En el cortometraje de producción propia que inaugura esta nueva edición de Gandules, “Adiós dinero, ¡ahí te pudras!”, Félix Pérez-Hita parte de imágenes grabadas en las recientes acampadas en la Plaça de Catalunya, Sol y otros espacios públicos para mostrar que las protestas colectivas son una acción y no un estado pasivo de malestar.
En palabras de Agustín García Calvo, en quién se inspira el corto de Félix: “Nunca se dirá lo suficiente que hablar también es hacer. Hablar es hacer algo, y no un algo cualquiera, sino precisamente el algo más necesario en la lucha contra el poder, porque el poer se sustenta en la fe, y contra la fe sólo se lucha hablando, pensando, preguntando, discutiendo.”
Un ciclo de películas también sirve para hablar, pensar, preguntar o discutir. Porque filmar es hacer, una forma de actuar, criticar o reaccionar; pero también ver una película puede dar ideas, sugerir cambios en nuestra vida, iniciativas, nuevas historias.
Así, preservando la entrada gratuita, el libre acceso, en tiempos de severos recortes culturales, Gandules’11 quiere reforzar su valiosa característica de espacio abierto: un cine que nos permite entrar y salir libremente sin pensar en el gasto previo, y donde las películas cambian o se hacen diferentes al ser proyectadas al aire libre, en noches de verano y en un contexto tan peculiar.
Por eso, en este ciclo que agrupa películas que muestran y cuestionan el dinero como forma de poder, es tan importante empezar, mediante la producción de piezas nuevas, sincronizándose con lo que están pasado en las calles vecinas hoy en día, relacionando esta situación de crisis con ficciones sobre gente común y pequeñas comunidades sometidas a las leyes del dinero, desde el Japón de posguerra a la Inglaterra de principios del siglo pasado, desde París en los setenta a Cracovia o Nueva York hoy. “¡Acción!” para ver o pensar en aquello que se genera por debajo del poder, que lo subvierte y que no se puede cuantificar ni controlar: nuevas palabras e imágenes, posibles resistencias, fraternidades, aprendizajes, emociones.
Desde estrenos y películas recientes de Claire Denis, Kiyoshi Kurosawa o Paravel/Sniadecki sobre las periferias urbanas, el paro y la crisis contemporánea, al sobrio cine negro de Melville, el furioso cine punk de Kowalski, la afilada crítica del clasicismo por parte de Joseph Losey y Harold Pinter, pasando por la prostitución vista por Godard, la sensibilidad y el realismo de Hiroshi Shimizu (el último gran cineasta japonés clásico descubierto en Occidente) o el filme independiente norteamericano “The Exiles” (un insólito y nunca visto retrato de los indios americanos en la ciudad de Los Ángeles, filmado en los años 60): estrenos, filmes de culto, recontextualización de clásicos, en una programación que ofrece otros títulos, oberturas y perspectivas a la relación entre el cine y el dinero.
Gandules, aprovechando así su privilegiado contexto veraniego, propone el cine como un lugar de encuentros y descubrimiento de películas de todas épocas y lugares sin sentir que pertenecen al museo ni al tan cerrado circuito comercial: son la diversidad inagotable del cine y sus modos de sintonizarse con nuestro presente. Es ver algo distinto o lo mismo de una manera diferente.