El actor, director y guionista catalán Iván Morales, miembro de la asociación de proyectos audiovisuales y teatrales Prisamata, dirige el montaje Jo mai, que podrá verse en el Teatro del CCCB, del 25 al 28 de julio a las 20h, en el marco del Grec Festival de Barcelona.
Jo mai se define como un cuento de género negro sobre un grupo de chicos y chicas que quieren formar, en el bar abandonado Amparo, la familia que nunca tuvieron. Los actores Marcel Borràs, Àlex Monner, Oriol Pla, Laura Cabello y Xavier Sáez protagonizan esta obra, en la que los personajes se esfuerzan para encontrar su sitio en el mundo.
Antes que se estrene Jo mai, dentro de la programación GREC EXPERIMENTAL CCCB el Grec y el CCCB organizan, el sábado 29 de junio a las 19h en el mismo Teatro, el “Día JO MAI: Todo sea por los amigos”, una actividad que propone profundizar en el retrato de los protagonistas de la obra como si les conociéramos en el Bar Amparo.
Jo mai © Helio Reguera
En esta sesión, Iván Morales presentará dos piezas audiovisuales que ha dirigido con una historia cercana a Jo mai: el cortometraje Dibujo de David (2007) y el videoclip At the gates de Nitch. Este grupo musical barcelonés, autor de la banda sonora de “Jo mai”, pondrá el punto final a la actividad con una actuación en directo.
Entrevistamos a Iván Morales, que nos habla del protagonismo de los jóvenes y de la amistad en su obra, de los referentes que le han conducido a tratar estas temáticas y de la situación actual del teatro en Cataluña.
¿Qué relación existe entre las historias de la obra Jo Mai, las del cortometraje Dibujo de David y las del videoclip At the Gates del grupo Nitch?
Cuando dirigí Dibujo de David supongo que no terminé de vaciar muchas de las inquietudes que tenía dentro y que intenté explorar. El proyecto de Jo Mai hacía tiempo que me daba vueltas por la cabeza ya en aquella época, pero cuando me puse a escribirlo por primera vez fue tras el rodaje de Dibujo de David, y no podía dejar de imaginarme a aquel actor que había descubierto gracias a aquel cortometraje, Marcel Borràs.
Helio Reguera, el líder de Nitch, ya salía, también, en Dibujo de David, como figurante dentro de la fiesta. Cuando me hizo descubrir su banda me dejó flipado: ¡¡¡con quince años ya era líder de un grupo de Rock’n’Roll!!! Cuando hablamos de realizar un videoclip juntos y, asimismo, de hacer la música para Jo Mai, lo más lógico fue intentar que aquellos dos proyectos se aunaran y dirigir un vídeo que diera imagen a su música, y que al mismo tiempo nos sirviera para descubrir algo más a los personajes del Bar Amparo. Con la ayuda de Pau Mirabet (director de fotografía) y de Vep Culleré (montador), y los demás actores de la obra (Àlex, Laura, Oriol, Xavi), nos pusimos a jugar y experimentar, llevando al límite a los personajes de Jo Mai en situaciones clave, rodando cinco días diferentes para solo cinco minutos de resultado final. At the gates es el resultado.
Los jóvenes son protagonistas de estas tres historias. ¿Por qué?
La adolescencia me interesa, obviamente, a nivel temático, pero existe algo más esencial en los tres proyectos que citas, más allá de la edad de los protagonistas, y es la amistad.
Sin embargo, debo decir que uno de los momentos más felices de mi vida fue asistir a una función de Sé de un lugar (otra de las obras de la Cia. Prisamata), un montaje protagonizado por personajes entre los treinta y los cuarenta años, al que uno de los actores de Jo Mai, Oriol Pla, llevó a treinta compañeros suyos de clase, menores de edad en aquel momento. La energía, la libertad, la falta de prejuicios culturales y la pureza con la que este público se enfrentaba a nuestra pieza constituyeron una de las experiencias teatrales más poderosas que nunca he vivido. Aquella noche tuve muy claro que era una buena idea hacer un espectáculo como Jo Mai.
¿Con qué referentes o experiencias has contado en el momento de crear Jo Mai?
Mi vida, la de mis amigos y conocidos, los libros de Elmore Leonard, las películas de Jacques Tourneur, el Super-Rawal, Tyler the Creator, The Brothers Size, Zanardi d’Andrea Pazienzia, los Hermanos Marx, Piter Pank, la Complicité, Jacques Audiard, el libro de mitología griega que me regaló mi madre cuando era pequeño…
En alguna entrevista has dicho que Jo Mai es «un cuento de género negro adolescente» cuya intención es ofrecer «una experiencia parecida a la de ir a ver un grupo de rock adolescente en su local». ¿Hasta qué punto la música de Nitch desempeña un papel importante para hacer vivir esta experiencia al público?
Helio Reguera es el director musical y él se ha encargado de que, tras los intérpretes de Jo Mai también haya, en sus propias palabras, «una puta banda».
La obra Jo Mai tiene un blog en el que explicáis parte del proceso de creación. ¿Por qué?
Es nuestro trabajo que el público conozca lo que hacemos y, un poco, cómo lo hacemos. Usamos las herramientas que están a nuestro alcance para hacerlo. No sé si la gente ya lee blogs, pero también es una forma de dejar constancia, por nosotros mismos, de nuestro proceso.
¿Cómo crees que la crisis económica y, más en concreto, la crisis del teatro convencional están dando paso a nuevos formatos alternativos en las artes escénicas y a nuevos públicos del teatro?
La crisis existe, económica, política, social… Crisis del teatro convencional, no lo tengo tan claro, quizá sería un debate muy extenso. En lo que sí estaremos de acuerdo, probablemente, es en que existe una situación de mierda general que nos afecta a las personas, y, obviamente, ello nos obliga, a quienes queremos dedicar la vida a explicar historias, a tener una responsabilidad extra a la hora de plantearnos nuestro trabajo, a la hora de hacerlo llegar, a ser aun más rigurosos con lo que ofrecemos al público y cómo se lo ofrecemos, a no hacer cualquier cosa para levantar, o mantener, nuestro chiringuito, y a buscar fórmulas y soluciones creativas, aunque sean económicamente precarias, puesto que parece que las cosas no son tan fáciles de llevar a cabo como hace unos años.
Una buena noticia puede ser que hemos aprendido la lección: ahora quizá estamos entendiendo que no son los medios que utilices los que harán que tu obra sea o no cutre, sino desde dónde la haces y por qué la haces.
¿Hay espacio en los circuitos habituales de teatro para las creaciones más experimentales?
Afortunadamente, si no hay espacio ya no es un problema tan importante como antes. Una parte del público está entendiendo, asimismo, que puede disfrutar de una gran experiencia teatral en cualquier sitio.
El Teatro CCCB no es un teatro convencional: es un espacio blanco, no tiene una programación estable y no está dentro de los circuitos oficiales, entre otras cosas. ¿Cómo crees que afecta eso a tu propuesta?
No lo sé. Lo veremos cuando la estrenemos. De momento, es un lujo participar dentro de este ciclo, junto con Ernesto Collado, y dentro del Grec. Nuestro ideal sería llenar el teatro de gente que habitualmente va al teatro, de gente que más bien va a exposiciones, de gente que va a conciertos, y de gente que no va a ninguno de esos tres sitios pero que intuye que aquí, en el Bar Amparo, quizá, podrá vibrar un buen rato.