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Crónica del viaje de los Amigos del CCCB a Trieste

2 de noviembre de 2011 8 Comments

Liliana Antoniucci trabaja en el Departamento de Exposiciones del CCCB y coordinó la exposición del CCCB “La Trieste de Magris”. Con motivo de la exposición, el Centre organizó un viaje con el colectivo de AMIGOS del CCCB para conocer más a fondo la ciudad del escritor Claudio Magris. Liliana Antoniucci viajó con los AMIGOS y, en este artículo, relata sus vivencias en Trieste.

-Yo? Yo soy austríaca. –No! Tú eres italiana!

Veinticinco AMIGOS del CCCB visitan Trieste durante tres escasos días casi sin respiro entre visitas programadas. Estamos en el punto de inflexión entre dos meses de un otoño cálido y soleado como hacía tiempo que no veíamos. Estamos en Trieste, intrigados por una ciudad que entrevimos a través de una exposición temática, La Trieste de Magris.

Grupo de AMIGOS del CCCB con Italo Svevo, Trieste 2011

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Mi ciudad de postales

11 de julio de 2011 3 Comments

La Trieste de Magris‘ se despide este domingo del CCCB, y desde el blog VEUS hemos querido rendir homenaje a la exposición publicando la respuesta de Claudio Magris a todos aquellos que le escribieron una postal. Coincidiendo con el Día Internacional de los Museos, la actividad ‘Postales a Claudio Magris‘ recogió 139 mensajes al escritor triestino en media docena de idiomas, donde los visitantes le comentaban a Magris que les había parecido la exposición, le hablaban de sus libros o les recomendaban los rincones más literarios de nuestra Barcelona. A continuación podéis leer la respuesta que Claudio Magris dirige a todos ellos, una carta muy especial (traducida por Marta Hernández Pibernat) y de la que también podéis leer la versión original en italiano:

Mi ciudad de postales

No te conocía, dice una de las postales –en francés–, pero después de ver la exposición querría saber más de ti. En una página del catálogo de la misma exposición escribí que esta última quizá podría ser mi pueblo Potemkin, como los hermosos lugares imaginarios de cartón que el favorito de la zarina construyó para esconder la miseria de la realidad que había tras ellos. Y sin embargo las postales que he recibido de muchos visitantes –muchas postales de gente de distintos países, a este lado y al otro no solo de los Pirineos, sino también del océano– me llevan a entender, a realizar que esta maravillosa exposición (uno de los regalos más bonitos que he recibido en mi vida) es mi retrato.

Mejor dicho, el retrato de mi parte más auténtica, de mi modo de mirar, vivir y amar las cosas, que son mucho más importantes y significativos que mis garabatos. No trata de mí, sino de “Trieste a través de su persona”, como dice una de las postales. Y Trieste no significa solamente una ciudad, de por sí pequeña y modesta, sino una ventana para mirar el mundo, enmarcar la vida, explicar historias. Si esta ventana también les sirve a otros, si consigue reunir en un sentimiento múltiple y sin embargo común a estos nuevos amigos que se asoman desde su alféizar (en este caso, el borde del Carso triestino o el muelle que se adentra en el mar ante la Piazza Unità), el mérito, por supuesto, no es mío, sino de quien ha querido y ha creado la exposición –de Josep Ramoneda, Jordi Balló, Giorgio Pressburger, Paola Navone, y de las colaboradoras y los colaboradores que le han aportado una contribución creativa fundamental. Yo solo puedo sentirme orgulloso de haber dado la excusa para una creación artística que en gran medida me trasciende, que parte de mí i de mis libros para evocar, ilustrar, representar de un modo original una realidad peculiar que desde luego no es solo mía. El mérito es de quien la ha pensado y la ha montado si, como dice una de las postales que he recibido, permite a muchas personas “compartir un universo”.

Este montón de postales de visitantes –que me ha dejado estupefacto porque nunca habría imaginado un impulso generoso semejante de unos amigos desconocidos hasta entonces– es, a su manera, un concentrado de la propia exposición, una re-creación particular en una escala materialmente reducida pero extraordinariamente significativa. Con ellas podría construirse un fascinante castillo de postales, un fractal de la “Trieste de Magris”, que la contiene y reproduce. Para uno como yo –que cree que escribir, narrar es una forma de tender puentes entre distintas existencias, un desafío a la insoportable soledad de las criaturas, una religio, es decir, un lazo, como pretendían los narradores jasídicos–, esta ciudad de postales es un verdadero regalo.

Es una ciudad compuesta: en las postales está Trieste, está Barcelona, hay muchas otras cosas, halladas en un lugar del alma. Están dirigidas a mí, con una generosidad que me emociona profundamente; las recibo, todas ellas, como una ciudad de la que se me ofrecen las llaves. Es una ciudad del corazón –una de ellas lo dibuja–, o mejor de varios corazones. Lo que no es poco, en el desierto de enajenación y malentendido en el que se mueve la existencia de cada uno de nosotros. Nunca habría imaginado poder despertar los sentimientos de amistad, de proximidad, de afinidad espiritual que atestiguan estas postales. Sé muy bien que no he sido solamente yo, que no he sido yo quien ha despertado estos sentimientos; ha sido la exposición la que ha sugerido al alma de muchas personas el deseo de leer lo que he escrito y sobre todo, como escriben muchos, de ver mi mundo, de venir a Trieste. Pero también los premios que se reciben sin merecimiento calientan el corazón y me siento rodeado por el afecto que se expresa en estas postales.

Una de las postales a Magris enviada por los visitantes del CCCB

Debería responderlas una a una, porque todo diálogo es siempre entre dos, incluso cuando se extiende a un coro más amplio. Me ha impresionado la naturalidad, la desenvuelta espontaneidad de estos mensajes en una botella que el mar de la vida me ha traído. No hay en ellos demasiados cumplidos, alguien escribe que no ha leído ninguno de mis libros pero que envidia el cómodo sofá donde me siento para leer o escribir; algunas postales están muy llenas y otras solo contienen un dibujo o dos o tres palabras decisivas. En más de una se habla del deseo de andar conmigo por las calles de Trieste o de tomar un café charlando de lo que sea. Gracias, amigas y amigos.

El “no-lugar” triestino les parece a muchos no solo una carencia, una ausencia, sino un espacio casi feliz, una franquicia o una zona franca en la que pagar menos aranceles a la vida avara e insolvente. Trieste fascina a muchos. Ballena huidiza, múltiple: ¿existen más Triestes? Me lo preguntan. Algunos la sienten vital, pero otros ven en ella “inquietud” y “mucha tristeza”. Trieste es Trieste, pero es también un pequeño detalle incrustado en Barcelona como en el eclecticismo de un edificio modernista. Y los remitentes son personas de todas las edades, incluso una niña de doce años; algunas postales están firmadas por parejas o por familias enteras. Alguna habla de Danubio o Microcosmos, pero más de una menciona Verde agua, que contiene mi vida en un grado aún mayor.

Me pregunto si algún día me encontraré con estos amigos y amigas en cuya trayectoria ha entrado ni que sea un pequeño fragmento de mi existencia; en realidad el encuentro ya ha ocurrido, forma parte de mi historia y un poco de la suya y por lo tanto, en nuestra reducidísima dimensión, del universo. Las tengo sobre la mesa, estas postales, delante de mí, una flota de barquitas que me acompaña, aunque no sé hacia dónde. No me siento en absoluto el almirante de esta flota, como tampoco me siento protagonista de la exposición, pero no puedo negar la alegría e incluso la vanidad de ver mi nombre en cada postal, donde se escribe la dirección, como el nombre escrito en la parte trasera o en el costado de una barca. El nombre de la barca, en general, está escrito en letras más bien pequeñas, no puede verse y no destaca cuando se mira una vela que se desliza sobre el mar. Las velas, en este caso, son las palabras escritas en las postales, no el nombre que está escrito en la dirección.

Claudio Magris

Historia de un día: el #DIAMAGRIS

4 de mayo de 2011 No Comments

El 3 de mayo de 2011 para muchos fue el día que Barça y Real Madrid se enfrentaron en las semifinales de la Champions League o el día que se conocieron más detalles de la muerte de Osama Bin Laden. Claudio Magris lo recordará como el día que la Universidad de Barcelona lo invistió doctor honoris causa, y nosotros como una jornada de homenaje al escritor triestino a través de Twitter. Nosotros ayer celebramos el #DIAMAGRIS, un evento dedicado a difundir documentación, citas y recomendaciones sobre la obra del autor de “El Danubio”.

Usuarios de Twitter que participaron en el #diaMagris

Fuente: The Archivist (Haz clic para ampliar la imagen)

Storify del #diaMagris

Gracias a la implicación de muchos usuarios -en total 110 personas- se publicaran más de 400 tuits relacionados con Claudio Magris. La Universitat de Barcelona @ub_endirecte retransmitió la ceremonia de investidura de Claudio Magris, i desde las cuentas de @cececebe y @CCCBebeducacio se publicaron documentos, vídeos o fotografías sobre Magris y la exposición del CCCB “La Trieste de Magris”. El wikipedista @kippelboy actualizó la entrada de la Viquipèdia sobre Claudio Magris especialmente para el #diaMagris, @bibliotequesbcn informó de los libros del escriptor que se pueden encontrar en la Xarxa de biblioteques públiques de Barcelona y muchos otros internautas compartieron citas de Magris o recomendaron sus libros favoritos. Hemos hecho un resumen en Storify con una recopilación de la documentación, los vídeos, las fotografías, las citas y las recomendaciones que se compartieron durante el #diaMagris. Además en la cuenta Delicious del CCCB podéis consultar los enlaces tuiteados.

El resultado de la iniciativa nos ha permitido ver que, gracias a la colaboración de las redes, se puede conseguir recopilar mucha información interesante y útil sobre un autor. Una experiencia que recomendamos y que se podría aplicar a otras actividades culturales e educativas. Gracias a todos los que hicisteis vuestra contribución en el #diaMagris!

La exposición “La Trieste de Magris”, entre bambalinas

3 de mayo de 2011 No Comments

No todas las exposiciones son iguales y “La Trieste de Magris” me la siento especialmente cercana. Como si me hubiera impregnado y me costara pasar página… Ha sido un proceso de trabajo emocionante e interesante a muchos niveles: laboralmente (¡todo un reto trabajar con equipos de fuera!); intelectualmente (descubrimiento de nuevos pensadores, lugares, culturas, relaciones), y humanamente, por todas las personas excepcionales que he conocido en este viaje.

Hemos trabajado con la complicidad y la colaboración del autor a quien estaba dedicada la muestra; con Giorgio Pressburger, el comisario, escritor y realizador de cine ―de origen húngaro― amigo personal del autor, y con una arquitecta milanesa, Paola Navone, de talento excepcional ¡y todo un personaje! Su equipo de jóvenes diseñadores nos ha sorprendido gratamente por su creatividad, su capacidad de trabajo y su gran tenacidad.

No era fácil porque contábamos con poco tiempo (¡una exposición como esta no debería prepararse con menos de un año y medio de margen y lo hicimos en 10 meses!); tampoco facilitaba las cosas logísticamente el hecho de que el comisario viviera en Trieste, ni que los diseñadores (tanto los del montaje como los de la gráfica) fueran de Milán… ¡Y no era nada práctico que los productores de la película que se ha grabado expresamente para la exposición vivieran en Gorizia!

Seguramente deberíamos haber realizado muchas más reuniones de trabajo, muchos más encuentros, más visitas de obra durante el montaje, más cambios de impresiones en vivo y en directo, etc. Pero hemos tenido que ingeniárnoslas con la comunicación vía teléfono (¡en otra lengua!), vía correo electrónico, ¡y usando los Sendspace, los Dropbox y los FTP como locos!

¡Los diseñadores gráficos han tenido que entrar correcciones en textos en catalán y en castellano! (en catalán hemos confundido algún «en» por algún «em»…). Todos hemos acabado hablando con un deje extraño y diciendo «tramonto» en vez de «crepúsculo» (es infinitamente más bello, ¿no creéis?).

Recopilación de imágenes de la exposición “La Trieste de Magris”. Fotografías: La Fotogràfica – CCCB -2011

No fue nada fácil pasar del «guión literario o científico» al «guión expositivo», es decir, el comisario tenía claros los temas que la exposición debía recoger: todos aquellos elementos culturales, geográficos, artísticos, etc., de Trieste que han configurado el universo de Magris, y al mismo tiempo la propia literatura, el pensamiento y la mirada del escritor, como el Caffé San Marco, la librería Antiquaria, el escritor Italo Svevo, el poeta Umberto Saba, la obra Microcosmos, el Danubio, los istrianos, etc. Pero debíamos concretar (¡y buscar en un tiempo récord!) con qué materiales y recursos lo haríamos: ¿con pinturas originales de los museos triestinos? (¡algunas las hemos presentado de forma un poco «irreverente»!), ¿reproducciones escenográficas de todos los espacios? (¡no podíamos ir por este camino de forma desmedida porque el presupuesto se nos habría terminado en la primera sala!), ¿documentos originales del escritor? (¡qué privilegio tener acceso a los archivos y documentos, «las matrices de trabajo» de este gran autor!), ¿audiovisuales? (tanto documentales históricos como piezas de nueva creación), fragmentos literarios, citas, sonidos, luz…

«¡Debemos tener el agua del Danubio en la exposición!», decía literalmente el comisario, «¡debemos traer las rocas del Carst triestino!» (¡eso sí lo hemos hecho! ¡Incluso con algún animalejo que se ha resistido a las fumigaciones pertinentes!), «debe notarse el viento de la Bora» (se nota, se nota…).

¿Cómo hallar el equilibrio y construir una obra sostenible (en todos los sentidos) pero que al mismo tiempo sea capaz de hablar de todos esos temas con una cierta profundidad y que emocione? ¡Lo hemos intentado y esperamos que os guste!

El 3 de mayo de 2011 celebramos el #DIAMAGRIS

29 de abril de 2011 No Comments

Jornada de h0menaje al escritor itailano Claudio Magris

Coincidiendo con la investidura de Claudio Magris como doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona, el próximo 3 de mayo celebraremos el #DIAMAGRIS, una jornada dedicada a difundir documentación, citas y materiales multimedia sobre la figura del escritor italiano y sobre la exposición del CCCB “La Trieste de Magris”.

Twitter será uno de los principales canales de comunicación de la jornada, que se podrá seguir utilizando la etiqueta #DIAMAGRIS. Podréis contribuir a la conversación sobre Claudio Magris con vuestros comentarios y siguiendo las voces del CCCB en Twitter: @cececebe y @CCCBeducacio.

La cerimonia de entrega del honoris causa a Claudio Magris en la Universidad de Barcelona se podrá seguir en directo por Internet el próximo 3 de mayo a partir de las 12 del mediodía.

Sigue en directo la investidura #streaming

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