David de Ugarte nos habló de cómo hemos pasado de un mundo en que la información se distribuye en una red centralizada al mundo actual en el que, principalmente gracias a través de Internet, lo hace en una red distribuida (ver grafo redes Paul Baran).
A raíz de esta nueva forma de organización, Ugarte nos mostró conceptos y tendencias del mundo actual, como el de los postproductores, las cuasi-rentas o el dominio público de la creación, temas que iremos tratando a lo largo de este debate.
El primero de ellos, los postproductores (por ejemplo los dj’s), radica en comprender que en este nuevo mundo, el futuro es ser pluriespecialista porque, por más especializados que estemos, permanentemente viviremos “arrebatados” de nuestra creación, inmediatamente nos pueden copiar. Citando a Juan Urrutia en El capitalismo que viene, Ugarte afirma que este bricoleur es el la figura base del capitalismo que viene. Y su recompensa es el reconocimiento.
¿Estáis de acuerdo con ello? ¿Es éste el futuro? ¿Debemos renunciar a la propiedad intelectual? ¿Es bueno renunciar a ella? ¿Se puede vivir del reconocimiento? ¿Conoces a algún bricoleur que viva de ello?
Pienso que es una buena alternativa para renovar y aún mejorar el capitalismo, si de eso se trata. Pero también pienso que es algo mucho más allá, más profundo y trascendente, un nuevo modo de vida, en el que la “instalación” en el tiempo cambiará por un principio de traslación activa y continua de los seres o “personas”, en distintos espacios y tiempos. El cine, por cierto, lo ha podido vislumbrar, un poco con sombras pero también con impulsos de esperanza. En todo caso, será algo que advendrá naturalmente, no impuesto ni siquiera por modas, como el “tecnoanarquismo” o esas exageraciones, ni las alienaciones tradicionales (feudalismo, socialismo-comunismo, mercantilismo, etc.). Pero, en la línea de lo que decía antes: será algo para enriqueces las relaciones humanas mucho más que para cambiar, mejorar y elevar un sistema económico/político.
Luis
Hola!
Como creo que merecía la pena extenderse un poco en el aporte, escribí esta mañana un post en mi blog participando de este debate, que creo clarifica -o al menos lo intento- el concepto de cuasirentas y la no necesidad del monopolio que supone la propiedad intelectual.
Lo tenéis en http://www.deugarte.com/hablemos-de-cuasirentas
David
Yo estoy del lado de los escépticos. Aunque me parece muy loable el tema de las cuasi rentas, no me deja de sonar a utopía. Y una utopía, ya se sabe: “Es un plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación”.
La definición de la RAE señala que ‘aparece como irrealizable’ no que sea imposible. Claro, si es así como vamos a cambiar de la crisis actual.. que me lo demuestre.
De todas formas, y para no alejarnos del debate creo que tendríamos que remontarnos al economista que citó Ugarte para referirse a las cuasi rentas: Michele Boldrin (http://www.micheleboldrin.com/).
Según Ugarte, Boldrin a partir de un estudio del único negocio que funciona en la red, el de la pornografía, dedujo el tema de las cuasi rentas. O así lo entendí yo.
Karma
Creo que el concepto de las “cuasi-rentas” podria funcionarle bien a profesionales que trabajan en el sector servicios, que gestionan ideas o conocimiento y tienen una fuente de ingresos fija y estable (artistas funcionarios, intelectuales que cobran de escribir artículos en prensa, profesores universitarios etc.). Ceden sus creaciones a dominio público y se “enriquecen” por otras vías. Vaya, que el dinero no lo es todo.
Pero ¿cómo decirle a un electricista o a un pintor de brocha gorda que viva de “cuasi-rentas? Él o ella hacen su trabajo y quieren cobrar por ello, ¿no?
No sé, quizás hay algo que no he entendido. Yo no pude ir a la conferencia. No sé si alguien me puede aclarar el término o darme un argumento de peso para que pueda entender cómo personas que viven de lo que crean puedan “regalar” su producción a la humanidad.
Javier Ros
tan sólo un apunte sin ánimo de desestabilizar el consenso sobre lo oportuno del término cuasi-rentas. Sinceramente, pese a que veo lo buena intención, este término y su despliege conceptual me bailan un poco.
Si, como comentaba Ugarte, el hecho de usar ciertas herramientas de la web 2.0 (él puso el ejemplo de flickr) crea cuasi-rentas debido a la visibilidad o capacidad de promoción que tiene esa arquitectura, estamos muy cerca del pago a través de capital simbólico del que ya hablaba Bourdieu cuando analizaba el campo cultural. Es decir, esa economía pre-capitalista donde los agentes que conforman la base de la producción cultural, se contentan con obtener ciertas distinciones que no han de estar sujetas a un pago económico. Podríamos decir que esta lógica ahora mismo se extiende a un marco mayor, no sólo al del campo cultural, sino probablemente a todo aquel o aquella que crea, recrea, corta y pega, remixea, pero bajo un regimen de un producción o postproducción poco flexible y cuasi-hegemónico. En otras palabras, esa esfera de producción cultural abierta, flexible y sin barreras que es la creatividad social a menudo produce en un marco donde SI hay renta monopolística, esa que vienen zanjada de forma clara en los “terms of use” y que se rige por el regimen que creíamos haber burlado: la propiedad intelectual.
Las cuasi-rentas (si es que el término es realmente oportuno) se generan en marcos de rentas monopolísticas y a mi modo de ver, para nada alcanzan el objetivo deseable que ha de pasar forzosamente por la redistribución equitativa de la riqueza. A mi modo de ver, esas células de producción que a primera vista parecerian autónomas, todavía están sumisas a modelos de producción que parten de un esquema piramidal donde las plusvalías las detenta la empresa o estructura que se nutre de los procesos innovadores que se dan en la base. Deberíamos pensar que es el propio modelo de producción el que hay que reconstruir de cero, partiendo de una estructura donde la empresa no monopoliza ni explota la mayoría de los bienes generados, sino que ya parte de una estructura cooperativa y no sujeta a la propiedad intelectual. Hay gente trabajando en esa línea entendiendo que un redistribución equitativa y no sumisa a un régimen dominante de explotación de la propiedad intelectual es posible si se logran generar estructuras que en sí mismas parten de esa misma ideología. A estas alturas, no podemos dar por neutras las estructuras ni los modelos de producción por mucho que esteticen en sus outputs licencias flexibles o la inexistencia de la propiedad intelectual.
Algo muy similar ocurre con las industrias creativas..ese “sector” que producía de forma irregular y bajo una economía informal con toda libertad y flexibilidad, pero que funcionan a modo de maquilas de las industrias culturales, esas que sí viven del copyright. El discurso de las industrias creativas lo han analizado gente como Andrew Ross, Angela McRobbie o Isabel Lorey llegando a conclusiones, sino similares, si dirigidas a cuestionar las políticas de producción y de subjetivación. Aunque esto ya…sería otro tema…
Rubén Martínez, YP
Hola,
Yo también asistí a la conferencia de David de Ugarte y la verdad es que la encontré muy acertada… y muy esperanzadora. Tras salir de allí pensé que sí que es muy probable un “nuevo mundo” como el que nos presentó…
Pero parace por eso que todavía queda bastante camino… El día siguiente a la charla aparecía la siguiente noticia en los medios de comunicación: “La prensa reclamará sus derechos, también en internet” (http://bit.ly/a4bZ).
En la noticia que publica ‘La Vanguardia Digital’, Carlos Ulecia, adjunto al secretario general del Grupo Prisa, afirma que “en una sociedad que dice ser del conocimiento, que se reconozca la labor y el esfuerzo de los grupos editoriales de prensa en la generación de contenidos de valor, y que a la vez se reconozca el alcance económico de ese esfuerzo, debe considerarse siempre de forma positiva”.
Esta claro que con ellos no va lo de las “cuasi-rentas”….
Aún así, a mí me gustaría conocer casos prácticos de personas que, como David, ya pertenecen a este mundo de las cuasi-rentas.
Gracias,
Sònia
Sònia
Hola a tod@s. Yo también estuve en la conferencia y estoy de acuerdo con Juan en que David de Ugarte impartió una conferencia muy bien articulada, explicando la complejidad de las redes de una manera muy clara y entendible para todos.
Me interesa especialmente el tema de la alfabetización digital para hacer extensible a toda la sociedad el potencial de la red, y que todos podamos ser realmente bricoleurs. Me pareció muy interesante lo que comentó acerca de cómo los usuarios escogen unas herramientas u otras en función de su estracto social y su bagaje cultural. Y especialmente el matiz de que más que una alfabetización digital, hay que poner el énfasis en una alfabetización identitaria y emocional. Que los grupos que no han tenido nunca la oportunidad de auto-representarse ellos mismos, aprendan a construir en la red su propio discurso. En ese sentido un modelo distribuido como el de la sociedad red, facilita claramente la emergencia de una sociedad mucho más democrática y rica en diversidad.
Pienso que las políticas de alfabetización digital (cursos de internet, navegación, talleres de blogs..) están principalmente enfocados a la formación técnica. Eso me ha hecho plantearme si los usuarios que acuden a esos cursos, son realmente conscientes del potencial que les ofrece la nueva sociedad red. Tal vez aquí es donde las instituciones culturales puedan jugar un papel importante como difusoras y dinamizadoras de la nueva cultura, donde el público, lejos de ser un ente anónimo y pasivo, se convierta en un activo bricoleur.
Elena
La conferencia de David de Ugarte ha aportado un espléndido esquema generalista para situarnos en el Nuevo Mundo que ya estamos habitando y reinterpretar bajo otras perspectivas el Viejo Mundo en el que tambien vivimos.
El pensamiento de Ugarte es rico y complejo, y seria poco elegante sintetizarlo en un post. Creo que es importante leer sus libros y comprender su aventura vital. Pero mientras tanto le agradezco su manera de recuperar las redes de Paul Baran, su claridad para convertirlas en metáforas del proceso histórico que va del Antiguo Regimen a la Sociedad del Conocimiento y la Información.
Le agradezco sus referencias bibliográficas y su concepto de bricoleur. Y también haber mencionado uno de los signos más claros sobre la todavia improbable “economia de la contribución” (segun el concepto utilizado por Bernard Stiegler en la primera sesión ICI de este año). Hay que debatir sobre las “cuasi rentas”…En sintesis: me ha gustado mucho la conferencia. Sin duda, una de las más articuladas y nutritivas de este ciclo.
Juan