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Más allá del cuerpo

25 de febrero de 2016 No Comments

En su pionero Velocidad de escape. La cibercultura en el final del siglo, escrito en 1995, traducido al castellano en 1998 por Ramón Montoya Vozmediano y publicado en Siruela, Mark Dery incluía un capítulo titulado «Robocopulación: sexo por tecnología igual a futuro», en el que se abordaban posibles vías de enaltecimiento y mejora del placer carnal a través del adorno o el complemento tecnológico. La mejora evolutiva de la lubricidad a través de algo que vaya más allá de la piel es, probablemente, tan vieja como el hombre, y no se trata, ni mucho menos, de ninguna posibilidad inédita que nos haya abierto esta revolución digital que, como bien sabemos, nos lo ha transformado todo (no siempre para bien, como sostenemos quienes contemplamos con alarma tanto la desintegración de la cultura del trabajo como el tsunami de narcisismo, ensimismamiento y atrofia de la empatía que ha traído consigo tanta hipervisibilidad y tanta abreviación de viejos protocolos relacionales de nuestro inmediato pasado analógico).

Portada de “Velocidad de escape”, Mark Dery, Editorial Siruela

El primer homínido que talló el primer consolador artesanal para usarlo en orificio propio o ajeno fue quizá el primer posthumano de la historia. La imagen incluso abre la posibilidad de un sujeto prehumano y posthumano al mismo tiempo, idea que relativiza la supuesta gran distancia recorrida por la humanidad entre la caverna y Tinder de un modo tan eficaz como el de la famosa elipsis de 2001, una odisea del espacio, que convertía una osamenta lanzada al aire en una sofisticada nave espacial descendiendo entre estrellas.

En su texto, Dery no podía reprimir su perplejidad ante la portada del número 2 de la revista Future Sex, que mostraba la grotesca imagen de una pareja hipercableada y con la piel forrada de adornos cibernéticos, estampa mucho menos estimulante que la de haber mostrado a la misma pareja, por decirlo de algún modo, piel con piel. También constataba el autor que las primeras tentativas de sexo virtual y sicalipsis tecnológica poco tenían que ver con un salto cuántico a la hora de redefinir el sexo, erigiéndose más bien en variantes algo incómodas de la sempiterna masturbación: «En un futuro de ciencia ficción en el que la conciencia no estuviese limitada a ese viejo contenedor (el cuerpo), sino que pudiese alojarse en la memoria digital de un cuerpo robótico, parecería al menos concebible que la sexualidad humana pudiese ser abstraída de cualquier encarnación, incluso de una conciencia humana reconocible como tal. Sin embargo, todas las especulaciones sobre la sexualidad posthumana se detienen ante un hecho inevitable: siempre se hacen desde un punto de vista humano, para quienes la idea misma de sexualidad se define en términos de carne y humanidad.»

Fotograma de Holy Motors, Leos Carax (2012)

Hay una imagen cinematográfica que parece abrir sutilmente la puerta de esa sexualidad posthumana: el coito en motion capture que propone Leos Carax en un momento de Holy Motors. Convenientemente enfundados en piel sintética puntuada por sensores, un hombre y una mujer elaboran una danza de acrobacias y de cunnilingus sin cunnilingus que es volcada en unas formas digitales que pronto abandonan toda verosimilitud anatómica para retorcerse, mutar y confundirse entre sí. Curiosamente, la imagen de esos amantes polimórficos se parece mucho a la que sirvió de portada a la edición española de Velocidad de escape.

Antes de que seamos capaces de dar ese salto conceptual que nos libere del cuerpo (uno de los sueños de la mística, de hecho: todo nos viene de antiguo y entre lo sacro y lo profano a menudo solo hay una membrana muy tenue), la interacción entre deseo y tecnología habrá tenido que afrontar uno de los grandes peligros detectados por privilegiados visionarios de nuestra imparable inmersión en el futuro: esa muerte del afecto de la que tanto habló un J. G. Ballard que, de hecho, junto a futuristas, dadaístas y Marshall McLuhan, acababa apareciendo inevitablemente en ese texto de Dery que hablaba tanto de la erotización de la máquina como de la deserotización –y deshumanización- del hombre. En la exposición «+Humanos. El futuro de nuestra especie» destacan dos piezas que, de algún modo, funcionan como la luz y la sombra de esta cuestión y buscan soluciones civilizadas al riesgo de nuestra caída en la sima del solipsismo y el onanismo existencial.

+ HUMANOS. Entrevista. Catherine Kramer presenta “Teledildónica para relaciones a distancia”, de Kiiroo from CCCB on Vimeo.

La Teledildónica para relaciones a distancia que propone la empresa Kiiroo une dos modelos de herramienta de uso común –por un lado, el consolador y la vagina portátil; por otro, las redes sociales y la comunicación virtual- para ofrecer una mejora evolutiva tanto del acto de sexo solitario con aditamento como de ese sexo telefónico cuyos usos benéficos para acortar lejanías geográficas entre amantes preceden en bastantes años la consolidación de las casi siempre nefastas líneas eróticas. Si el sexo telefónico ayudó y contribuyó a revitalizar el poder seductor de la palabra, la teledildónica ofrece la oportunidad de fortalecer aquel sentido que, según el maestro Jan Švankmajer –autor de una película fundamental sobre la masturbación y el fetiche: Conspirators of Pleasure-, tenemos más adormecido: el tacto. Sofisticados artilugios que masajean nuestros genitales mientras vemos a nuestros amantes en la distancia y hablamos con ellos proporcionan una innegable mejora respecto a otras estrategias previas, pero siguen topando con un viejo obstáculo que cobra una doble forma: pese a todo, seguimos estando solos, seguimos sintiendo la nostalgia de la piel…, porque no hemos aprendido a desarrollar una conceptualización de la sexualidad que nos libere del cuerpo. La teledildónica es algo parecido a comprarse un sofá mucho más cómodo (y con posibilidad de masajeo bajo el tapizado) para ponerlo donde antes había… otro sofá.

+ HUMANOS. Entrevista. Julijonas Urbonas habla de la “Máquina orgasmática” from CCCB on Vimeo.

La pieza de la exposición que más impresionó a este visitante fue la que prácticamente cerraba el recorrido: la Montaña rusa eutanásica de Julijonas Urbonas, una atracción aparentemente diabólica –pero en el fondo tan racional como la teledildónica- diseñada para garantizar una muerte inevitable –si bien placentera y espectacular- a sus usuarios. Es sabido que, en una exposición, las piezas dialogan entre sí y adquieren nuevos sentidos inesperados. Separadas por la distancia del recorrido, la Montaña rusa eutanásica y la Máquina orgasmática Cumspin conspiraban para inspirar una conexión entre Eros y Tánatos: además, habían salido de la cabeza de un mismo artista y compartían los códigos de la atracción ferial, lanzando el mensaje secreto de que el territorio cotidiano que más puede acercar al ciudadano de a pie a la experiencia mística de salirse del cuerpo es el parque de atracciones. Urbonas maneja, al hablar de su sofisticada Cumspin, conceptos tan estimulantes como los de «orgasmo hipergravitacional» y «sexo extraterrestre», que sugieren, pues, un acercamiento a esa utopía propuesta por Dery, la de una verdadera sexualidad posthumana que nos obligue a pensar más allá de nuestro envoltorio carnal. En la Cumspin se dan la mano el recuerdo del acumulador de energía orgónica de Wilhelm Reich y el de esa réplica bufa que fue el orgasmatrón imaginado por Woody Allen en El dormilón, al tiempo que se gestiona y racionaliza el uso seguro de esa autoasfixia erótica que llevó a los personajes de El imperio de los sentidos y a celebridades como David Carradine a transformar la petite mort en una muerte a secas. Lo desalentador de la Cumspin es lo que acaba diciendo de ella Julijonas Urbonas al final del vídeo: es solo una hipótesis. Es decir, pertenece, todavía, al terreno de lo utópico.

Muchas películas de ciencia ficción recientes han hablado del robot como prótesis afectiva de una humanidad tocada por severos déficits emocionales. Cada vez resulta más fácil volcar una simulación del afecto en una inteligencia artificial, pero parece que todavía se nos escapa eso de inventarnos sexualidades que trasciendan nuestra condición humana. Quizá el futuro acabe siendo eso: el lugar en el que amor y sexo vivirán en universos radicalmente distintos, donde aquello que llamábamos amor será lo que simularán nuestras creaciones sintéticas, mientras que todos nosotros nos hallaremos embarcados en inéditas acrobacias y posibilidades sexuales para las que ni siquiera hemos sido, de momento, capaces de esbozar un lenguaje.

Viajando por Gandules ‘14

2 de julio de 2014 No Comments

De punta a punta, de este a oeste, surcando mares y océanos, pisando aeropuertos, haciendo y (des)haciendo maletas, hablando otros idiomas –bueno, o intentándolo, con el toque andaluz y divertido de “Spaniards in London”, de Javier Moreno–. Solos, en compañía. A gusto en la distancia o terriblemente nostálgicos. Estamos viajando mucho, en esta nueva edición de Gandules’14-Gas Natural Fenosa, sin gastar ni un euro y sin tener jet lag. Nos desplazamos por tierra, mar y aire a partir de imágenes ya grabadas y de las miradas particulares de los directores de los 20 cortometrajes finalistas. A pocos días de cerrar las votaciones online, hemos querido acercarnos a ellos y enterarnos de más cosas.

Fotograma de “Tú y Berlin” de Anna Mitjà

Primera parada: Berlín. Visitamos la capital germánica dos veces, primero con “Gabriel” de Alice Cugusi, y asistimos al monólogo interior de un escritor en crisis. Fría y cerrada, no es tan fácil adaptarse a la ciudad, y aún menos cuando hay añoranza, amor a distancia, como el de Anna Mitjà, directora de “Tu i Berlin”, (otro) retrato estremecedor de la ciudad y de aquel amor que llega precisamente cuando deben tomarse itinerarios distintos. Viajar también es esto: desviarse, dejar historias incompletas.

«Cada vez que cojo un avión me dan ganas de pillar la cámara y dejarme llevar por una nueva historia.» Es Helena Bonastre, responsable de “El viatge” que nos lleva de Barcelona a Maastricht en poco más de 13 minutos. Objetivo: encontrar trabajo. ¡Como tantos otros! De ahora y de antes. Desde tiempos inmemoriales hay gente diciéndose “Adéus” (título del corto de Antón Varela y María José Pérez), hasta pronto, hasta no sé cuándo, abrazándose con un nudo en la garganta. «La idea nace de la percepción de ver como amigos y familiares próximos se ven obligados a hacer las maletas e irse.» Es Galicia, pero podría ser Málaga. Todo es como en “Lugares comunes”, el corto de Delia Márquez y Pablo Díaz, «un pequeño homenaje a todos aquellos emigrantes de ayer y de hoy». En este caso, inspirado en la historia de una enfermera malagueña que vive en Düsseldorf (Alemania) desde hace dos años. Un adiós como el del abuelo del protagonista de “Toledo, Ohio”, que se marchó a «hacer las Américas» en los años cuarenta y quién sabe si volvió, un ejercicio de barrer entre el pasado para hallar los orígenes, las raíces. Como la búsqueda del padre de Diana Toucedo en “Imágenes secretas” por la Patagonia. «El conocimiento de mi padre se había basado durante años en meros ideales [...]. Finalmente quise acercarme a él más de lo que nunca había sido capaz.» Y sin abandonar Argentina, “Viceversa”, del mexicano Atzin Ortiz, narra un retorno a casa, «una representación ficcional de mi propia partida». Dejar Buenos Aires al cabo de siete años con el largo etcétera que acompaña a una despedida.

Fotograma d’”Aller et Retour” de Nuria Monjo

Vamos cada vez más ligeros de equipaje, nos hemos convertido en nómadas posmodernos capaces «de aprender a tener una nueva familia, otras costumbres y otra lengua», dice Núria Monjo, creadora de “Aller et retour”. Después de su Erasmus en Tournai (Bélgica) le tocó despedirse y almacenar los recuerdos. Solo los que cabían, claro. Como en “Udlandet”, de Aina Pociello, otro Erasmus en imágenes; en este caso, un año de vivencias en Copenhague. «Viajar es abrir y cerrar ciclos, empezar una aventura, aprender un nuevo idioma o, incluso, cambiarte el nombre», como el polaco “Míjau” (Michael en Alemania, Miguel en España), de Olaia Sendón: «Yo no he escogido un viaje, ni un destino, lo único que escogí fue a una persona que nos llevara de un país a otro sin movernos.» Michael ha vivido en cuatro países distintos durante su vida.

Unos aquí, unos allí. La Barcelona que conocemos también está llena de historias. Las tardes de Teresa, protagonista ecuatoriana del corto de Alba Molas, es un ejemplo cotidiano de ello: una mujer que intenta seguir adelante haciendo de mujer de la limpieza y cuidando al hijo de una familia. Los “Primers dies” del paquistaní Ahmad (un cortometraje de los alumnos de acogida del Instituto Milà i Fontanals) es un reflejo de lo que se vive cuando acabas de llegar a Barcelona. En voz propia, y basado en experiencias reales. Un viaje en solitario que muestra cómo es el descubrimiento de una nueva ciudad. Y también Paquistán es el origen protagonista de “Ashgbar, diario ambulante”, de Violeta Blasco, un retrato documental sobre unos paquistaníes que venden souvenirs en el Parc Güell: «Quería hablar de aquella cara olvidada de la ciudad de Barcelona, que bajo un presunto cosmopolitismo oculta una marginalidad evidente.» Y de márgenes, y cambios sociales, habla “Encajados”, de Albert Bougleux, retratos diversos de algunos de los vecinos del barrio de la Ribera, en Montcada i Reixac, un barrio obrero marcado por una heterogénea y conflictiva identidad migratoria. Aparte de esto, la inmigración africana adquiere un papel muy relevante en 9 dies, de Imma Gandia y David Castro, «un retrato documental que establece una comparativa entre el totalitarismo que describe Hanna Arendt en Los orígenes del totalitarismo y determinados comportamientos sociales, de hoy, hacia la inmigración de los países del Sur». A partir de conversaciones con Josufa No, que causaron un gran impacto a los dos directores, el corto documental muestra la marginación más cruda, incomprensible y difícil. El sufrimiento de muchos recién llegados y el día a día de una inmigración mucho menos que afable.

Y así termina también nuestro viaje, un viaje gigante. Cuando alguien dice «Estoy fuera de casa» hay muchas cosas, muchas historias, aún por explicar. Fin del trayecto. Recordad que podréis ver los nueve cortos ganadores en las sesiones de Gandules’14 – Gas Natural Fenosa. Cada película programada irá precedida de un corto.

MIRA Lab, tres días dedicados a la investigación y la formación en tecnología y artes visuales en directo

11 de noviembre de 2013 No Comments

© Arnau Dalmases

Tanto las artes visuales como los acontecimientos en directo buscan nuevas formas de expresión, interacción y exposición, y han encontrado en la tecnología (de proyección, generación o interactividad) un perfecto aliado para crear nuevos espectáculos y dimensiones en el arte visual. En este nuevo contexto cultural y artístico, donde el new media está permanentemente presente, el MIRA Festival apuesta en su tercera edición por la creación del MIRA Lab, un acontecimiento internacional dedicado exclusivamente a la investigación y la formación en tecnología y artes visuales en directo, que reunirá, del 14 al 16 de noviembre en el CCCB artistas, desarrolladores y colectivos nacionales e internacionales especializados en este ámbito.

Oriol Pastor, director del MIRA Festival, señala que el MIRA Lab cumple la función de difusión y de conocimiento: «explicar el cómo y el porqué, el proceso de muchos proyectos audiovisuales y artísticos». Dirigido tanto a profesionales como a neófitos, el MIRA Lab nace «con la finalidad de romper las barreras y aumentar el interés por disciplinas como el mapping, la programación creativa y la interactividad».

© Ceci Fimia

9 talleres, 3 conferencias, 3 debates, 2 espectáculos AV, proyecciones, presentaciones y competiciones, y un Espacio Hack de networking conforman la primera edición del MIRA Lab, la apuesta del MIRA 2013 para promover el intercambio de conocimientos entre todos los agentes implicados en la industria creativa y el new media. Aprender, mostrar y compartir la fusión entre el arte y la tecnología en un acontecimiento internacional que fomenta la transversalidad de los participantes y los encuentros cara a cara, que pone el énfasis en el proceso y que apuesta por la creatividad a través de actividades innovadoras.

El MIRA Lab «busca diferenciarse de otros festivales de new media de Barcelona y Cataluña no sólo en la temática, sino también en el formato. Crea durante tres días un espacio de reunión y difusión para todo el sector de las artes visuales, la tecnología creativa y los nuevos medios en el centro de Barcelona». David Domingo, codirector de este nuevo acontecimiento, explica también que el MIRA Lab «cubre diversas temáticas, abiertas a público de todo tipo: desde los desarrolladores más expertos que buscan una formación avanzada o los artistas que quieren enseñar su obra, a agencias y empresas que quieren descubrir nuevas tendencias, y también público general que quiere conocer un poco más sobre estas disciplinas».

Las actividades de cada jornada corresponden a una temática diferente:

  • Jueves 14 de noviembre: Espacio y proyección
  • Viernes 15 de noviembre: Programación creativa
  • Sábado 16 de noviembre: Interactividad

© Albert Miralles Gabarró

Philippe Chaurand (creador del software Millumin), Yannick Jacquet (artista de AntiVJ), Ewelina Aleksandrowicz y Andrzej Wojta (Pussykrew), Luca Carrubba (Esterotips), Miguel Espada y Juan Santacruz (Espadaysantacruz), Eloi Maduell (Playmodes), Arturo Castro (OpenFrameworks), Kike Ramírez (vjspain), Fausto Morales (Slidemedia Lab), Alex Posada (MID), Jaume Sánchez (Clicktorelease), Juan Coll (Mediaflow), Santi Vilanova (Playmodes), Oriol Pastor (Telenoika), Daniel Gonzalez y Luis Sanz, y los colectivos vjspain, SENSE, Telenoika, Dorkbot, Visual Brasil y 9ard. En total, más de 25 expertos, artistas, desarrolladores y colectivos nacionales e internacionales especializados en tecnología y artes visuales. David Domingo destaca que «hay muchas tecnologías disruptivas que están transformando las artes visuales (como antes lo han hecho con la música) y el MIRA Lab ofrece un espacio para aprender, descubrir y debatir sobre ellas desde diferentes puntos de vista».

Con el objetivo de promocionar y difundir las diferentes disciplinas relacionadas con la experimentación de las artes visuales y la tecnología, MIRA Lab  también programa el jueves 14 en la Sala Teatro del CCCB dos espectáculos abiertos al público con Electronic Performers, que presenta Trinity, y NOBU_LAB (Paola Roberti, Manfredi Borseti y Andrea Giomi), que presenta IN-STRUCTURE/MOOGGER FOGGE. En ellos se busca crear experiencias exclusivas y la tecnología avanzada permite la innovación en los formatos y en la relación entre público y artista. Las proyecciones y el Espacio Hack también son áreas que el MIRA Lab abre al público.

El MIRA Festival, Music & Visual Arts Festival celebra su tercera edición con la voluntad de involucrar diferentes espacios de la ciudad con un único objetivo: «transformar Barcelona en la capital de las Artes Visuales», afirma Oriol Pastor. Tres días de investigación, conciertos, exhibiciones, instalaciones y proyectos visuales en tres espacios diferentes: CCCB (MIRA Lab), Fabra i Coats (MIRA) y Razzmatazz (MIRA Club).

Podéis consultar la programación por días del Mira Lab aquí.

“No tocar, por favor”: Nuevo capítulo de Soy Cámara. El programa del CCCB

15 de octubre de 2013 No Comments

Nos preguntamos por ese lugar que lleva ahí tanto tiempo, por ese edificio que provoca tanto trajín de personas. Nos preguntamos por el museo, por su sentido, por sus normas. Parece que la frase “no tocar, por favor” es la letanía que todavía resuena en ese espacio y nos preguntamos por qué es así y si va a sonar siempre igual.

El programa del CCCB “Soy Cámara”, que bajo el título “No tocar, por favor” se emite  el sábado 19 de octubre en La 2 de TVE, intenta explorar la relación entre el público y el museo para comprender cómo se despliega la autoridad cultural, pero también cómo se establece una desobediencia, una disidencia cultural.

Cuando cogemos una obra de arte de un museo y la situamos en un contexto descodificado artísticamente, la respuesta hacia esa imagen u objeto es del todo diferente de la que habitualmente se desarrolla en el museo. Así, el museo se convierte en un espacio de tensión institucional, en el que los movimientos, las normas y las formas se amalgaman bajo una liturgia cultural que nos afecta. Observar esas afecciones de la cultura resulta conmovedor.

No tocar, por favor” toma como punto de partida el registro de incidencias del Museo Artium de Vitoria-Gasteiz, recogido por su personal de seguridad entre 2003 y 2012, para tratar actitudes iconoclastas e idolátricas, recoge opiniones diversas (historiadores, artistas, personal de seguridad e individuos) y nos cuenta por qué hay gente que se enfada en un museo.

Capítulo completo

Ficha del capítulo

Guión y dirección: Jorge Luís Marzo y Arturo «Fito» Rodríguez

Realizador: Juan Carlos Rodríguez

Sábado 19 de octubre a la 1h30’ en La 2 de TVE

Soy Cámara. El programa del CCCB. Capítulo 31

No tocar, por favor, 30’

El CCCB en televisión. Nueva temporada de Soy cámara

7 de octubre de 2013 No Comments

Después del intermedio estival, empezamos este mes de octubre la nueva temporada del programa para televisión «Soy cámara. El programa del CCCB», que se emite en La 2 de TVE.

Volvemos con nuevos temas y cambios en el calendario de emisión. A partir de este mes, el programa pasa a emitirse los sábados por la noche, un cambio deseado porque creemos que, por su especial carácter, se mueve mejor en esta franja horaria, aunque la hora concedida por TVE, la 1.30 de la madrugada, no estamos muy seguros si excede los límites de nocturnidad de nuestro público. ¡En fin! Todos los que optáis por acostaros y levantaros temprano, tenéis la reemisión el lunes siguiente a las 8 de la mañana y, a los que no os gusten los horarios, siempre lo podréis ver en la web de RTVE y en la del CCCB.

El primer capítulo se emite el 19 de octubre bajo el título «No tocar, por favor» y trata de la relación que se establece entre el público y la contemplación de una obra de arte expuesta en el museo. De cómo se ha creado un ritual específico, convertido en norma estricta que provoca y desata en algunos visitantes una pasión por la desobediencia, espontánea o premeditada en algunos casos, como se puede ver en el programa.

En noviembre realizamos un viaje introspectivo por el estudio del artista, revisitando los tópicos asentados en el siglo XIX y que dibujan espacios incompatibles con las nuevas prácticas. El programa visita los talleres de Joan Brossa, Francesc Subarroca, Francis Bacon y Dora García, entre otros.

Para finalizar el año, en diciembre, hemos realizado un capítulo a partir de las obras teatrales producidas conjuntamente con el GREC el pasado mes de julio. Exploramos las nuevas dramaturgias, las actuales experiencias de participación con el público y comprobamos que no hay una única tendencia teatral, a través de entrevistas a directores y creadores como Ivo van Hove, Ernesto Collado, Iván Morales y Roger Bernat.

Y como ya sabéis los fieles seguidores del programa, siguiendo nuestra línea, todos los temas quedan abiertos a vuestra reflexión que nos podéis hacer llegar a través de #SoyCámara en nuestra cuenta de Twitter @cececebe.

Y si queréis ver alguno de los treinta capítulos anteriores os podéis dirigir aquí: http://www.cccb.org/ca/marc-soy_cmara-34794

CALENDARIO DE EMISIONES

No tocar, por favor – Sábado 19 de octubre a la 1.30 h de la madrugada (reemisión lunes 21)

Estudios de artista – Sábado 23 noviembre a la 1.30 h de la madrugada (reemisión lunes 25)

Querido público – Sábado 21 de diciembre a la 1.30 h de la madrugada (reemisión lunes 23)

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