Ramon Llull visto desde la música

7 de diciembre de 2016 No Comments

Josep Maria Mestres Quadreny © CCCB, Miquel Taverna, 2016

La amplitud de la obra de Ramon Llull ha influido en disciplinas muy diversas. En el debate «La música de los números», el músico Josep Maria Mestres Quadreny recorrió la historia de la creación musical a partir de las aportaciones lulianas a la cultura.

Los Rims lulianos: la separación entre música y poesía

Cuando Ramon Llull decide convertirse «a la penitencia», reniega de su pasado de trovador y comienza a escribir Rims, poesías pensadas para ser leídas y no cantadas. Esto supone una ruptura de la unión hasta entonces intrínseca entre música y poesía y da lugar al nacimiento de una poesía con entidad propia que no necesita ser cantada.

Anton Webern

Tras esta primera ruptura, Mestres Quadreny describió las sucesivas rupturas que han conformado la historia de la música y que se enlazan hasta llegar a la segunda mitad del siglo XX, en que los compositores europeos siguieron la estela de Anton Webern, que había suprimido el hilo conductor de la melodía, y abrazaron la experimentación musical. Esta es la generación de compositores a la que pertenece Mestres Quadreny, que incorporó la combinatoria y el azar a la composición musical.

La creatividad según Llull

En cuanto a la creación artística, Mestres Quadreny suscribe una afirmación luliana que considera que «toda la actividad y los conocimientos del hombre son una sola cosa». Por lo tanto, el compositor cree que es en el cerebro donde, además de almacenar información, se gesta la creatividad. De hecho, la memoria de lo vivido y los conocimientos aprendidos son precisamente las fuentes que permiten el desarrollo de la creatividad.

Las primeras creaciones artísticas de Mestres Quadreny partían de una pieza musical que ya conocía, la Sonata para piano de Webern, y con la que experimentó y jugó hasta que descubrió el poder creativo del azar y la probabilidad. Inspirado por Joan Miró, la divisa que siguió Mestres Quadreny era: «la imitación del azar conducido por la mano del artista».

Llull y el siglo XX: utopía, informática y energía

Mestres Quadreny ve en la obra de Llull la semilla de tres debates que marcaron el siglo XX. En primer lugar, equipara el misticismo luliano a los proyectos utópicos ligados al progreso de la sociedad. Esto le lleva a preguntarse por la actitud utópica de los artistas contemporáneos. En su caso, el futuro ideal pasa por una sociedad en la que el arte pueda mejorar la calidad del hombre. El segundo ejemplo lo extrae de la obra Ars combinatoria y se trata de la máquina de pensar de Llull. Mestres Quadreny ve en esta creación un claro precedente de la informática actual. Por último, destaca la aportación de Llull en la conocida ecuación de Einstein: «E =mc2». Ramon Llull ya se había dado cuenta, cuando enumeraba los elementos del universo, de que había uno que era «el calor del fuego», es decir, la energía.

Joan Brossa, Askatasuna, Els entra-i-surts del poeta.

El pedestal son los zapatos: Llull y Brossa

Si hay un personaje de las últimas décadas que pueda compararse con Ramon Llull, este es Joan Brossa, gran amigo de Mestres Quadreny. En su opinión, a pesar de las diferencias evidentes entre ambos personajes, los dos fueron poetas rompedores con la tradición vigente, con el objetivo claro de comunicar a los demás la verdad que habían encontrado y de maneras muy diversas. Además, a nivel personal, tanto Llull como Brossa decidieron menospreciar cuestiones materiales para ir al núcleo de las cosas: el «ser» delante del «tener».

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