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La lista musical más romántica del verano

15 de julio de 2015 No Comments

Estos meses centrales del año, con el calorcito, las vacaciones y todas las horas del día para disfrutarlas, son también los de las aventuras y el amor. Por esto, la programación de Gandules – Gas Natural Fenosa de este año lleva por título “Amor en punto de fuga”. A lo largo de tres semanas, proyectaremos películas con el amor como protagonista. El amor heterosexual, el amor homosexual, el amor reprimido o el amor explosivo.

Y como el amor también es el protagonista de las canciones de nuestra vida, hemos decidido crear una lista musical con aquellos temas que, por un motivo u otro, nos remiten al amor o al enamoramiento. Y hemos pedido a varios expertos en música que la empiecen con sus temas favoritos.

Albert Salinas, Wooky, co-director del festival Lapsus, recomienda Strange Emotion, de Jessy Lanz, incluida en el ábum Pull My Hair Back [Hyperdub, 2013]

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Elijo esta canción porque desde mi punto de vista define muy claramente la incertidumbre de este sentimiento que crece dentro de ti cuando te enamoras, una serie de emociones extrañas que uno no tiene muy claro si rechazar o recibir con los brazos abiertos. En definitiva, la dificultad de descifrar si lo que empiezas a sentir es amor de verdad o sencillamente un espejismo.

Ingrid Guardiola, coordinadora del ciclo BCNmp7, recomienda tres canciones:

I put a spell on you es una canción escrita por Screamin’ Jay Hawkins y versionada por casi todo el mundo. Es un tema al servicio del erotismo salvaje y de la chifladura revitalizante. Los que se la hicieron suya a posteriori le dieron una gravedad que no se encontraba en la original.

Ne me quitte pas de Jacques Brel es la más bella humillación de amor. En algunas versiones el trémolo del piano de fondo se corresponde con el trémolo de sus enormes incisivos. “Déjame ser la sombra de tu sombra, la sombra de tu mano, la sombra de tu perro”, declama Brel entre sudores, lágrimas y saliva, buscando el drama en sus humores, hipnotizando el público y la cámara de televisión con su rostro desencajado

Mickey Baker era el profesor de Sylvia Robinson y formaron banda (Mickey & Sylvia)  y sello, aunque cuando una  escucha temas como Dearest sólo puede imaginarse amor entre los dos, puro amor. Es una canción sencilla sobre el amor de pareja y sobre el envejecer juntos a pesar del propio pesar del tiempo.

Miqui Otero, co-director del festival Primera Persona, elige If this is love I’d rather be lonely, de The Precisions. 

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Todos nos ponemos algo melodramáticos, y también ridículos, cuando hablamos de amor, ¿no? Pues hagámoslo a lo grande: con estribillo, violines agazapados en las esquinas y grandes trompetas. Siendo muy pero que muy bocazas. Queriendo cantar sobre el amor y haciéndolo sobre desamor. Es decir: si esto es amor, cáspitas, ¡casi que preferiría estar solo!

Mery Cuesta, programadora de la sesión “Metalúrgias” de BCNmp7 elige dos canciones:

24 hours from Tulsa, de Gene Pitney.

Cariño: estaba a sólo 24 horas de casa, me paré a tomar un café, me enamoré de la camarera de la gasolinera, y que me esperes sentada. Increíble y sorprendente trama la del padre de familia que lo deja todo por un amor fugaz de carretera en la dulce voz de uno de los crooners más significativos de los 60, que rubrica el tema en plan confesión: “Así que no volveré a casa nunca, nunca… más”.

Johnny, remember me, de Johnny Leyton

Pocas canciones representan de manera más romántica una historia de amor con espectro de por medio. En 1961, Jonh Leyton se ponía en la piel de un hombre que perdió a su novia, pero que a veces sigue oyendo su voz sobrenatural diciendo desde el más allá “Johnny, Recuérdame….” Una producción crepuscular con el sello del singular productor Joe Meek: reverbs, ectoplasmas y coros fantasmales.

Joan S. Luna, periodista musical y programador de la sesión “Metalúrgias” de BCNmp7 elige tres canciones: Our song, de The XX; Skinny love, de Bon Iver, y The One I love, de REM, en la versión de Sufjan Stevens

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Lo cierto es que me sorprende que a la hora de elegir tres canciones de amor me vengan muy pocas a la cabeza, por lo menos en el sentido más eufórico del concepto amar. Digamos que suelo conectar mucho más con la cara más melancólica del amor (y del desamor, claro está).

Podría haber elegido tres temas que tomasen líneas muy distintas en lo lírico y en lo musical, pero he preferido seleccionar tres que mantengan un espíritu parecido y que transmitan un sentimiento muy concreto frente al amor. Estas tres canciones podrían parecer tristes -de hecho lo son-, pero ¿no era el amor algo muy complicado y complejo?

Sergio Silva, director del festival Emergència!, elige dos canciones:

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Bad things, de Tricky, incluida en el ábum Premillenium Tension

Porqué decir amor si lo que realmente supura esta canción es sexo?

Tricky siempre ha sido el ejemplo escenificado del sexo sin amor, sucio y oscuro que pone imágenes a tus sueños prohibidos.

Gene Clark, de Teenage Fanclub, dins l’àlbum Thirteen

Aquel invierno del 97 fue especialmente duro… el frio y la lluvia estuvieron presente casi cada día. Mientras, la bobina derecha del casete finiquitaba los últimos cms de música… era el momento d rebobinar y poner aquella canción que tanto me recordaba a ella.

Todo y que los años han pasado siempre le estaré agradecido por tener el valor de decirme aquella frase lapidaria. Gracias a ella no solo cambié el rumbo de mi vida sino que además encontré a la persona que durante tantos años me ha aguantado y a la que tanto quiero.

Y tú, ¿qué canción elegirías? Compartela con nosotros en las redes socials con la etiqueta #gandules15 y entre todos haremos la lista más romántica del verano, que se podrá escuchar cada día antes de la proyección y también en Spotify: Amor en punt de fuga – Gandules Gas Natural Fenosa.

BCNmp7: Metalúrgias

30 de mayo de 2015 No Comments

El futuro del cliché

Mery Cuesta

El metal es un género musical fuertemente estereotipado. Alrededor de él se han establecido una serie de imaginarios bien definidos que actúan como emblemas de orgullo pero también como estigmas. Estas señas de identidad fijas y reconocibles se construyen, primero de todo, sobre el concepto de oscuridad: el color negro predomina en la cultura del metal ponderando el espíritu a la contra, esto es, la simpatía hacia el otro lado de la luz. Sobre este sombrío telón de fondo, desfilan las inevitables tachuelas de metal (tililantes como minúsculas estrellas), el áspero apresto del cuero, elementos pop como chapas o cruces invertidas, las largas cabelleras, y la sempiterna calavera, que con su aliento metafísico se erige históricamente como el símbolo subcultural por excelencia. Para acabar, perfúmese este amasijo de un intenso olor a cerrado y a testosterona.

Este compendio es en sí mismo, según el imaginario popular, un jevi o un metalero. Una prueba del algodón que demuestra la fuerte estereotipación asociada al género y a sus acólitos reside en la misma existencia de la parodia dentro del mainstream: desde la película This is Spinal Tap, hasta la madrileñísima Isi Disi, o aquel anuncio de 2007 de la ONCE de los jevis en la playa (“el premio más heavy de la ONCE”, decía el slogan), demuestran que la señas de identidad del heavy y el metal – indistinguibles para la generalidad de la esfera social- están fuertemente adheridas al inconsciente popular, pues es capaz de descodificarlas y, en consecuencia, reírse de ellas.

F/E/A

Y lo cierto es que a la sociedad ya le conviene estereotipar el metal, pues estereotipar – y ni digamos parodizar – las subculturas es domesticarlas. Poder reírse de los jevis y sus pintas es desactivarlos. Ridiculizar al otro es un mecanismo típicamente humano para perder el miedo a lo extraño. Y es que las subculturas vienen a ser como quistes en el sistema, esto, es, nódulos o grupúsculos que con su diferencia hacen que la sociedad vea amenazada la estabilidad que procura la homogeneidad. Para sobrevivir y conservar el espíritu a contrapelo que da razón de ser a lo subcultural, el metal debe evolucionar, unido, pero alejándose paulatinamente de los clichés. No se trata de encerrarse en uno mismo, de cocernos en nuestro propio jugo, sino de evolucionar nuestro sabor hacia nuevos confines. Esta evolución pasa por las alquimias con otras músicas, los recambios de ambición y la conquista de nuevos espacios.

También pasa por la ruptura y el divertimento estético. Me pedían hace poco unas declaraciones para un programa de Radio Euskadi dedicado al metal llamado “El bueno, el feo y el malo”, preguntándome si se puede ser jevi o metalero sin vestir como el cliché que comentábamos al principio. Yo digo que sí, que se puede porque el metal es una pasión que principalmente va por dentro. Yo digo que juguemos al despiste con los que encasillan y parodian. El futuro del cliché siempre debe ser el de desintegrarse y volverse a reintegrar de manera cíclica, reincorporando nuevas sustancias en cada mutación.

La parte por el todo

Joan S. Luna

Si existe un género al que parte de la crítica y ciertos sectores de los aficionados a la música alternativa ha tratado injustamente a lo largo de los años no cabe duda de que es el metal. Lastrado por algunos de los tópicos asociados desde sus inicios al heavy metal, sus detractores han confundido en infinidad de ocasiones la parte con el todo, errando el punto hacia el que disparaban una y otra vez sus dardos envenenados. Mientras a otros géneros incluso menos inquietos se les atribuían propiedades casi sobrehumanas, al metal se le trataba con ese desprecio que solamente puede dar el desconocimiento. Se le recluía en esas mazmorras oscuras y llenas de monstruos en las que supuestamente sucedían las historias que se nos contaban en muchos y muchos discos.

Obsidian Kingdom

Pero mientras, fuera, libres y sin ataduras, infinidad de artistas experimentaban con aquellas primeras herramientas que los pioneros habían puesto en sus manos. Retorcían las reglas que solamente algunos consideraron inamovibles, deconstruían conceptos a la búsqueda de nuevos horizontes, provocaban cruces bastardos con otros géneros, aportaban novedades inimaginables y, con ello, ensanchaban el universo del metal. Así nacieron y evolucionaron, así nacen y evolucionan, así nacerán y evolucionarán infinidad de nuevos creadores que llevarán un paso más allá unas fronteras estilísticas que cada día quedan más difuminadas. Conforme eso sucede, el metal se aleja de los tópicos, crece, madura y se gana el respeto de muchos músicos y aficionados que entienden que siempre hay que sumar y nunca restar en cuestiones musicales.

Ahora, décadas después de que alguien rasgase una guitarra de un modo distinto dando pie al nacimiento de un nuevo sonido, la familia del metal ha crecido hasta límites insospechados expandiéndose en infinidad de subgéneros y evitando el anquilosamiento.

Maud the moth

De ahí la necesidad de dar forma a algo como Metal·lúrgies. Porque queremos mostrar la diversidad del metal, porque queremos que salga a la luz su vocación experimental, porque queremos romper con los tópicos, porque queremos darle la relevancia que muchas veces se le niega, porque nos sentimos orgullosos de haberle prestado tanta atención a una música que toma mil caminos, formas y discursos, que adora la velocidad extrema y la lentitud más ceremonial, que puede levantar catedrales de sonido sobre guitarras eléctricas o puede echar mano de la electrónica para amplificar su crudeza y su fiereza. Y para ello nada mejor que compartirlo. Dejémonos llevar por la improvisación, por la electricidad y por la fiereza. Hagámoslo y, sobre todo, disfrutemos del camino juntos.

La sesión “Metalúrgias” del ciclo BCNmp7 tendrá lugar en el CCCB el 4 de junio. Más información en este enlace: http://www.cccb.org/es/musica_i_art_escenic-bcnmp7_metallrgies-153168

Los 5 dubs favoritos de STA

11 de marzo de 2015 No Comments

Pope, líder y fundador de STA, escoge cinco temas de dub que explican el discurso sonoro de su grupo.

1) Lee Perry – Black Board Jungle

Máster de los másters de la creación en el estudio, mago del sonido… Qué se puede decir de Lee Perry… Está a la altura de los mejores productores de música de todos los tiempos. Un genio. Esa intro, con la voz y la batería… Éste disco es un imprescindible.

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El virus del groove y el beat

4 de marzo de 2015 No Comments

Las escenas locales están en peligro de extinción. Sin embargo, a pesar de la homogenización cultural, el arte persiste. La creatividad y la pasión de la expresión colectiva es parte del espíritu artístico de las ciudades. Las escenas sonoras han jugado un papel decisivo en la creación del relato cultural y han sido las impulsoras de la actividad local a través de la música popular, creando un vínculo de comunidad experimentadora e integración social. Las escenas han creado redes de sociabilidad que han dado forma al consumo cultural, a la creación y a la construcción de una identidad autóctona. De ellas parten los primeros pasos que dan pie a una visión de la música como una herramienta que afecta al orden expresivo pero también, y sobre todo, al orden de acción real. Las escenas están casi siempre en el límite cero de la música.

Panorama: Barcelona Negra en el BCNmp7 quiere reivindicar la importancia de las escenas musicales locales y sus activistas. Y lo hacemos en un momento en el que están perdiendo su protagonismo porque el peso de la globalización cultural las está aniquilando. La sesión pone el foco de atención, en concreto, en la escena de música negra de Barcelona. La música de raíz afroamericana está presente en nuestra ciudad desde hace décadas y sirve de telón ideológico para articular la pulsión creativa de los muchos estilos afiliados a ella: funk, dub, soul, jazz, hip hop, disco, blues y muchos más.

Desde la escena jazzística de los 60 y 70, que capitalizó la maestría de Tete Montoliu, hasta el novísimo movimiento de las bandas de funk y soul, Barcelona ha sido escenario de grandes movimientos de música negra. Sin hacer ruido ni pedir protagonismo, los grupos y artistas de aquí con raíces creativas afroamericanas han construido una escena abierta y de gran riqueza musical.

Hoy, en esta primera sesión de BCNmp7 de 2015, nos fijamos en esta riqueza a través de tres artistas que saben echar la vista atrás para proyectar hacia adelante: STA, una formación con conexiones mallorquinas que trae el dub jamaicano a un terreno completamente contemporáneo; The Slingshots (probablemente el grupo más vibrante de la escena funk actual en Barcelona; y Griffi, para muchos el productor más relevante y futurista de la historia del hip hop nacional, gran amante del funk y el electro de todas las épocas.

Jaime Casas y Carles Novellas son los programadores de la sesión BCNmp7 Panorama: Barcelona Negra, que tendrá lugar el próximo 12 de marzo en el CCCB.

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