El próximo jueves, 19 de abril, Paul Preston (Liverpool, Reino Unido, 1946) visitará el CCCB. En una conversación con la periodista Montse Armengou, el historiador inglés compartirá con nosotros sus reflexiones sobre aquello que no ha dudado en nombrar “el holocausto español”.
Con obras clave como La guerra civil española (Debate, 2006) o la biografía Franco: caudillo de España (Grijalbo, 1994), Paul Preston es reconocido como uno de los mayores expertos mundiales en la Guerra Civil española y el franquismo. Hace un año, Preston volvió a primera línea de la escena historiográfica internacional con la publicación de su estudio El holocausto español. Odio y exterminio durante la Guerra Civil y después (Debate, 2011; edición en catalán en Base, 2011). Esta obra ha sido unánimemente reconocida como uno de los retratos más ajustados de la espiral de violencia política que asoló la sociedad española desde el alzamiento militar de 1936 hasta los años de posguerra. Mediante un análisis meticuloso de fuentes directas e indirectas, y recuperando el trabajo de muchos historiadores locales que han documentado sistemáticamente las consecuencias humanas de la Guerra Civil, Preston ofrece un escalofriante testimonio de las masacres cometidas por el ejército golpista durante su avance, los excesos en la retaguardia republicana y la represión impuesta por el régimen franquista después del fin de la guerra.
A pesar de que Preston identifica testimonios de asesinatos, violaciones y detenciones sin garantías jurídicas, tanto en las zonas bajo control de los golpistas como en los territorios controlados por el gobierno republicano, su estudio concluye que estos episodios fueron significativamente desiguales en ambos bandos. En términos estrictamente cuantitativos, Preston apunta que la represión de los rebeldes fue tres veces superior a la registrada en la zona republicana. Desde un punto de vista cualitativo, el historiador inglés destaca un hecho reseñable: a diferencia de la represión sistemática emprendida por el bando rebelde para imponer un programa de exterminio de la disidencia y crear un clima de terror, la violencia del bando contrario tuvo lugar a pesar de las autoridades republicanas y no gracias a ellas. De hecho, Preston documenta los esfuerzos de los sucesivos gobiernos republicanos para restablecer el orden público y la represión incontrolada en sus territorios que, en diciembre de 1936, ya estaba extinguida en términos generales.
Un año después, la solidez del trabajo de Preston no ha perdido actualidad. Acontecimientos recientes continúan suscitando preguntas en torno a estos oscuros episodios del siglo xx español. Piénsese en las dudas sobre la continuidad de un proyecto estatal de recuperación de la memoria histórica y la reparación de las víctimas de la Guerra Civil; la publicación y financiación pública del diccionario biográfico de la Real Academia de Historia, que mitiga la violencia sistemática del alzamiento y el régimen franquista, o, particularmente, en el encausamiento reciente del juez Baltasar Garzón –cuyo argumento central para investigar los crímenes del franquismo coincide, de hecho, con una de las tesis centrales de la obra de Preston: que los militares golpistas siguieron un plan deliberado de detenciones, torturas, desapariciones forzosas y asesinatos basado en motivos políticos e ideológicos que se mantuvo durante el régimen franquista de postguerra. Cuestiones actuales y complejas que, sin duda, encuentran en la reflexión histórica y rigurosa de Paul Preston un sólido referente para tomar posición.