BCNmp7. El rock progresivo de los setenta en la Península

17 de junio de 2013 No Comments

Àlex Gómez-Font, programador de la sesión del BCNmp7 El rock progresivo de los 70 en la Península, explica cómo surgió su interés por este fenómeno musical.

Vivimos en un país en el que se valoran poco las aportaciones culturales hechas por los de casa. Por el contrario, las aportaciones foráneas siempre son muy bien recibidas, idealizadas y reverenciadas hasta extremos que a veces pueden resultar ridículos. Si a esto añadimos que, en muchos casos, los que se han preocupado de escribir nuestra historia han mirado hacia otro lado o han preferido obviar ciertos sucesos culturales, nos damos cuenta de que nos encontramos ante un problema grave, casi catastrófico, que nos condena a la mediocridad más absoluta. Sin embargo, hay quien tiene la suerte de haber tenido unos padres o abuelos que formaron parte de los sucesos y vivir aquellas historias. Otras no las conoceríamos si la casualidad y la curiosidad no nos llevaran a descubrir los hechos. Pero vayamos por partes, dejadme que os cuente cómo llegué a descubrir la escena del rock progresivo de finales de los años sesenta y primeros de los setenta del pasado siglo. No deja de ser curioso y hasta cierto punto surrealista que fuera a través de Salvador Dalí y Paco de Lucía.

En la adolescencia, los referentes musicales de nuestro país que conocía eran los que me habían tocado vivir a mí, como el fenómeno del rock catalán, o por la música que había en casa, donde se escuchaba la Nova Cançó, con especial debilidad por Joan Manuel Serrat o conjuntos y solistas míticos del yé-yé como el Dúo Dinámico o Los Sirex. Estas etapas han sido ampliamente documentadas y reivindicadas. No obstante, en plena adolescencia, cuando sentí el gusanillo del rock y las guitarras eléctricas, me encontré con la necesidad de buscar y hallar nuevas expresiones musicales. Con cierta facilidad llegué a la interesante escena de finales de los sesenta y primeros setenta, que de alguna manera puso los cimientos de lo que sería la historia de la música popular hasta el día de hoy. Así me vi maravillado ante el surgimiento del movimiento hippy, el verano del amor, The Beatles, el paso a la distorsión absoluta y el power trio de Jimmy Hendrix Experience, Cream, la fuerza de bandas como The Doors, Canned Head, Grateful Dead y así un largo etcétera. Festivales como el de Woodstock, la isla de Wight… Es evidente que estas formaciones, propuestas y movimientos sociales tuvieron eco en todo el mundo y en el nuestro no podía ser menos, aunque, por lo que parecía, aquí no habían dejado rastro a simple vista. Quizá el hecho de que aquellos años se vivieran bajo una dictadura y que, en muchos casos, cuando llegó la democracia se terminó con todo lo anterior y una nueva generación enterró a los predecesores, ayudaron a establecer ese vacío. Pero yo seguía sin acabar de entender cómo era posible que nada de esto hubiera tenido eco o continuidad en nuestro país. Hasta que llega un día en que la casualidad y la curiosidad por Salvador Dalí me hicieron destapar una foto del gran genio ampurdanés en la discoteca Maddox de Platja d’Aro, en la que estaba rodeado por el grupo Máquina!, una formación de la que Dalí decía que eran lo mejor que teníamos a nivel internacional. Además, Dalí se mostraba maravillado ante la portada del disco que habían editado, Why? (1970), diseñada por Jordi Batiste. Inmediatamente fui a comprarme el disco en cuestión y al escucharlo la sorpresa fue mayúscula. Descubrí el que para mí es uno de los mejores temas instrumentales para guitarra eléctrica, escrito y ejecutado por Josep Maria París, que, lejos de velocidades de vértigo, construye una pieza en un tiempo extraño para el rock, medio melancólico, en el que va desdibujando una guitarra que llora y emociona de forma inquietante.

La formación Màquina! en 1972. De izquierda a derecha: Emili Baleriola, Ramon Mora, Teddy Ruster, Juan Mena, Salvador Font, Peter Rohr, Enric Herrera y Carles Benavent.

Durante un tiempo estoy «flipado» por el disco Why?, pero no busco ni profundizo más, hasta que la debilidad por el flamenco y, más concretamente por Paco de Lucía, me vuelven a llevar a Máquina!, ya que descubro que su bajista habitual, Carles Benavent, artífice de un lenguaje nuevo del bajo eléctrico en el flamenco, también había formado parte de Máquina!, concretamente la segunda Máquina!, cuando el grupo incorporó metales, ya sin Jordi Batiste y con Enrique Herrera como maestro de ceremonias. En aquella Máquina! también recalaron de manera regular Salvador Font, Emili Baleriola y Peter Rohr. Este segundo camino que me llevó a Máquina! me hizo darme cuenta de que me encontraba ante una historia potente. Tirando aún más del hilo descubriría una escena que tuvo un fuerte impacto en la Península y que de alguna manera nos acercó a la modernidad de la música que se hacía fuera de nuestras fronteras. Una escena que dignificó y puso la base de una nueva manera de hacer música en nuestro país. A partir de este punto descubriría el primer Toti Soler eléctrico en formato trío con temas potentes como «Vindrà la llum» o el impresionante primer Dioptria de Pau Riba, grabado con el apoyo de los míticos Om, del propio Toti Soler y Jordi Sabatés. También Tapiman, Jarka, los geniales Pan & Regaliz, Mi Generación, los inclasificables Música Dispersa… Festivales míticos como el Festival Internacional de Música Progressiva, celebrado en Granollers en 1971 y que fue el primer gran evento al aire libre de estas características realizado en la Península. La prensa de la época escandalizada lo llamó «Wight a la española». O el Primer Festival Permanente de Música Progresiva celebrado en el Salón Iris y organizado por Oriol Regàs. Era una época en la que Barcelona era la puerta a la modernidad y a Europa.

En toda esta escena, no podemos olvidar el trabajo de productores heroicos como Àngel Fàbregues, que ayudaban a poner luz donde solo había sombra. En este sentido, el trabajo llevado a cabo por sellos como Diabolo-Als 4 Vents o Edigsa resulta de un valor incalculable.

La sesión El rock progresivo de los 70 en la Península, que se celebrará el 28 de junio a las 21h en el Teatro del CCCB, incluirá un debate entre Karles Torra y Àlex Gómez-Font y las actuaciones de: Get to Màquina! (recuperación del repertorio de Màquina!) con algunos de sus miembros (Emili Baleriola, Jordi Batiste) y con la colaboración de Asimètric, y de Toti Soler con Arnau Figueres tocando Guitarra Catalana.

Precio entrada: 7 € / Reducida: 5 €

Entrada gratuita para Amics del CCCB, menores de 16 años y parados

Venta de entradas anticipadas: Taquillas CCCB y Telentrada

+info: El rock progresivo de los 70 en la Península

Twitter: #BCNmp7 y @CCCBmusica

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