Centre Documentació i Debat

Mèxic en guerra: les veus dels testimonis

setembre 7th, 2012 1 Comment

Imatge d'un mural per la pau a Ciudad Juárez

El proper dijous 13 de setembre, a les 19h, tindrà lloc al CCCB la sessió “Mèxic en guerra”. La iniciativa parteix de la convocatòria que es va fer el passat 1 de setembre d’una lectura internacional en solidaritat amb Ciudad Juárez. Aprofitant aquesta ocasió, hem volgut fer un acte més ampli, afegint a la lectura la projecció del documental “Silencio forzado”, que tracta sobre la persecució dels periodistes a Mèxic i que ha estat realitzat per l’organització internacional en defensa de la llibertat d’expressió Article 19.

Hem organitzat aquesta sessió gràcies a la proposta i la col·laboració del col·lectiu Nuestra Aparente Rendición, i amb l’objectiu  de donar el màxim de visibilitat a aquest conflicte que, des de molts punts de vista, s’acosta a una guerra civil, encara que els mitjans de comunicació i les organitzacions internacionals siguin reticents a parlar en aquests termes.

En motiu d’aquesta sessió, Nuestra Aparente Rendición ens ha fet arribar alguns fragments de les cartes que familiars, amics i col·legues els escriuen als desapareguts i que NAR publica al seu web i ara comparteix amb nosaltres:

El es Kristian Karim Flores Huerta y su familia lo está esperando. Aquí la carta que le escribe Lourdes Huerta Tarrega, su mamá.

Pagaría con la vida para no sentir lo que estoy sintiendo ahora y no vivir esta agonía de tenerte y no tenerte ¡Te quiero!

Comprenderás que he hecho hasta lo imposible por recuperarte, más no puedo. Yo no quiero que te hagan daño, todo esto es muy difícil, hoy sigo llorando como lo he hecho desde que partiste. Yo no puedo fingir que esto no está pasando, pues ¿qué tal que Dios decidió tenerte a su lado?, sólo quiero que me digan dónde te puedo encontrar y luchar para que las autoridades hagan su trabajo y no pase como a muchos que dejaron y se complique más el encontrarte.

¡Escuchen todos mi lamento!, esto es para que no juzguen sin saber, nos robaron a nuestros hijos y no sabemos cómo hacer, sólo le pido a Dios, que ninguno de Ustedes pase por este sufrimiento que día a día nos está consumiendo por no saber nada de ellos, Kristian, ayúdame a encontrarte, agárrate de la mano de Dios, y pide que a todas las madres que estamos pasando por este dolor a nuestros hijos nos regresen hoy.

Cuando te fuiste, quedó tu sombra en mi corazón y escribí en el viento tu última mirada y guardaré en mi corazón tu ternura y tu sonrisa que es lo más lindo.


Él es Jesús Omar y su familia lo está esperando. Ésta es la carta que le escribe su hermana.

Para ti Negrito. Hola, espero que pronto leas estas líneas que escribo aquí, son líneas de necesidad, de esperanza y amor, de las ganas de quererte ver pronto, desde aquel día en que me avisaron que unos hombres vestidos de militares identificándose como la SEDENA te habían llevado, el mundo se me vino encima, no sabía qué hacer, lo único que pensé en ese momento fue No avisarle a mi mama, pensé que era algo que yo podía solucionar antes de darle un disgusto o preocupación a mamá, pensé que te habías peleado, o no sé, nunca pensé que te habían SECUSTRADO, yo ilusa pensé que esto nunca nos iba a pasar a nosotros, porque somos personas decentes, y no tenemos dinero.

Ese día 23 de mayo 2010 estaba poniendo la denuncia a las 1 de la mañana del 24 de mayo, pensando que si te tenía la SEDENA y te acusaban de algo sería más fácil localizarte, fui a la séptima zona de los militares y me dijeron que ellos habían llegado al evento después de las 11p.m. y que ellos no te tenían, ni a ti, ni a tus amigos. Y no tuve más remedio que avisarle a mama.

Cuando nos dimos cuenta que era un secuestro y nos pidieron dinero, lo dimos y nos dijeron que te regresarían en 2 horas. Ya han pasado 2 años y 1 mes.

Él es Marco Antonio: Su familia lo está esperando. Ésta es la carta que le escribe su mamá.

Hijo mío, mi orgullo siempre fuiste y seguirás siendo, no entiendo porqué sucedió esta tragedia, tú eras el pilar de la familia, sin ti estamos desprotegidos y desamparados, las interrogantes, el por qué y el para qué, están latentes como un látigo en mi mente y corazón, tu ausencia duele! duele! sobre todo en tus hijos, les haces mucha falta, como has de saber, creciendo sin tus consejos, sin tus cuidados, sin tu presencia. Todo ha cambiado, no somos las mismas, mi vida destrozada sin ti, las autoridades no apoyan sobre tu paradero, no te buscan, me imagino que saben de ti, pero no dicen nada, pues eras importante y algo me dice que alguien te traicionó, que te entregaron a los criminales siendo inocente, pero como demostrarlo hijo mío, mi corazón llora cada segundo, en cada latido se me va el alma, se me va la vida y seguiré sufriendo tu ausencia mientras Dios lo permita. Ojalá y hubiera alguna forma que te enteres de la gran angustia y desesperación de no saber de ti y a esos criminales Dios me dé la oportunidad de ver como Dios los castiga. Dios te haya perdonado para que estés en su gloria. Tienes mi vida en tus manos.

Roy Rivera Hidalgo, secuestrado a los 18 años y aún desaparecido: su familia lo está esperando. Ésta es la carta que le escribe su mamá, Letty Hidalgo.

Te Amo tanto Mi Niño.

Mi Niño: Hoy te digo mi vida, que desde que Tú no estás con Nosotros, todo ha sido un desastre.

Pues al haberte arrancado de mi vida, me han dejado solo la mitad de mi corazón, ¿cómo alguien puede lograr vivir así, con la mitad de un corazón?

Mi niño, ¿dónde estás? ¿cuándo volverás? ¿por qué no te puedo encontrar?

Déjame decirte que te estoy buscando y Yo sé que TÚ sabes que te estoy buscando, pero estamos en México y esto es un desastre.

Desde que Tú no estás, siempre cargo una fotografía tuya, pues desde hace un año y cinco meses es donde te puedo ver y creo que Tú me ves.

Y todas las mañanas, tardes y noches siento como si esto fuera un sueño, un mal sueño y que voy a despertar y que esto no es real, por favor, ¡qué alguien me despierte!

¿Por qué no fuimos ricos? o ¿por qué no fuimos hijos de las clases sociales o políticos más altos? para que hubiéramos estado blindados fuertemente y esto nunca hubiera pasado.

¡Mi niño, mi niño! a todo el mundo le explico quiénes somos, quién eres, les cuento que tu abuelita te adora y que siempre te cuidaba y que si podía, impedía que hasta el aire te tocara.

Les digo, que Richi está muy solo, que llora a escondidas en la noche para que nadie lo vea, sufriendo en silencio por tu ausencia y que Tu papá tuvo que acudir al psiquiatra para que lo ayudara a continuar con la vida.

Mi niño Roy, ¿dónde estás?

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La sessió “Mèxic en guerra” comptarà amb la presència d’Antoni Traveria, Lolita Bosch, Alejandro Vélez i Sílvia Heras. També comptarà amb la participació de les actrius Rosa Novell i Aina Clotet per la lectura poètica.

Des de les 18:30 fins les 21:30h es podrà veure al vestíbul de l’Auditori una mostra dels mocadors del projecte “Bordamos por la Paz”.

Imatge d'un mocador del projecte "Bordamos por la paz"

Herta Müller: La pàtria de les paraules

juny 19th, 2012 4 Comments

El proper dimarts 26 de juny, a les 19:30h, el CCCB acollirà l’acte “La llengua com a pàtria” en el qual parlarà l’escriptora Herta Müller, premiada amb el Nobel de Literatura l’any 2009. Aquesta conferència, co-organitzada amb el Goethe Institut, és una ocasió excepcional per conèixer aquesta escriptora de singular trajectòria biogràfica i autora d’una obra extensa i punyent, que reflecteix el drama humà d’alguns dels episodis més durs de la recent història europea.

Imatge de Herta Müller (Copyright Paul Esser)

Nascuda a Romania, però dins d’una família de la minoria alemanya de la regió del Banat, Herta Müller va viure la seva joventut sota el règim dictatorial de Nicolae Ceaușescu, fins que als anys vuitanta va decidir exiliar-se a Berlín. La seva obra, escrita en la seva llengua materna alemanya, està marcada per aquest sentiment d’exili permanent, primer en una terra on la seva minoria havia estat fortament perseguida, i després per l’exili real, fugint d’una dictadura que estava anihilant física i moralment el país i la seva població. Així és com per Müller la llengua acaba sent l’única pàtria que realment coneix, una pàtria que tanmateix és fràgil i que, algun dia, també pot acabar fallant.

Ens complau oferir-vos a continuació, com a anticipació a la seva intervenció del proper dimarts, l’assaig “¿Es la lengua nuestra patria? Hablar es un hilo que hay que anudar una y otra vez”, escrit especialment en motiu del 60 aniversari del Goethe Institut i que aquí podem gaudir amb una traducció al castellà de l’assagista i traductora Rosa Sala Rose:

«Cada lengua determina con imágenes distintas la mirada de sus hablantes sobre el mundo. Quien alterna entre lenguas distintas pierde  certezas, pero también añade aprendizajes»

En el dialecto del pueblo bánato-suabo en el que he crecido, se decía: el viento “camina”. En el alemán estándar que se hablaba en el colegio, se decía: el viento “sopla” (weht), y eso para mí, que tenía siete años, sonaba como si se hiciera daño (wehtun). Y en el rumano que entonces empezaba a aprender en el colegio se decía que el viento “bate” (vintul bate). A mí eso me sonaba como si el viento les hiciera daño a otros.  Y tan diverso como puede ser el viento cuando sopla, lo es también cuando se detiene. En alemán se dice que el viento se ha “acostado” (gelegt), mientras que en rumano se dice que el viento “se ha detenido”, (vintul a stat). Este ejemplo del viento es sólo una de las muchas imágenes siempre distintas que entre dos lenguas diferentes sirven para calificar una misma cosa. Entre todas las lenguas surgen imágenes. Cada frase es una mirada sobre las cosas que sus hablantes han formado de manera única e intransferible. Cada lengua mira el mundo de otra manera; ha encontrado de manera distinta todo su vocabulario gracias a esa otra mirada; es más, incluso lo ha enhebrado de manera diferente en la red de su gramática. Cada lengua guarda otros ojos en sus palabras.

Azucena, crin, es masculino en rumano. No hay duda de que la azucena nos mirará de una manera distinta que el azucena. En alemán nos las vemos con una florida dama y en rumano con un señor. Cuando se conocen ambos puntos de vista, la señora azucena y el señor azucena se columpian juntos en nuestra cabeza. ¿En qué se convierte la azucena cuando dos lenguas corren en paralelo? En una nariz de mujer, en un paladar de hombre. ¿Huele a algo que va y viene o a algo que permanece más allá del tiempo? Una azucena de doble fondo siempre se nos moverá en la cabeza y por eso dirá más de sí misma y del mundo que una azucena monolingüe.

La lengua transforma objetos

Mapa de Romania amb la regió del Banat, on va néixer Herta Müller (font: http://www.ropenet.ro)

Cada vez que un mismo objeto pasa de una lengua a la otra se ve sometido a transformaciones. No importa de qué lenguas se trate. La visión de la lengua materna se enfrenta a lo que se ha visto de otro modo en la lengua foránea. La lengua materna se obtiene casi sin querer. Es una dote que va surgiendo sin que nos demos cuenta. Pero será juzgada por otra lengua que llegue más tarde y de otra manera. De repente, en lo que en su día fue algo natural se hace perceptible todo lo que las palabras tenían de accidental. A partir de entonces la lengua materna ya no será la única estación de los objetos ni la palabra dicha en la lengua materna será la única medida de las cosas. Sí, claro, para nosotros la lengua materna nunca dejará de ser lo que es. En general pensamos que ella nos da la medida, por mucho que esta medida se vea relativizada por las miradas de la lengua que se le ha añadido. Sabemos que esta medida accidental, pero instintiva, es lo más seguro y necesario que tenemos. Se pone gratis a disposición de la boca, sin que la hayamos aprendido conscientemente. La lengua materna está ahí de manera tan instantánea e incondicional como la propia piel. Y es igual de vulnerable que ésta cuando los demás la desprecian, la ignoran o incluso la prohíben.

Quien, como yo, llegaba a la lengua nacional que se hablaba en la ciudad rumana procedente del dialecto de mi pueblo y provista tan sólo de un precario alemán estándar, lo tenía difícil. Durante los dos primeros años en la ciudad me costaba menos encontrar la calle correcta en un territorio desconocido que la palabra correcta en la lengua nacional. El rumano se comportaba respecto a mí como mi semanada: nunca era suficiente. Lo que yo quería decir tenía que pagarlo con las palabras adecuadas y había muchas que yo no conocía, y las pocas que conocía no se me ocurrían a tiempo. Pero hoy sé que esta cualidad de lo paulatino, esta vacilación que me obligaba a quedarme por debajo del nivel de mi pensamiento, también me daba el tiempo necesario para admirar la transformación que se producía en los objetos a través de la lengua rumana.

Sé que puedo considerarme afortunada por que así fuera. ¡Qué mirada tan distinta le daba el rumano a la golondrina, la rîndunica, que significa ‘sentadita en fila’! ¡Cuánto más intensa que la palabra alemana! El mismo nombre de este pájaro deja dicho que las golondrinas se sientan en los cables muy pegadas la una a la otra y formando una fila negra. Yo ya lo había observado en el pueblo todos los veranos, antes de conocer la palabra rumana. Me quedé sin respiración al ver que se podía nombrar a la golondrina de una manera tan bella. Se daba cada vez con más frecuencia que la lengua rumana tuviera palabras más sensuales, más apropiadas a mi sensibilidad, que mi lengua materna. Ya no habría querido renunciar a la tensión de las transformaciones. Ni al hablar, ni al escribir. En mis libros aún no he escrito ni una sola frase en rumano, pero, naturalmente, el rumano siempre escribe conmigo, pues ha crecido invadiendo mi mirada.

La lengua más familiar

Collage de Herta Müller

A la lengua materna no le perjudica que sus aspectos accidentales se hagan perceptibles en las miradas de las otras lenguas. Al contrario, someter a la lengua propia a la mirada de otra nos lleva a una relación totalmente segura, a un amor sin esfuerzo. Yo nunca amé a mi lengua materna porque fuera mejor, sino porque era la más familiar. Pero la confianza instintiva en la lengua materna puede verse desbaratada. Tras el exterminio de los judíos durante el nacionalsocialismo, Paul Celan tuvo que vivir con el hecho de que su lengua materna alemana fuera también la lengua de los asesinos de su madre. Pero ni en esa fría brecha Celan pudo sacudírsela de encima, pues la primera palabra que Celan aprendió a decir ya contenía esta lengua. Fue su primera intimidad y tuvo que seguir siéndolo. Incluso cuando ya olía a las chimeneas de los campos de concentración, Celan tuvo que tolerar esta lengua como el contacto más íntimo de su paladar, aunque hubiera crecido entre el yiddish, el rumano y el ruso y aunque el francés se acabara convirtiendo en su lengua cotidiana.

Muy distinto fue el caso de Georges-Arthur Goldschmidt. Tras la aniquilación de los judíos escribió en francés durante décadas, repudiando la lengua alemana. Pero no la había olvidado. Y sus últimos libros, escritos en alemán, son tan virtuosos que la mayoría de los libros escritos en Alemania quedan deslucidos a su lado. También se puede decir que a Goldschmidt  le robaron durante mucho tiempo su lengua materna.

Uno se lleva su lengua

Muchos escritores alemanes se mecen en la convicción de que la lengua materna, si fuera preciso, sustituiría todo lo demás. Y aunque para ellos nunca fue preciso, dicen: “la lengua es la patria”. Los autores cuya patria siempre estuvo incuestionablemente a su disposición y a cuyo hogar no le sucedió nada verdaderamente amenazador, me irritan con esta afirmación. Quien siendo alemán dice “la lengua es la patria”, está en la obligación de enfrentarse a quienes acuñaron esta frase. Y los que la acuñaron fueron los exiliados que habían escapado de los asesinos de Hitler.  Al aplicársela a ellos, el dicho “la lengua es la patria” se encoge hasta quedar reducido a una simple autoafirmación. Tan sólo significa: “Todavía existo”.

En un mundo extraño y sin perspectivas, el dicho “la lengua es la patria” supuso para los exiliados la reiteración verbal de la persistencia en sí mismos. La gente cuya patria les deja entrar y salir a su antojo no debería abusar de esta frase. Ellos tienen un suelo firme bajo los pies. Al proceder de su boca, esta frase deja de lado la tragedia de los fugitivos. Sugiere que los exiliados podían ignorar el colapso de su existencia, la soledad y la perpetua fractura de su identidad, ya que la lengua materna que llevaban dentro del cráneo a modo de patria portátil lo arreglaba todo. Uno no puede, sino que tiene que llevarse consigo su lengua. Sólo estando muerto podría dejar de hacerlo. Pero ¿qué tiene que ver eso con la patria?

La patria es aquello que se dice

Coberta de "L'home és un gran faisà en el món" (Bromera 2009)

Me atengo a una frase de Jorge Semprún. Figura en su libro Federico Sánchez se despide de ustedes y es el resumen de lo que fue Semprún durante la dictadura de Franco como prisionero del campo de concentración y como exiliado residente en el extranjero: “La patria no es la lengua, sino lo que se dice.” Él conoce el mínimo acuerdo íntimo que hay que tener con los contenidos que se dicen en una lengua para poder formar parte de ella. Cómo iba el español a ser una patria para él en la España de Franco. Los contenidos de la lengua materna se enfrentaban a su vida. La intuición de Semprún de que “la patria es lo que se dice” es una intuición que piensa, en lugar de consolarse con la idea de patria en el momento más miserable de su propia existencia. Y cuántos iraníes no hay que por una sola palabra en persa son lanzados a un calabozo. Y cuántos chinos, cubanos, norcoreanos, iraquíes hay que ni por un momento pueden sentirse en casa en su lengua materna. ¿O acaso podría tener una patria alguien como Sájarov, en arresto domiciliario con la lengua rusa?

Cuando en la vida todo falla, también se nos desmoronan las palabras. A ello hay que añadir que todas las dictaduras, tanto las de derechas como las de izquierdas, tanto las ateas como las religiosas, ponen la lengua a su servicio. En mi primer libro que trataba de una infancia en un pueblo bánato-suabo, la editorial rumana censuró, junto a muchas otras, la palabra “maleta”. Se había convertido en una palabra conflictiva porque había que tabuizar la emigración de la minoría alemana. Esta dominación les tapa los ojos a las palabras e intenta borrar el discernimiento inmanente a los términos de una lengua. La lengua obligada se vuelve tan hostil como la humillación que encierra.

La lengua obligada como advertencia

Coberta de "Todo lo que tengo lo llevo conmigo" (Siruela 2010)

De niña la lengua obligada ya me había salido al encuentro a diario en la escuela: Por un lado en cuanto repetición de himnos y rituales solemnes para el Partido y la patria, a fin de ejercitar en plena infancia la obediencia incondicional y de impedir el pensamiento independiente o cualquier otro rasgo individual. Por otro lado la lengua obligada me había salido al encuentro desde casa, en cuanto advertencia que me instaba a guardar silencio en la escuela sobre todo lo que se dijera en casa y en familia. Y eso que en casa no se decía gran cosa, ni siquiera lo más necesario. Creo que los campesinos hablan menos de lo que es preciso; tienen el natural más parco en palabras que me he encontrado nunca. La fuerza de los campesinos de mi entorno de entonces era su gran capacidad para guardar silencio, un silencio denso, tan persistente que casi no llamaba la atención. Era un modo de vida en el que hablar no habría sido adecuado.

Esta forma de guardar silencio no equivale a una pausa entre dos discursos, sino a un bien en sí mismo. En casa, entre los campesinos, aprendí un modo de vida que no había hecho una costumbre del empleo de las palabras. Cuando no se habla nunca de sí mismo, no se dice gran cosa. Cuanto más estuviera alguien en situación de guardar silencio, tanto más intensa era su presencia. Como todos en casa, también yo había aprendido a interpretar en los demás el temblor de las arrugas faciales, de las venas del cuello, de las aletas de la nariz o de las comisuras de la boca, de la barbilla o de los dedos, sin esperar a las palabras. Entre personas que callan, nuestros ojos habían aprendido a reconocer el sentimiento que acompaña alguien por la casa. Escuchábamos más con los ojos que con los oídos. Así fue surgiendo una agradable pesadez, como un prolongado sobrepeso de las cosas que teníamos en la cabeza.

Las palabras no proporcionan esa clase de peso, ya que nunca se quedan quietas. Después de hablar enmudecen apenas han sido dichas. Sólo se dejan articular de una en una y una detrás de otra. A una frase sólo le toca llegar cuando la anterior ya se ha ido. Pero al guardar silencio todo aparece de golpe, todo lo que no se ha dicho en mucho tiempo se queda atrapado, incluso lo que no se dice nunca. Es una situación estable, cerrada en sí misma. Y el hablar es un hilo que se rompe, que se parte a sí mismo con los dientes y que hay que volver a atar una y otra vez.”

L’assaig va ser publicat sota el títol “Ist Sprache Heimat?” a la revista especial “Reportagen – Bilder – Gespräche. 60 Jahre Goethe-Institut” (“Reportatges – Imatges – Converses. 60 anys Goethe-Institut), Ed: Goethe-Institut, Múnich, 2011.

Traducció: Rosa Sala Rose

La conferència tindrà lloc dimarts 26 de juny, a les 19:30h al CCCB i coincidirà amb la inauguració de la mostra “Herta Müller: El cercle viciós de les paraules”, que es podrà veure al Hall del CCCB fins l’1 de juliol.


Qui decideix? Neurociència i llibertat

juny 7th, 2012 7 Comments

«La vida diaria plantea el siguiente enigma: todos nos sentimos agentes conscientes, todos nos sentimos como una unidad consciente, capaces de actuar con determinación y libres de tomar decisiones de casi cualquier tipo. Al mismo tiempo, todo el mundo comprende que somos máquinas, aunque máquinas biológicas, y que las leyes físicas del universo son aplicables a ambos tipos de máquinas, tanto a las artificiales como a las humanas. ¿Ambos tipos de máquinas están completamente determinados, tal como decía Einstein, que no creía en el libre albedrío, o tenemos libertad de elegir lo que deseamos?»

Som diferents d'una màquina? "Metropolis" de Fritz Lang

Així arrenca el darrer llibre de Michael S. Gazzaniga, ¿Quién manda aquí? El libre albedrío y la ciencia del cerebro (Paidós 2012), que presentarem el proper dilluns 11 de juny, a les 19.30 h en la darrera sessió del cicle «Als orígens de la ment humana». Gazzaniga abordarà en la seva intervenció una de les qüestions més polèmiques avui en el món de la neurociència: el de la llibertat d’acció, entesa com a lliure albir. És evident que aquest debat no neix amb la neurociència, sinó que ja té una llarga trajectòria tant en l’àmbit científic com en el de la filosofia. Avui, la neurociència, amb la seva recerca sobre el funcionament de la ment conscient, està obrint noves fronteres en aquest debat i ha tornat a posar en primera línia la reflexió sobre el determinisme biològic del comportament humà.

Si ment i cervell són inseparables (cosa que hem vist en les conferències anteriors del cicle), si la consciència és una funció, un producte, de l’activitat cerebral, aleshores és lògic plantejar que tot comportament humà està en realitat supeditat a un òrgan, el cervell, que treballa en un 90% de manera inconscient. Com parlar aleshores de llibertat? Quin és realment el motor de les nostres accions?

Michael S. Gazzaniga

Michael S. Gazzaniga, un dels referents mundials de la neurociència i sovint anomenat el pare de la neurociència cognitiva, entra de ple en aquest debat i trenca una llança a favor que, tot i el determinisme de la nostra biologia, sí que ens queda espai per al lliure albir. Gazzaniga reconeix que avui, malgrat l’extraordinari coneixement adquirit pels neurocientífcs sobre els mecanismes de la ment, no s’ha descobert encara res que repercuteixi específicament sobre la responsabilitat, un dels valors més importants de la vida humana. Però defensa que no és només el cervell el que condiciona la ment, sinó també al revés, la ment limita i condueix el nostre cervell (com diu ell, de la mateixa manera que la circulació dels cotxes genera un trànsit que acaba limitant els mateixos cotxes que l’han provocat). I és aquí on, segons Gazzaniga, es troba la possibilitat de reconèixer la llibertat i la responsabilitat que tenim sobre les nostres accions.

El debat és obert.

Us esperem per parlar-ne amb Michael S. Gazzaniga el proper dilluns 11 de juny, a les 19:30h.

Podeu trobar més informació d’aquest debat al bloc del CCCBLab.

Humans: animals empàtics?

maig 31st, 2012 4 Comments

A la darrera sessió del debat «Als orígens de la ment humana», Kathinka Evers va plantejar que per entendre el sorgiment de conductes i judicis morals en els éssers humans és imprescindible tenir present la importància de les emocions en la configuració de la consciència. Les emocions modelen el nostre cervell i són l’origen de la nostra subjectivitat, és a dir, de la nostra consciència com a individus. En paraules d’Evers, «les emocions ens distingeixen d’una màquina».

Avui, els descobriments neurocientífics han permès saber que la conformació de les nostres emocions és un fet que està determinat per allò que fem, però també per allò que observem en les persones que ens envolten. Una criatura aprèn quan es fa mal, però també aprèn quan veu que una altra persona es fa mal. Som éssers socials i empàtics, creixem i vivim amb altres persones, i aquesta interrelació és la que ens permet desenvolupar-nos com a individus. Sense capacitat d’empatia, és a dir, sense capacitat per entendre i participar de les emocions dels altres, el nostre propi creixement emocional fracassaria.

Francisco Rubia

Francisco Rubia, el nostre proper convidat en aquest cicle de conferències, ens parlarà justament de les bases neurològiques de l’empatia. En la seva conferència ens presentarà un dels descobriments cabdals en la recerca neurocientífica de les darreres dècades: les neurones mirall. A principis dels anys noranta, l’equip del neurocientífic Giacomo Rizzolati va descobrir que hi havia un grup de neurones que s’activaven no sols quan una persona feia una acció, sinó també quan aquesta persona veia una altra fent la mateixa acció. És a dir, que les neurones mirall (o les neurones de l’empatia, com el neurocientífic Vilayanur S. Ramachandran les anomena), reflecteixen en el nostre cervell les activitats dels altres individus.

El que és més interessant és que aquestes neurones, en emmirallar les accions dels altres, són també l’origen que puguem entendre el significat d’aquestes accions. Gràcies a les neurones mirall, comprenem el que fan els altres, des d’un punt de vista motor, però també intel·lectual i emocional. La importància d’aquest descobriment ha estat resumida per Ramachandran d’aquesta manera: «Si la observación de una acción llevada a cabo por otro individuo activa las neuronas que permitirían al observador realizar la misma acción, estaríamos ante una suerte de “lectura de la mente”. Incluso el rasgo que constituye la quintaesencia de lo humano, nuestra propensión a la metáfora, puede estar basada parcialmente en la clase de cruces de dominios de abstracción que median las neuronas espejo.»

"La danse" d'Henri Matisse

Aquesta capacitat, segons la recerca més recent, hauria estat també la que hauria fet possible el sorgiment del llenguatge, que primer es va desenvolupar de manera gestual i després es va convertir en llengua parlada. Així doncs, l’evolució en el nostre cervell de les neurones mirall hauria estat l’element clau que ens hauria permès entendre a les persones del nostre entorn, aprendre de les seves accions, empatitzar amb elles i, finalment, poder-nos-hi comunicar. Estem doncs davant d’allò que ens ha convertit en humans?

Us esperem el proper dimarts 5 de juny, a les 19:30h, per parlar-ne amb Francisco Rubia.

Podeu trobar més informació d’aquest debat al bloc del CCCBLab.

Abraham B. Yehoshua: el novel·lista com a ciutadà

maig 29th, 2012 No Comments

Per Ana Bejarano*

Abraham B. Yehoshua, figura central de la literatura israeliana, neix a Jerusalem l’any 1936 com a membre de la cinquena generació d’una família sefardita resident a la ciutat santa. Aquest  fet marca, en part, la seva obra i el diferencia de la majoria dels autors israelians que ocupen el centre del cànon literari, pràcticament tots ells d’origen asquenazita. La seva condició de “fill de la terra” l’ha portat, per exemple, a la creació d’uns personatges àrabs que han modificat en molts lectors israelians la seva visió d’aquest “altre” amb el que conviuen dia a dia, demostrant així novament com la ficció pot treure a la llum situacions complexes i proposar opcions que a la vida diària passen desapercebudes.

Abraham B. Yehoshua, dibuix de Larry Yuma

Yehoshua és, a més d’escriptor, una figura política. Li agrada donar la seva opinió sobre la situació en l’Orient Mitjà i la realitat dels jueus en el món actual, i ha fet del tema de la identitat un dels motius centrals de la seva obra. La novel·la que en aquesta ocasió ve a presentar a Barcelona, El cantar del fuego (Duomo Ediciones), és un llibre amb un profund missatge polític disfressat d‘ història íntima i familiar.

Sota l’escriptura del detall a la Faulkner, es troben subjacents molts dels grans temes que preocupen l’israelià d’avui: el desig d’oblidar en front del deure de recordar, la destrucció del mite de l’israelià guerrer, personificada aquí en el soldat caigut per foc amic, la por a la possible desaparició física de l’Estat d’Israel, la tensió entre Orient i Occident en el mateix si dels seus habitants, la relació de l’israelià amb el jueu de la diàspora, l’israelitat com un mosaic que a més de judaisme inclou arabitat, la qüestió dels treballadors subsaharians, romanesos, filipins i tailandesos, la dicotomia Tel Aviv (ciutat moderna, cosmopolita i desbordant de vida) versus Jerusalem (“trista ciutat” paralitzada pel pes de l’Historia), els pares que han perdut el seu fill, i tot això acompanyat de l’incessant eco de la Bíblia, tan present en els noms programàtics dels personatges, en les seves accions i sobre tot com a motor ineludible dels seus destins.

Algú va dir una vegada que els israelians tenen molta sort de què els seus clàssics visquin entre ells. El dia 4 a les 19:30 podrem compartir aquesta sort i gaudir d’un dels grans clàssics de la literatura hebrea al CCCB.

* Ana Bejarano és professora titular de la secció de Hebreu i Arameu del Departament de Filologia Semítica de la Universitat de Barcelona . Ha traduït de l’hebreu més de 40 obres, entre elles El cantar del fuego, d’Abraham B. Yehoshua, que acaba de publicar Duomo Ediciones.

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