adaptación y el mestizaje, las características del migrante, están inscritas en nuestro ADN. En una afirmación no exenta de provocación explica Barbujani que todos somos inmigrantes africanos, con un ADN muy diverso pero, aún así, parientes.

Esta gran movilidad, que ahora llamamos globalización, es un fenómeno que data de hace millones de años y que ha modelado nuestra especie. Los estudios sobre biodiversidad confirman esta continuidad y revelan intrincadas relaciones biológicas entre los individuos y las poblaciones. Así, dos bosquimanos que viven a sólo algunos kilómetros de distancia en África pueden estar situados en los dos extremos de la escala de variabilidad genética, mientras un asiático y un europeo pueden compartir más rasgos genéticos que dos personas de un mismo continente o una misma población.

Pero, ¿cuál es el peso de la genética en la configuración de nuestras identidades? ¿Qué sabemos hoy de nuestra relación biológica con otros individuos y poblaciones del mundo? ¿Cómo puede esto contribuir a entender y curar enfermedades y mejorar nuestras condiciones de vida? El genetista Guido Barbujani ofrecerá algunas claves para conocer más sobre la relación entre la genética, la cultura y la biodiversidad humana el próximo lunes 28 de octubre, a las 19:30h en el CCCB, presentado por Cristina Junyent. Lo hará en el marco del ciclo “Evolución y cultura”, que el CCCB organiza con B-Debate y que inauguró el biólogo  Jared Diamond la semana pasada con una conferencia sobre el riesgo y el peligro en las sociedades tradicionales.

En el ciclo “Evolución y cultura” también está prevista la participación del biólogo Jaume Bertranpetit (4 de noviembre) y el paleontólogo Juan-Luis Arsuaga (11 de noviembre). En twitter, #EvolucióiCultura.

Jared Diamond: ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales?

8 de octubre de 2013 3 Comments

Frontera tribal en Nueva Guinea
© Michael Clark Rockefeller

Las conductas tribales han determinado nuestra cultura y nuestro comportamiento desde que somos Homo sapiens. Cuando aparece la agricultura en el Próximo Oriente hace once mil años, las cosas empiezan a cambiar muy lentamente, pero no es hasta los últimos siglos que se consolida el modelo de vida moderna actual, con herramientas y máquinas, escritura, dinero, estados, leyes y los beneficios e inconvenientes que se derivan de ellos. De hecho, este «mundo moderno» industrial no es hegemónico: a pesar de que buena parte del planeta adoptó durante el siglo XX el modelo surgido enla Europa Occidental, todavía ahora hay rincones remotos donde la gente se organiza en tribus y se comporta como lo ha hecho durante milenios, conservando intactas muchas características de la vida de nuestros antepasados y los estilos de vida que dejamos atrás no hace muchos años.

Para escribir El mundo hasta ayer, ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales? (Debate, 2013), el biólogo y premio Pulitzer Jared Diamond ha buscado a estas tribus y ha estudiado sus conductas y hábitos, a menudo a base de convivir in situ con ellas durante largas temporadas. Este conocimiento de primera mano le ha permitido trazar los interesantes paralelismos y las divergencias entre las sociedades tribales y el modelo occidental de los que hablará el próximo 19 de octubre en el CCCB. En su libro, Diamond analiza la resolución de conflictos (desde la violencia ocasional hasta las guerras), la forma en que criamos a nuestros hijos, el tratamiento de los ancianos, la alimentación o las enfermedades de ambos modelos sociales. De sus observaciones en estos y muchos más ámbitos extrae una conclusión inicial reveladora: son mucho más diversos los comportamientos de las treinta y nueve tribus analizadas y sus pocos miles de pobladores que las conductas y las opciones que tomamos los miles de millones de personas que vivimos en las sociedades capitalistas.

Como es obvio, la mirada comparativa de Jared Diamond detecta muchos ámbitos en los que el progreso tecnológico y social nos ha beneficiado: nuestra sociedad no asesina ni bebés ni ancianos, como hacen algunas de las sociedades tribales analizadas. Tampoco sufrimos periodos de hambruna ni debemos estar constantemente alerta ante la posibilidad de ser atacados por una tribu rival. El modelo occidental nos garantiza seguridad, confort y una existencia más larga: la esperanza de vida occidental duplica la de las tribus estudiadas.

Un padre Aka y su hijo, de la selva ecuatorial africana
© Bonnie Hewlett

Pero no todo son beneficios, en el modelo industrial. Diamond detecta multitud de aspectos en los que las conductas tradicionales son más apropiadas que el modelo occidental hegemónico, por ejemplo en la manera de tratar a nuestros niños. Diamond defiende que la educación aloparental de algunas tribus, es decir, el hecho de que la responsabilidad sobre las criaturas recaiga en todos los adultos y no solo en los progenitores, es más beneficiosa que el modelo occidental, porque crea a niños más sociables, al haber recibido un abanico mucho mayor de influencias y modelos de conducta. En esta línea, también destaca los beneficios que suponen los juegos cooperativos de la mayoría de tribus en contraposición al egoísmo y la competitividad de los juegos de las sociedades capitalistas, y critica abiertamente el aislamiento y la asociabilidad que ha provocado la irrupción de las videoconsolas en nuestros hogares. Diamond también defiende que, en lugar de utilizar cochecitos para transportar a los bebés, se usen bandoleras atadas al cuerpo como hacen las sociedades tribales, basándose en estudios que demuestran que transportarlos en vertical y mirando adelante beneficia el desarrollo neuromotor de los niños.

A pesar de los beneficios innegables del mundo que hemos construido, en El mundo hasta ayer, ¿Qué podemos aprender de las sociedades tradicionales? Jared Diamond nos emplaza a deternos, a reflexionar, a mirar hacia atrás para aprender de nuestro pasado. A interrogarnos, por ejemplo, acerca de nuestra alimentación, que nos aboca a la diabetes, la hipertensión o la obesidad, enfermedades que en las sociedades tradicionales no han existido nunca. Sí, quizá vivimos en la abundancia, quizá somos ricos materialmente, ¿pero ello nos compensa a nivel social y emocional? Del mismo modo que los ecologistas defienden el «decrecimiento», quién sabe si nuestros hábitos y conductas también necesitan una «involución» urgente.

¿Quién es Jared Diamond?

Jared Diamond. Fuente: www.jareddiamond.org

Jared Diamond es biólogo y profesor de Geografía y Ciencias del medio en UCLA (California). Su pasión por la ecología y la observación de las aves le ha llevado numerosas veces a visitar Nueva Guinea, donde convivió con diversas de las tribus que analiza en El mundo hasta ayer, el libro que inspira la conferencia que dará en el CCCB el próximo sábado 19 de octubre. En 1998, Diamond ganó el premio Pulitzer de no-ficción por el ensayo Armas, gérmenes y acero, que combate el eurocentrismo y la idea de que los europeos se desarrollaron y expandieron por el mundo por causas genéticas o por ser más inteligentes y trabajadores. Diamond demuestra que los pueblos que vivían cerca del Creciente Fértil pudieron desarrollar la agricultura y realizar la revolución neolítica porque contaban con una ventaja decisiva respecto al resto, fruto del azar histórico: hay muy pocas especies de plantas silvestres y de animales salvajes aptos para domesticar, y la casualidad quiso que la mayoría se concentraran en la antigua Mesopotamia. También ha publicado Colapso, un extenso estudio de las causas que han llevado a algunas civilizaciones (como los mayas o las tribus de la isla de Pascua) a desaparecer, con la voluntad de que la sociedad actual aprenda de los errores del pasado.

El ciclo Evolución y cultura

Los recientes descubrimientos en los campos de la genética y de la biología evolutiva confirman que existe una relación íntima entre la biología y la cultura, y que el darwinismo actual plantea que la evolución de la especie humana no solo tiene una base biológica, sino también cultural. ¿Qué es natural y qué adquirido, en nuestras conductas? Para profundizar en estas reflexiones, hemos organizado el ciclo de conferencias Evolución y cultura conjuntamente con el B-Debate Internacional Center for Scientific Debate Barcelona, que traerán al CCCB a cuatro ponentes de referencia mundial.

Además de Jared Diamond, que estará en el CCCB el sábado 19 de octubre, también visitarán Barcelona el catedrático de Genética y de Genética de las poblaciones de la Universidad de Ferrara, Guido Barbujani, que el lunes 28 de octubre explicará «Ocho cosas para recordar acerca de la diversidad humana». El lunes 4 de noviembre será el catedrático de Biología de la UPF, Jaume Bertranpetit, quien hablará de «Pasado, presente y futuro de la selección natural en humanos», y cerrará el ciclo el codirector del equipo Atapuerca, Juan-Luis Arsuaga, que el lunes 11 de noviembre nos descubrirá aspectos desconocidos del Homo sapiens.

Podéis participar en el debate a través de Twitter con el hashtag #EvolucióiCultura

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