Póngamonos verdes: gestión ambiental y responsabilidad social en entidades culturales

5 de octubre de 2011 1 Comment

El 27 de septiembre se celebró la II Jornada de Cultura y Medio Ambiente organizada por la Fundació Pau Casals y el Museu d’Art de Girona. Nosotros acudimos a ella con el deseo de ver cómo están trabajando otras instituciones en el marco de la gestión ambiental.

Los enfoques de las ponencias fueron diversos, desde los más teóricos hasta los más técnicos y prácticos. Se trataron asimismo diferentes aspectos desde la historia de la implantación de sistemas de gestión ambiental en Cataluña hasta ejemplos prácticos de actuación en instituciones de varias características y tamaños.

Assumpta Farran, directora general de Calidad Ambiental del Departament de Territori i Sostenibilitat, abrió la jornada desarrollando la historia de la implantación de sistemas de gestión ambiental en Cataluña. Evidentemente se inició en el marco industrial y no es aproximadamente hasta el año 2000 en que se empieza a trabajar en el sector servicios (sobre todo en el ámbito del turismo). Hacia 2007 se empiezan a analizar las instituciones culturales intentando establecer cómo se podría incorporar el rol ambiental en la gestión cotidiana y empezar a trabajar para obtener la certificación ambiental de estas instituciones.

Por certificación ambiental se entiende básicamente el cumplimiento de las normativas ISO 14001 y EMAS. Para la obtención de esta certificación debe demostrarse que la institución enfoca su gestión hacia la calidad y la sostenibilidad. En este sentido, Núria Ballester, directora de Vil·la Museu Pau Casals (la institución más pequeña entre las que han obtenido la certificación en Cataluña), trató los aspectos legales de tipo medioambiental y de obligado cumplimiento para cualquier equipamiento público, así como aquellos que son necesarios para la certificación (ISO 9001, ISO 14001 y EMAS).

Entre los requisitos legales más importantes está la obtención de la licencia ambiental, la revisión de aparatos electrónicos, los planes de emergencia, el control de la contaminación acústica, la gestión de residuos, el control de emisiones, el control de las instalaciones industriales (climatizadores, elevadores, compresores, etc.), así como el control de plagas y microorganismos.

Asimismo, Carme Martinell Callicó, del Museu d’Art de Girona, detalló cómo implantaron el sistema de gestión de calidad para obtener la ISO 9001 y después el de gestión ambiental para lograr la certificación ISO 14001 – EMAS. En definitiva, han elaborado todo un nuevo sistema organizativo orientado hacia la calidad y la sostenibilidad.

Para profundizar en el método que hay que seguir para poder lograr los requisitos legales e implementar el plan de gestión, Sandra Roses, responsable de Medio Ambiente del Museu de Montserrat, detalló la necesidad de establecer procedimientos para detectar, controlar y corregir, en su caso, las operaciones que puedan tener un impacto significativo sobre el medio ambiente.

II Jornada Cultura y Medio Ambiente. Foto: Kippelboy

En el Museu de Montserrat utilizan una formulación matemática (magnitud x frecuencia x severidad) que les permite evaluar los aspectos ambientales y determinar, así, cuáles son los aspectos más significativos y que requieren control y seguimiento. De este modo se establecen registros de consumo tanto de agua como de energía y combustibles, realizan planes de mantenimiento preventivo de las instalaciones e implementan sistemas de ahorro. Todo ello debe ser medible, de modo que pueda verificarse si las correcciones establecidas son de utilidad. También desarrollan un plan de gestión de residuos y un control de las emisiones y de los productos peligrosos con los que se pueda llegar a trabajar en la institución.

Yendo todavía más al detalle, es interesante comprobar algunos de los proyectos específicos que suponen los planes de gestión. Así, Ramón González, responsable de mantenimiento de la Fundació Miró, detalló el proyecto de ahorro de energía relacionado con la iluminación que están realizando.

Para optimizar la carga de luz han sustituido la totalidad de proyectores (unos 600) por otros dimerizables; han optimizado el tiempo de iluminación en las salas de exposiciones a través del encendido y apagado automatizado de las luminarias con un sistema de control de horarios, y han optimizado la potencia absorbida por cada aparato al sustituir las bombillas por otras nuevas de bajo consumo. Además, están realizando una prueba piloto en una de las salas de sustitución de estas mismas bombillas por LED, de modo que pueda analizarse la vida real de las bombillas, así como su calidad lumínica y cómo afectan a la contemplación de la obra expuesta.

II Jornada Cultura yMedio Ambiente. Foto: Kippelboy

Otro caso práctico sería el que presentó Xavier Abelló, jefe de Mantenimiento del MNAC, que explicó los principales aspectos del Plan de Gestión de Residuos que han desarrollado e implementado a lo largo de 2010 y 2011. Incluye una primera fase de evaluación y una segunda de desarrollo y planificación de la segregación de residuos. Además, propone y detalla las fases futuras de prevención que se implementarán en 2012.

También estaban presentes representantes de AENOR para quienes las normativas deberían ser entendidas como una hoja de ruta que ayuda a la institución a establecer sistemas de gestión y que le facilitarán el desarrollo de su actividad y el control de sus acciones. AENOR considera que se trata de una labor que ya se está llevando a cabo en las principales instituciones culturales y que poco a poco va calando la necesidad de su implantación.

Además, propusieron un segundo paso que sería trabajar los aspectos indirectos, es decir, hacer que las instituciones culturales funcionen como altavoces, de forma que al difundir su trabajo en los aspectos medioambientales puedan provocar que este tipo de prácticas se extiendan. Así, propusieron comunicar las acciones medioambientales que lleve a cabo la institución (tanto mediante los servicios didácticos como las campañas de difusión), así como incluir estos aspectos en la contratación con terceros.

En la línea de lo que trató la representante de AENOR, Manel Guerrero, del Centre d’Arts Santa Mònica, habló de la participación del público y de los canales de comunicación. Precisamente detalló las acciones de comunicación y participación que han establecido en el Arts Santa Mònica para dar a conocer el plan de gestión ambiental que están desarrollando. Además, en sus programas educativos han incluido y potenciado los temas relacionados con el medio ambiente.

Para la consecución del éxito del plan de gestión ambiental han propiciado la participación de todos los trabajadores. Inicialmente designaron entre la plantilla a un coordinador y a un técnico de medio ambiente, que han sido los ejes centrales del desarrollo del proyecto, pero se realizaron campañas informativas para implicar a toda la plantilla, cada uno en su campo de acción laboral.

En el turno de preguntas fue destacable la intervención de Josep M. Masip, de la Direcció General de Qualitat Ambiental, quien citó que están trabajando para la creación de un distintivo de calidad ambiental que no supone una certificación pero que sí se trata de un primer paso.  Sería un reconocimiento para aquellas instituciones que hayan iniciado unas pautas de acción encaminadas a la sostenibilidad, aunque todavía no hayan alcanzado la certificación. Indicó, además, que hasta ahora han existido ayudas para las empresas que se encaminan hacia el etiquetado ecológico (o hacia el distintivo de calidad medioambiental en este caso), pero que no se dieron en 2011. Sin embargo, se espera que se retomen en 2012.

Salvador Cardús en la II Jornada Cultura y Medi Ambiente. Foto: Kippelboy

Todos los ponentes coincidieron en que la implementación de sistemas de gestión tanto de calidad como de medio ambiente y seguridad es un proyecto que debe fluir desde la dirección de cualquier institución y debe llegar e implicar a la totalidad de la plantilla. Además, la obtención de la certificación no es el final del camino, sino que es el establecimiento de una forma de trabajar de forma continua.

Por último, Salvador Cardús aportó una visión externa sobre la responsabilidad social de las instituciones culturales, no solo en materia medioambiental sino también en otros aspectos, como promotores de cambios y adaptación al nuevo escenario sociopolítico o como creadores de ciudadanía e identidad.

Hay que remarcar que este tipo de encuentros son fundamentales tanto como escaparate de experiencias como para el intercambio de conocimientos entre los profesionales del sector cultural, y ponen en contacto a instituciones que trabajan con unos mismos objetivos.

Comentaris
  1. Neus Moyano dice:

    Vale, quan ens posem a treballar al CCCB?

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