La exposición “La Trieste de Magris”, entre bambalinas

3 de mayo de 2011 No Comments

No todas las exposiciones son iguales y “La Trieste de Magris” me la siento especialmente cercana. Como si me hubiera impregnado y me costara pasar página… Ha sido un proceso de trabajo emocionante e interesante a muchos niveles: laboralmente (¡todo un reto trabajar con equipos de fuera!); intelectualmente (descubrimiento de nuevos pensadores, lugares, culturas, relaciones), y humanamente, por todas las personas excepcionales que he conocido en este viaje.

Hemos trabajado con la complicidad y la colaboración del autor a quien estaba dedicada la muestra; con Giorgio Pressburger, el comisario, escritor y realizador de cine ―de origen húngaro― amigo personal del autor, y con una arquitecta milanesa, Paola Navone, de talento excepcional ¡y todo un personaje! Su equipo de jóvenes diseñadores nos ha sorprendido gratamente por su creatividad, su capacidad de trabajo y su gran tenacidad.

No era fácil porque contábamos con poco tiempo (¡una exposición como esta no debería prepararse con menos de un año y medio de margen y lo hicimos en 10 meses!); tampoco facilitaba las cosas logísticamente el hecho de que el comisario viviera en Trieste, ni que los diseñadores (tanto los del montaje como los de la gráfica) fueran de Milán… ¡Y no era nada práctico que los productores de la película que se ha grabado expresamente para la exposición vivieran en Gorizia!

Seguramente deberíamos haber realizado muchas más reuniones de trabajo, muchos más encuentros, más visitas de obra durante el montaje, más cambios de impresiones en vivo y en directo, etc. Pero hemos tenido que ingeniárnoslas con la comunicación vía teléfono (¡en otra lengua!), vía correo electrónico, ¡y usando los Sendspace, los Dropbox y los FTP como locos!

¡Los diseñadores gráficos han tenido que entrar correcciones en textos en catalán y en castellano! (en catalán hemos confundido algún «en» por algún «em»…). Todos hemos acabado hablando con un deje extraño y diciendo «tramonto» en vez de «crepúsculo» (es infinitamente más bello, ¿no creéis?).

Recopilación de imágenes de la exposición “La Trieste de Magris”. Fotografías: La Fotogràfica – CCCB -2011

No fue nada fácil pasar del «guión literario o científico» al «guión expositivo», es decir, el comisario tenía claros los temas que la exposición debía recoger: todos aquellos elementos culturales, geográficos, artísticos, etc., de Trieste que han configurado el universo de Magris, y al mismo tiempo la propia literatura, el pensamiento y la mirada del escritor, como el Caffé San Marco, la librería Antiquaria, el escritor Italo Svevo, el poeta Umberto Saba, la obra Microcosmos, el Danubio, los istrianos, etc. Pero debíamos concretar (¡y buscar en un tiempo récord!) con qué materiales y recursos lo haríamos: ¿con pinturas originales de los museos triestinos? (¡algunas las hemos presentado de forma un poco «irreverente»!), ¿reproducciones escenográficas de todos los espacios? (¡no podíamos ir por este camino de forma desmedida porque el presupuesto se nos habría terminado en la primera sala!), ¿documentos originales del escritor? (¡qué privilegio tener acceso a los archivos y documentos, «las matrices de trabajo» de este gran autor!), ¿audiovisuales? (tanto documentales históricos como piezas de nueva creación), fragmentos literarios, citas, sonidos, luz…

«¡Debemos tener el agua del Danubio en la exposición!», decía literalmente el comisario, «¡debemos traer las rocas del Carst triestino!» (¡eso sí lo hemos hecho! ¡Incluso con algún animalejo que se ha resistido a las fumigaciones pertinentes!), «debe notarse el viento de la Bora» (se nota, se nota…).

¿Cómo hallar el equilibrio y construir una obra sostenible (en todos los sentidos) pero que al mismo tiempo sea capaz de hablar de todos esos temas con una cierta profundidad y que emocione? ¡Lo hemos intentado y esperamos que os guste!

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