Centre Documentació i Debat

Ciudadanía, Internet y democracia. Sigue el debate en directo.

5 de noviembre de 2012 2 Comments

No hay duda de que los movimientos sociales y los ciudadanos en general han encontrado en la red y las nuevas tecnologías un nuevo abanico de posibilidades para crear y difundir sus mensajes y para incrementar la participación política. Nunca había sido tan fácil llegar con un solo click a cientos de personas. Sin embargo, cada vez más gente discute que Internet sea realmente un nuevo espacio para la deliberación y la acción política, o que la democratización en la producción y la difusión de la información que ha promovido la red haya contribuido a mejorar y profundizar la democracia. ¿Qué posibilidades ofrecen las nuevas tecnologías como herramientas para ejercer nuevas (y viejas) formas de ciudadanía?¿ Se ha producido un retorno de la política con la eclosión del activismo digital? ¿Qué significa el adjetivo “social” cuando hablamos de los nuevos medios y las nuevas redes? ¿Qué tipo de medios sociales alternativos son posibles? ¿Es realmente Internet un espacio abierto y libre?

Intentaremos responder a estas y otras preguntas durante las cinco sesiones del debate “Ciudadanía, Internet y democracia. ¿Una nueva esfera pública?” que inauguramos el próximo lunes 12 de noviembre con una conferencia del catedrático del Goldsmiths College James Curran, experto en las relaciones entre medios y poder, que nos hablará de los malentendidos en torno a Internet y la democracia. En las sesiones siguientes, el fundador del Institute of Network Cultures, Geert Lovink, hablará de los medios sociales alternativos, el profesor de la Universidad de Nueva York Nicholas Mirzoeff del movimiento Occupy y los nuevos medios, y la activista y crítico de los medios Evgeny Morozov los nuevos intermediarios digitales, como Google o Facebook, y de las limitaciones a la libertad en la red. También tendremos una mesa redonda para hablar sobre el ciberactivismo en los países árabes un año después de las oleadas revolucionarias de la primavera pasada con el ganador del World Press Photo 2012 Samuel Aranda, la activista hispano-siria Leila Nachawati y la periodista Mayte Carrasco.

¿Cómo seguir el debate en Internet?

Desde el CCCB estamos preparando una cobertura informativa del ciclo de debates Ciudadanía, Internet y democracia:

  • Podéis seguir y participar en el debate con la etiqueta #netdemocracy. Desde la cuenta de Twitter @cececebe tuitearemos las sesiones del debate y utilizando la etiqueta #netdemocracy podréis participar en la conversación y hacer preguntas a los ponentes.
  • En el blog del CCCB Lab podréis seguir la cobertura informativa especial http://blogs.cccb.org/lab/netdemocracy/ donde semanalmente publicaremos artículos y entrevistas a los participantes. Os informaremos de las actualizaciones del blog a través de Twitter.
  • El CCCB ofrecerá en directo por videostreaming todas las conferencias del ciclo, que posteriormente serán consultables en la web del CCCB y el Achivo CCCB.

Alimentación y superpoblación: los retos de la agricultura del futuro

30 de octubre de 2012 2 Comments

Stefano Padulosi, el ponente de esta semana en el debate “Alimentar el mundo”, nos explicó en qué consiste la biodiversidad agrícola y por qué es tan importante trabajar para su conservación. Son muy pocas las especies de alimentos (plantas y animales) en los que se basa actualmente la mayor parte de la alimentación mundial y, lo que es más peligroso, cada vez hay menos variedad dentro de estas especies, porque el mercado y la agricultura industrializada tienden a homogeneizar los cultivos. Esta desaparición de la biodiversidad de nuestros cultivos nos hace más vulnerables a la hora de poder hacer frente a crisis alimentarias, que cada vez son más frecuentes debido a la aceleración del cambio climático. Cada variedad tiene propiedades que la hacen más resistente a determinadas situaciones, climas y entornos, y por tanto, proteger la variedad agrícola nos permitiría adaptarnos mejor ante la incertidumbre de las condiciones futuras.

Com ha de ser l'agricultura del futur per poder alimentar a tothom?

Sin embargo, los retos de la alimentación en el futuro no sólo tienen que ver con el cambio climático, sino también con otro factor importante: el crecimiento de la población mundial. El debate sobre la posibilidad de alimentar a todos en un futuro es abierto y polémico. Hay expertos que aseguran que el problema no es la cantidad de alimento disponible sino su mala distribución, la disparidad de precios y, en general, las condiciones de un mercado que se ha vuelto global y que está dominado por grandes multinacionales.  Así, por ejemplo, muchos países que son grandes productores agrícolas se ven obligados a importar alimentos de primera necesidad debido a que sus producciones se dirigen a un mercado global, pero no llegan a los consumidores locales. Otras voces, sin embargo, sostienen que es inviable en las condiciones actuales poder producir alimentos para todos. Si no se encuentran maneras de intensificar y aumentar las producciones agrícolas, no habrá manera de abastecer las necesidades alimentarias en un futuro inmediato. Los que mantienen esta postura creen que las producciones agrícolas del futuro tendrán que depender en mucha mayor medida del progreso de las biotecnologías, que permiten elaborar cultivos genéticamente modificados de manera que sean más productivos, más nutritivos o más adaptados a determinadas condiciones climáticas.

Esta es la postura de nuestro próximo invitado, Wilhem Gruissem, catedrático de Biología de Plantas del Swiss Federal Institute of Technology de Zurich. Os adjuntamos un resumen de su conferencia y le invitamos a venir a un debate que, sin duda, será polémico:

Quin ha de ser el rol de les biotecnologies en una alimentació sostenible?

“Las proyecciones más recientes de las Naciones Unidas esperan que la población mundial llegue a 9.000 millones de personas en 2050. Para proveer suficiente comida para toda esta gente se debería incrementar la producción de los cultivos en un 50%. Las áreas de producción agrícola en uso están prácticamente en su límite y, sin embargo, hay que mejorar de manera significativa la producción de nuestros cultivos principales. Maíz, trigo, arroz, patata y mandioca son ricos en almidón y conjuntamente representan más del 85% de las calorías de carbohidratos que se consumen en todo el mundo. Las personas para las cuales estos cultivos son sus alimentos básicos a menudo sufren malnutrición porque las semillas, los tubérculos y las raíces de estas plantas no contienen suficientes vitaminas y minerales, como el hierro, para una dieta saludable. Pero, ¿sería posible conseguir la producción agrícola y las mejoras nutritivas que necesitamos con los actuales métodos de crecimiento y germoplasma en las condiciones de rápido cambio climático y usando métodos de producción agrícola sostenible? Para hacer frente a los retos del aumento de la población también debemos cambiar radicalmente la manera de hacer crecer nuestros cultivos. Las biotecnologías de plantas pueden hacer una importante contribución para alcanzar este objetivo. Pero esto también requiere una mejor educación de los consumidores y una mejor aceptación de los métodos modernos de crecimiento, incluyendo la tecnología genética, para poder asegurar una seguridad alimentaria sostenible para las futuras generaciones. “

Os esperamos para hablar de estas cuestiones el próximo lunes 5 de noviembre a las 19:30 h.

Debate en Twitter: #Alimentarelmón

El patrimonio de la agrodiversidad en peligro

25 de octubre de 2012 No Comments

La FAO calcula que hemos perdido un 90% de agrodiversidad

En la primera sesión del ciclo “Alimentar el mundo” se trató la cuestión de la seguridad alimentaria. Andreu Palou nos explicó el funcionamiento de las entidades europeas que regulan nuestros alimentos y nos introdujo los principales criterios que rigen las decisiones sobre la seguridad de estos alimentos. En la próxima sesión de este ciclo, que tendrá lugar el lunes 29 de octubre a las 19:30h, trataremos un tema distinto, pero igualmente importante cuando se trata de valorar el mundo de la alimentación. Con el título “Biodiversidad agrícola: oportunidades para un desarrollo agrícola”, Stefano Padulosi, investigador de Biodiversity International, nos hablará del impacto ambiental de las formas de producción agrícola industrializadas y, más específicamente, sobre el proceso de pérdida de biodiversidad agrícola que se está viviendo en todo el mundo desde mediados del siglo XX y los esfuerzos que se están haciendo para parar este proceso. La pérdida de la agrodiversidad es también una pérdida incalculable en términos de nuestra diversidad cultural: no en vano, “cultivar” y “cultura” son palabras con el mismo origen.

Algunos datos significativos en este sentido los proporciona la Food and Agricultural Organization (FAO): desde el año 1900 se ha perdido un 75% de la diversidad genética de las plantas, debido a que los agricultores han abandonado progresivamente sus cultivos tradicionales en favor de otros cultivos más homogeneizados; un 30% de las razas ganaderas tradicionales están en peligro de extinción (y 6 razas desaparecen, efectivamente, cada mes); hoy, un 75% de la alimentación del mundo se basa solamente en 12 plantas y 5 razas de animales; se calcula que hemos perdido un 90% de nuestras variedades de cultivos (más información aquí).

Con este marco, os avanzamos un resumen de la intervención de Stefano Padulosi que nos orienta sobre cómo hoy se trabaja para proteger la diversidad de los cultivos en el mundo:

El legado de la agrodiversidad: pinturas en Çatal Huyuk (Turquia) datadas del 6150 a.C.

“La agrobiodiversidad es vital para nuestra supervivencia. Los seres humanos han estado conservando las semillas de sus cultivos desde los inicios tempranos de la agricultura, hace más o menos 12.000 años. Desde entonces, la conservación en granja ha jugado un rol altamente estratégico por varias razones, desde biológicas, hasta económicas, culturales, ecológicas y sociales. Su contribución en la creación de sistemas productivos agrícolas resilientes no puede sobre enfatizarse estos días, sobre todo cuando está en pleno auge el debate del impacto del cambio climático a nivel mundial.

En los años 1900s, el científico ruso N.I. Vavilov, pionero de la conservación ex situ de cultivos agrícolas, condujo al establecimiento de más de 1700 bancos de germoplasma que continúan funcionando actualmente. El mayor impulso en la creación de bancos de germoplasma se presentó principalmente y como consecuencia de la revolución verde que causó a su vez el desplazamiento de miles de variedades tradicionales de alimentos básicos. Aunque estas Arcas de Noé modernas mantienen el número impresionante de 7.5 millones de muestras, la diversidad protegida en sus cuartos fríos de almacenamiento contiene mayormente unos pocos cultivos básicos y materias primas. Hoy en día la mayor parte de la agrobiodiversidad está conservada a nivel de granja. Estos dos métodos para preservar la agrobiodiversidad, la conservación ex situ e in situ, son altamente complementarias entre sí, y necesitan la misma atención de parte de los gobiernos, los donantes y los científicos. Sin embargo, hasta la fecha, la conservación in situ/en granja ha recibido poca atención. Los agricultores guardianes de esta agrobiodiversidad hacen frente hoy en día a muchos retos y por tanto la necesidad de apoyo hacia su trabajo es cada vez mayor. La conservación en granja está fuertemente ligada a nuestros sistemas alimentarios, dietas sostenibles y la preservación de nuestra identidad cultural.

Agricultoras en un mercado de productos locales en Indonesia

Esta conferencia explorará algunos de estos aspectos y ofrecerá la oportunidad de debatir acerca de varios temas que incluyen: Cómo afecta a nuestras vidas la pérdida de diversidad de cultivos y por qué nos debe importar? El modelo actual de industrialización es compatible con la conservación de la agrobiodiversidad? Cómo difiere la conservación de las especies de plantas silvestres de la de especies cultivadas? Qué sabemos acerca de la agrobiodiversidad conservada en granja y cómo podemos monitorear su pérdida? Cuál es la contribución que los individuos pueden hacer a la conservación de la diversidad de cultivos y tradiciones asociadas? Cuáles son las iniciativas a nivel internacional que apoyan la conservación en granja?”

Os esperamos para hablar de estas cuestiones el próximo lunes, 29 de octubre, a las 19:30h. Podéis seguir en debate en Facebook y en Twitter (#alimentarelmon)

Nuestro pan de cada día

16 de octubre de 2012 No Comments

Abrir la nevera y escoger unas verduras para la cena, o pasar por el supermercado y hacer la compra de la semana, o observar  los puestos de pescado en el mercado y decidir cual tiene mejor aspecto, o escoger unas golosinas sabiendo que son todo química… Hoy ninguna de estas situaciones cotidianas está exenta de cierto ruido de fondo: ¿Es bueno lo que comemos? ¿Podríamos comer mejor? ¿A quién escuchar cuando se trata de decidir sobre nuestra alimentación?

Imagen de un supermercado del fotógrafo Andreas Gursky

El mundo de la alimentación ha sufrido profundas transformaciones desde mediados del siglo XX. Con la tecnificación de las formas de producción de los alimentos, en pocos años se pasó de una agricultura y ganadería local, de pequeños productores, a producciones cada vez más intensificadas y deslocalizadas. El resultado de este proceso fue, para empezar, un aumento de los alimentos disponibles y un descenso de su precio, hecho que facilitó a la población el acceso de manera regular a alimentos que hasta entonces eran esporádicos y de lujo. Por primera vez en la historia de los países europeos, la gran mayoría de la población podía alimentarse con aquello que hasta el momento sólo había estado al alcance de pocos.

Pasados los años, nos hemos acostumbrado a esta abundancia y variedad en los alimentos disponibles, pero también aparecen dudas respecto a sus formas de producción y a la seguridad que nos ofrecen. La distancia entre productor y consumidor se ha multiplicado, de manera que cada vez nos resulta más inaccesible saber qué comemos. El mundo de la alimentación y la tecnificación que lo acompaña son complejos y es difícil para los no expertos interpretar las informaciones que nos llegan. Pesticidas, químicos, antibióticos, conservantes… y muchas otras palabras aparecen cuando hablamos de alimentación y despiertan nuestra inquietud, sin que sepamos muy bien a quien hacer caso. Por un lado, las autoridades responsables aseguran que nunca hemos comido productos tan seguros como los de ahora; por el otro, la aparición de casos de intoxicación, enfermedades o efectos secundarios de determinados productos (desde las vacas locas hasta, más recientemente, el caso de los pepinos intoxicados con la bacteria E. coli en Alemania) generan importantes crisis de confianza sobre nuestro sistema alimentario.

Los pesticidas agrícolas están en el centro de las polémicas alimentarias

Además, la sofisticación del mundo de la producción alimentaria no deja de avanzar. Hoy, el gran progreso de las biotecnologías hace que se pueda intervenir a unos niveles sin precedentes a la hora de producir alimentos. Las semillas de cultivos modificados transgénicamente, para poner un ejemplo por todos conocido, han estado en el centro del debate los últimos años, sin que podamos tener una conclusión clara de sus beneficios o perjuicios. Pero, más allá de si pueden existir efectos perjudiciales de su uso sobre nuestra salud (algo todavía no demostrado), es evidente que las consecuencias políticas y sociales de la extensión de los cultivos transgénicos en grandes áreas del mundo está produciendo un profundo impacto en las comunidades campesinas y en la biodiversidad agrícola.

Hoy, alimentarse se ha convertido en una necesidad cotidiana que oscila entre la sobreabundancia y la inseguridad, y no está exenta de connotaciones sociales, políticas y medioambientales. Un gesto sencillo que, sin embargo, genera dudas.

Para hablar de todas estas cuestiones, el CCCB y B·Debate organizan el ciclo de conferencias “Alimentar el mundo. Seguridad y sostenibilidad en la producción global de alimentos” que tendrá lugar del 22 de octubre al 8 de noviembre en el CCCB. Contaremos con la participación de expertos del mundo de la alimentación que nos hablarán de seguridad alimentaria (Andreu Palou y Pere Puigdomènech), de biodiversidad agrícola (Stefano Padulosi y Enric I. Canela), de biotecnologías (Wilhem Gruissem y Pere Arús) y de cómo es hoy nuestra cultura alimentaria (Jesús Contreras y Toni Massanés).

Os invitamos a asistir y esperamos que con este debate, que no estará libre de polémicas, podamos saber un poco mejor de qué está hecho nuestro pan de cada día.

Bodegón mural de la casa Julia Felix, Pompeya

Amin Maalouf: caminos de regreso

11 de octubre de 2012 No Comments

Amin Maalouf

Amin Maalouf es, seguramente, uno de los escritores de nuestros días que ha reflexionado de manera más consistente sobre la condición de extranjero. Él mismo, que se exilió del Líbano a causa de la guerra civil, ha explicado a menudo que se siente forastero en todas partes y reivindica la metáfora del viaje –el movimiento, la provisionalidad y la inestabilidad– para contrarrestar la violencia que a su parecer provocan las identidades cerradas y monolíticas, que se encuentran en el origen de la intolerancia y la discriminación.

¿Por qué entonces hablar de retorno con Amin Maalouf? ¿Es que hay caminos que lleven hacia atrás? Quizás tendríamos que hablar más bien de la imposibilidad de retornar: al país de origen después de una larga ausencia, al ímpetu y las pasiones de la juventud, a los amigos del pasado, a las utopías que nos hicieron creer que podríamos cambiar el mundo. Este es, se podría decir, el tema principal de su novela, la primera que publica después de diez años dedicado al ensayo y la escritura de libretos de ópera.

En Los desorientados, la maravillosa maquinaria de la ficción permite a Maalouf imaginar el regreso a su país de origen (que el lector identifica inevitablemente con el Líbano) de un profesor de historia que, como el mismo Maalouf, ha hecho del exilio una condición permanente y voluntaria. El protagonista de la novela, un historiador acostumbrado a enfrentarse al pasado y a recrearlo, se encuentra encarado con su propio ayer, con los fantasmas y los desengaños nacidos con el paso del tiempo y la distancia

Si existen o no caminos de retorno, si es o no posible regresar al pasado y ser allí algo más que un forastero, se lo podemos preguntar directamente a Amin Maalouf el próximo miércoles 24 de octubre, cuando visite el CCCB para conversar con la escritora Imma Monsó. Será a las 19:30 h: te esperamos.

Para empezar a abrir boca, puedes ver esta entrevista a Maalouf o leer, a continuación, el pequeño texto que él mismo ha preparado para presentar su novela Los desorientados (Alianza Editorial).

Imagen de previsualización de YouTube

Presentación de Los desorientados:

“Tengo, desde hace años, la impresión obsesiva de que el mundo al que pertenezco se desdibuja más cada día, y que podría desaparecer estando yo vivo. Mi novela ha nacido de ese sentimiento.

En Los desorientados, me inspiro con mucha libertad en mi propia juventud. La he pasado con amigos que creían en un mundo mejor. E incluso si ninguno de los personajes del libro corresponde a una persona real, ninguno es enteramente imaginario. Me he nutrido de mis sueños, de mis fantasmas, de mis remordimientos, tanto como de mis recuerdos.

Los personajes de mi novela habían sido inseparables en su juventud, y luego se habían dispersado, enemistado, perdido de vista.  Se reencuentran con motivo de la muerte de uno de ellos. Unos no han querido dejar su tierra natal, otros han emigrado a Estados Unidos, Brasil o Francia. Y los caminos que han seguido les han llevado en las direcciones más dispares. ¿Qué tienen todavía en común la dueña de hotel libertina, el empresario que ha hecho fortuna, o el monje que se ha retirado del mundo para consagrarse a la meditación? Algunas reminiscencias compartidas, y una nostalgia incurable por el mundo anterior.

Es cierto que su tierra natal es de las que llaman a la nostalgia. Lugar de enfrentamiento así como de coexistencia entre diversas tradiciones religiosas y culturales, lugar de riqueza intelectual y política durante sus años universitarios, ha conocido, desde entonces, una sucesión de conflictos armados que han alterado su carácter y creado esa impresión de un mundo que se desvanece. Algunos de ellos siguen pensando que su existencia no tiene sentido más que en ese país de equilibrios delicados, mientras que otros sienten que ya están fuera de lugar, y que no pueden volver más que de paso.

¿Ese país que no se nombra nunca es el país en el que he pasado yo mismo mis años de juventud? Sí y no. Lo he cogido indudablemente como modelo, pero sería vano buscar referencias precisas a lugares o fechas.

Lo que acabo de decir no es, sin embargo, más que una explicación a posteriori. La verdad, es que no he sentido, en ningún momento, que tuviese que llamar a ese país por su nombre. Lo cual es sin duda revelador de los sentimientos complejos que me inspira todavía. Y que me inspirará hasta el fin de mis días.”

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