¿Qué géneros y formatos sobrevivirán a la revolución digital y a la crisis económica? ¿Qué tipo de exposiciones serán visitadas por los nativos digitales? ¿Cuáles serán sus pautas de consumo cultural? ¿Qué efectos provocará el exceso de información y cuáles son las herramientas para crear un mundo inteligible? ¿Evolucionarán las webs institucionales hacia portales de contenido? ¿Cuál es el futuro de los archivos analógicos y digitales? ¿Qué alteraciones sufrirá el concepto de “programación”?
Estas son algunas de las preguntas que las instituciones culturales se plantean y tratan de resolver hoy en día. En un momento en el que los escenarios y los públicos cambian con gran rapidez, saber responder a estos retos es uno de los desafíos de los espacios culturales.
Por ello, el CCCB ha creado el Premio Internacional a la Innovación Cultural, un proyecto integrado en las acciones del vigésimo aniversario y que se ha desarrollado desde el CCCBLab, el departamento de investigación e innovación en el ámbito de la cultura del CCCB.
¿Por qué un premio a la innovación cultural?
Desde que en 2007 acuñamos el término I+C+i para definir las actividades que organizaba el departamento, nos hemos dado cuenta de que existe una gran reserva de creatividad dentro y fuera de las instituciones culturales. Parte de esta creatividad, sobre todo la que se desarrolla más allá de nuestro ámbito, no nos llega o no termina por desarrollarse, por eso queríamos que se supiera que estamos aquí, que deseamos desarrollar esta creatividad, que como institución pública estamos al servicio de la ciudadanía.
¿Cuáles son las líneas de trabajo en que se basa el premio?
El premio será bienal, y la idea es plantear un tema en cada edición, que sirva para reflexionar desde todos los puntos de vista sobre dicho tema. Para la primera convocatoria se tratarán los públicos, porque este es uno de los grandes retos de las instituciones culturales para los próximos años. Queremos saber cómo ha evolucionado el concepto “público” en un momento en que las fronteras entre espacio físico y virtual se diluyen, cuáles son las necesidades de estos nuevos públicos.
¿Quién puede presentarse al premio?
Cualquier persona, grupo o colectivo que quiera responder a estas preguntas y ofrezca un proyecto de creación, producción y presentación de contenidos culturales cuyo formato, tema o modo de gestión respondan de manera innovadora al tema planteado.
¿Qué criterios de selección se aplicarán?
Tratándose de un premio en innovación, la novedad y originalidad serán dos valores a tener en cuenta. Por supuesto, también se valorará el rigor conceptual y metodológico, así como la capacidad para ofrecer soluciones aplicables. Otro criterio para el jurado será la transversalidad de las acciones y los métodos: que el proyecto incorpore en el ámbito cultural procesos y dinámicas de otras disciplinas para enriquecer las de las instituciones culturales. Finalmente, se valorarán las propuestas orientadas a reducir las brechas existentes en el ámbito sociocultural y el uso y cuidado del espacio comunitario.
Estos criterios servirán para que el jurado pueda escoger 10 proyectos de los cuales uno resultará ganador del premio, valorado con 10.000 euros. El premio es internacional pero busca ofrecer soluciones glocales a los retos que se plantean las instituciones en el futuro más próximo.
Un jurado de alcance internacional
También por este motivo, el jurado está formado por expertos del mundo de la cultura cuyo trabajo se desarrolla en distintos ámbitos. Son los siguientes:
. Nina Simon, directora del Museo de Arte e Historia de Santa Cruz, es experta en procesos participativos y creó en 2006 el blog Museums 2.0, uno de los primeros en analizar el impacto de lo digital en los museos. Es, además, autora de un libro, The participatory museum, que incide en el tema de investigación de esta primera edición del Premio.
. Marcos García es director del MediaLab Prado, un laboratorio ciudadano de producción, investigación y difusión de proyectos culturales y tiene una larga experiencia en procesos participativos en instituciones culturales.
. Conxa Rodà es la responsable de estrategia digital del Museu Nacional d’Art de Catalunya y ha sido jurado de Museums and the Web y MuseumNext, los dos encuentros sobre museos 2.0 más importantes del panorama actual.
. Johan Moerman es el director del Festival de Rotterdam y el responsable de Audiences Europe Network, la red europea de instituciones que estudian los públicos en el campo de la cultura.
. Mark Miller dirige Tate Collectives, un departamento de la Tate Gallery de Londres que se ocupa específicamente del público joven y que ha conseguido implicar a los adolescentes en la programación del museo.
. Finalmente, Juan Insua, como responsable del departamento CCCBLab, es el representante del CCCB en el jurado del premio, y atesora también una experiencia de más de 20 años en el campo museístico, desde el comisariado de exposiciones hasta el desarrollo de proyectos innovadores, como Kosmopolis. La fiesta de la literatura amplificada, Now. Encuentros en el presente continuo o el mismo I+C+i antes mencionado.
No querríamos terminar este artículo sin mencionar la imagen gráfica que acompaña al Premio, creada por el estudio DesignbyAtlas, fundado por Astrid Stavro y Pablo Martín, quien ha ganado este año el Premio Nacional de Diseño. Astrid Stavro ha utilizado la tipografía escheriana Utopia de Pete Rossi para transmitir la idea que define este premio: la innovación.
Toda la información y bases de la convocatoria del primer Premio Internacional a la Innovación Cultural está disponible en esta web: http://www.innovationcccb.org/