¿Por qué duele el amor?

17 de febrero de 2011 No Comments

¿Cómo ha cambiado el amor romántico con la llegada de la modernidad? ¿Son diferentes nuestras miserias sentimentales de las de, por ejemplo, Emma Bovary? ¿Sabemos más hoy sobre las agonías del amor y el desamor de lo que sabían nuestros predecesores?

El próximo lunes 21 de febrero, a las 19:30 h., Eva Illouz hablará de estas y otras cuestiones relacionadas con “El amor, la razón y la ironía” en el marco del ciclo de debates “Crisis”. Y es que quizás es cierto que sí sabemos algo más sobre el amor, pero eso no nos ahorra dificultades ni sufrimiento en nuestras incursiones sentimentales. ¿Por qué duele el amor?

Es un lugar común y no discutido en nuestra sociedad que nuestros patinazos sentimentales sólo tienen un culpable: nosotros mismos –una psique débil, una infancia traumática, un yo vulnerable– y que, por tanto, “sólo” haciendo algunos ajustes en nuestro cuarto oscuro podremos alcanzar la felicidad que promete el amor romántico. A contracorriente, Eva Illouz defiende que esta idea de que nosotros y nuestra historia personal somos los únicos responsables de nuestros fracasos sentimentales no se sostiene. Y propone un cambio de perspectiva: a pesar de Freud y de la psicología clínica, el amor es sobre todo un producto social, modelado por relaciones y disposiciones institucionales concretas.

El objetivo de Eva Illouz es analizar, desde la sociología, cuáles son las transformaciones que ha sufrido el amor romántico en la sociedad contemporánea: ¿cómo se estructura hoy la voluntad en el terreno amoroso? ¿Qué queremos y cómo intentamos ponerlo en práctica con nuestra pareja? ¿Cómo se constituye el reconocimiento del otro y qué nos hace atractivos o vulnerables? ¿Cómo se activan nuestros deseos eróticos y románticos? El amor encarna, Illouz dixit, las formas de sufrimiento social generadas por las dificultades propias de la modernidad: la necesidad de reconocimiento, la dificultad para escoger y establecer un orden de prioridades, o el hecho de vivir en un estado crónico de ambivalencia y de incertidumbre.

¿Y entonces?

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