Después del 11-S, ¿nos planteamos las preguntas adecuadas para entender qué había sucedido?
Los acontecimientos posteriores a los atentados confirmaron que las tesis del choque de civilizaciones tenían fuertes adeptos entre la administración estadounidense y que la «cruzada» para combatir al terrorismo islamista sería la línea ideológica (y militar) que los Estados Unidos y sus aliados pensaban seguir. Desde entonces, los debates del Islam y su carácter supuestamente fundamentalista se han extendido, así como las voces que han denunciado esta lectura reduccionista y han intentado hacer valer la pluralidad de realidades del mundo musulmán. Entre estas últimas, la del escritor de origen indio Pankaj Mishra ha sido una de las más firmes y constantes. Gracias a su posición de persona a caballo de Oriente y Occidente y desde su tribuna en el periódico británico The Guardian, Pankaj Mishra ha aportado información, argumentos y mucha inteligencia para hacer frente a la delicada red de este debate que nos ha enredado en una retórica pro-Islam / anti-Islam ante la que la mayoría no teníamos ni conocimientos ni argumentos más allá del sentido común.
Mishra ha denunciado el esquema simplista en el que se han dejado caer muchos intelectuales en los últimos años, un fracaso tan importante como el militar o el económico, y que se concreta, como él afirma, en la incapacidad del pensamiento occidental para «entender su perpetuo “otro”» y para «captar la absoluta variedad, la cantidad de variables y la desconcertante interconexión del mundo globalizado». ¿Es, pues, el fracaso intelectual para entender el mundo post-11S la peor derrota de estos años?
Desde el otro lado del Atlántico, la periodista estadounidense Barbara Ehrenreich ha dedicado esta década a destapar, desde otra perspectiva, las falacias de la retórica post-11S investigando la realidad económica y social de la clase trabajadora norteamericana. Una realidad que ha explotado a raíz de la crisis económica, pero que ya arrastra desde hace décadas sus rasgos principales. Ehrenreich, poco antes de los atentados a las Torres Gemelas, ya se había puesto en la piel de la clase más desposeída de la primera potencia mundial, trabajando durante meses como camarera, mujer de la limpieza, vendedora del Wal-Mart y realizando toda una serie de trabajos de los peor pagados.
En su libro Por cuatro duros (RBA, 2003), fruto de esta experiencia, ponía encima de la mesa las condiciones inhumanas en que vivían millones de personas a merced de contratos precarios y salarios totalmente insuficientes. Pero el lenguaje incisivo de Ehrenreich ha tocado también a las clases más adineradas y la profunda desigualdad social del país de las oportunidades (This Land is Their Land, Metropolitan Books, 2008). En su último libro (Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo, Turner, 2011), Ehrenreich abandona las cifras económicas y se adentra en el terreno de la ideología para denunciar que todo ese precario sistema social se sostiene ayudado por la fuerza del «pensamiento positivo». Y es que en los Estados Unidos (y, por extensión, tantos otros países bajo su influencia social y cultural), la máxima de «querer es poder» se ha ido transformando en una dictadura sutil en la que el individuo se convierte en responsable último de su situación (personal, laboral, de salud, etc.). El éxito final del «pensamiento positivo» es lograr que millones de personas intenten mostrarse felices, optimistas y sobre todo individualmente responsables de su situación, en un contexto de quiebra brutal del sistema social y económico.
Mishra y Ehrenreich, desde sus respectivas aproximaciones, nos muestran el mundo que queda detrás de la retórica bélica y reduccionista que ha dominado el discurso posterior al 11-S. Su obra pone en evidencia que quizá las preguntas que nos planteamos tras los atentados no fueron las adecuadas. Pankaj Mishra afirmaba en uno de sus artículos que la mayoría de musulmanes europeos están más preocupados por el desempleo, la discriminación y la desigualdad que por levantar un nuevo califato. Y seguramente esta preocupación no afecta solo a los musulmanes, como Barbara Ehrenreich hace años que nos muestra con su trabajo.
Pankaj Mishra y Barbara Ehrenreich participan en el debate «11-S: El mundo diez años después», con una conferencia que tendrá lugar el 26 de octubre y el 2 de noviembre, respectivamente.