Hoy se cumplen 30 años del accidente nuclear de Chernóbil, en Ucraina, una de las catástrofes ambientales y humanas más graves de la historia. Actualmente la zona todavía está contaminada, con un millón y medio de residuos radioactivos, y se considera que será inhabitable durante cuarenta mil años.
«Aquellos que vivieron Chernóbil son los supervivientes d ela Tercera Guerra Mundial», escribe la Premio Nobel de Literatura 2015 Svetlana Aleksiévich, que estará en el CCCB el próximo 18 de mayo en el marco de la programación contínua Kosmopolis. En la novela La pregària de Txernòbil. Crònica del futur (editada en catalán per Raig Verd), la autora retrata las vidas de las personas que (sobre)viven después del accidente en una realidad durísima que todavía no se ha entendido, según Aleksiévich. «Cualquier cosa puede matarte – el agua, el suelo, una manzana, la lluvia. Nuestro diccionario está desfasado. Todavía no hay palabras ni sentimientos para describirlo».
El año 2006 el CCCB produjo la primera exposicion que existía en aquel momento sobre la catástrofe y sus consecuencias en la historia contemporánea, Érase una vez Chernóbil. El catálogo de la muestra, disponible en librerías especializadas, recoge artículos de pensadores que explican y analizan lo ocurrido. En el catálogo, el filósofo Josep Ramoneda decía que la historia de Chernóbil estavba «llena de experiencias personales punzantes: gente obligada a desplazarse que vivió a la vez el hundimiento de su patria y la destrucción de su medio natural y familiar; gente que lo perdió todo; gente que ya no se sintió capaz de moverse y optó por una especie de clandestinidad en el universo de la contaminación.»