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La paradoja de nuestra cultura alimentaria

6 de noviembre de 2012 No Comments

Después de 3 semanas de debate, nos acercamos a la última sesión del ciclo “Alimentar el mundo”. Estas semanas hemos hablado de los mecanismos actuales de la seguridad alimentaria, de la necesidad de preservar la biodiversidad agrícola para proteger nuestra alimentación y del rol de las biotecnologías alimentarias en un futuro en el que la población de la tierra rondará los 9.000 millones de personas .

Alimentació és cultura alimentària. "Banquet nupcial" (1567) de Pieter Brueghel El Vell

La última sesión de este ciclo lo hemos querido dedicar a la perspectiva que se da del mundo de la alimentación desde la antropología. Porque si bien la alimentación tiene que ver con cultivos, con tecnología y con normas de seguridad, finalmente es, sobre todo, un poderoso elemento en torno al cual se ha estructurado la vida de las comunidades humanas. Alimentación significa cultura alimentaria. Por eso queremos cerrar este ciclo con una mirada antropológica sobre cómo nos alimentamos hoy. Y tenemos la suerte de poder contar para esta sesión con dos personas que han dedicado su vida a estas cuestiones: Jesús Contreras, catedrático de Antropología de la Universidad de Barcelona experto en antropología de la alimentación, y Toni Massanés, director de la Fundación Alicia, centro dedicado a la innovación tecnológica en cocina, la mejora de los hábitos alimentarios ya la valoración del patrimonio agroalimentario.

Os avanzamos algunos detalles de la conferencia de Jesús Contreras y os esperamos el próximo jueves, 8 de noviembre, a las 19:30 h:

Família alemanya amb els seus aliments habituals, fotografia del projecte "Hungry Planet", de Peter Menzel i Faith D’Aluisio

“El presente del consumo alimentario en los países más industrializados parece caracterizarse por una importante paradoja. Por un lado, existe una oferta pletórica de alimentos que permite unas enormes posibilidades de opción. Además, a lo largo de todo el siglo XX, la esperanza de vida al nacer se ha más que doblado. Asimismo, el conocimiento científico sobre los alimentos y sobre sus efectos en la biología humana son hoy más grandes y más precisos que nunca como lo es, también, la preocupación por la seguridad alimentaria y los medios empleados para conseguirla. Por otro lado, sin embargo, aparentemente, la preocupación de los ciudadanos sobre los alimentos que consumen es, también, mayor que nunca y es del todo pertinente preguntarnos “¿qué podemos comer sin miedo?”. Plantear esta paradoja y explicar las diferentes razones que permitan comprenderla son los objetivos de esta charla. “

Alimentación y superpoblación: los retos de la agricultura del futuro

30 de octubre de 2012 2 Comments

Stefano Padulosi, el ponente de esta semana en el debate “Alimentar el mundo”, nos explicó en qué consiste la biodiversidad agrícola y por qué es tan importante trabajar para su conservación. Son muy pocas las especies de alimentos (plantas y animales) en los que se basa actualmente la mayor parte de la alimentación mundial y, lo que es más peligroso, cada vez hay menos variedad dentro de estas especies, porque el mercado y la agricultura industrializada tienden a homogeneizar los cultivos. Esta desaparición de la biodiversidad de nuestros cultivos nos hace más vulnerables a la hora de poder hacer frente a crisis alimentarias, que cada vez son más frecuentes debido a la aceleración del cambio climático. Cada variedad tiene propiedades que la hacen más resistente a determinadas situaciones, climas y entornos, y por tanto, proteger la variedad agrícola nos permitiría adaptarnos mejor ante la incertidumbre de las condiciones futuras.

Com ha de ser l'agricultura del futur per poder alimentar a tothom?

Sin embargo, los retos de la alimentación en el futuro no sólo tienen que ver con el cambio climático, sino también con otro factor importante: el crecimiento de la población mundial. El debate sobre la posibilidad de alimentar a todos en un futuro es abierto y polémico. Hay expertos que aseguran que el problema no es la cantidad de alimento disponible sino su mala distribución, la disparidad de precios y, en general, las condiciones de un mercado que se ha vuelto global y que está dominado por grandes multinacionales.  Así, por ejemplo, muchos países que son grandes productores agrícolas se ven obligados a importar alimentos de primera necesidad debido a que sus producciones se dirigen a un mercado global, pero no llegan a los consumidores locales. Otras voces, sin embargo, sostienen que es inviable en las condiciones actuales poder producir alimentos para todos. Si no se encuentran maneras de intensificar y aumentar las producciones agrícolas, no habrá manera de abastecer las necesidades alimentarias en un futuro inmediato. Los que mantienen esta postura creen que las producciones agrícolas del futuro tendrán que depender en mucha mayor medida del progreso de las biotecnologías, que permiten elaborar cultivos genéticamente modificados de manera que sean más productivos, más nutritivos o más adaptados a determinadas condiciones climáticas.

Esta es la postura de nuestro próximo invitado, Wilhem Gruissem, catedrático de Biología de Plantas del Swiss Federal Institute of Technology de Zurich. Os adjuntamos un resumen de su conferencia y le invitamos a venir a un debate que, sin duda, será polémico:

Quin ha de ser el rol de les biotecnologies en una alimentació sostenible?

“Las proyecciones más recientes de las Naciones Unidas esperan que la población mundial llegue a 9.000 millones de personas en 2050. Para proveer suficiente comida para toda esta gente se debería incrementar la producción de los cultivos en un 50%. Las áreas de producción agrícola en uso están prácticamente en su límite y, sin embargo, hay que mejorar de manera significativa la producción de nuestros cultivos principales. Maíz, trigo, arroz, patata y mandioca son ricos en almidón y conjuntamente representan más del 85% de las calorías de carbohidratos que se consumen en todo el mundo. Las personas para las cuales estos cultivos son sus alimentos básicos a menudo sufren malnutrición porque las semillas, los tubérculos y las raíces de estas plantas no contienen suficientes vitaminas y minerales, como el hierro, para una dieta saludable. Pero, ¿sería posible conseguir la producción agrícola y las mejoras nutritivas que necesitamos con los actuales métodos de crecimiento y germoplasma en las condiciones de rápido cambio climático y usando métodos de producción agrícola sostenible? Para hacer frente a los retos del aumento de la población también debemos cambiar radicalmente la manera de hacer crecer nuestros cultivos. Las biotecnologías de plantas pueden hacer una importante contribución para alcanzar este objetivo. Pero esto también requiere una mejor educación de los consumidores y una mejor aceptación de los métodos modernos de crecimiento, incluyendo la tecnología genética, para poder asegurar una seguridad alimentaria sostenible para las futuras generaciones. “

Os esperamos para hablar de estas cuestiones el próximo lunes 5 de noviembre a las 19:30 h.

Debate en Twitter: #Alimentarelmón

Nuestro pan de cada día

16 de octubre de 2012 No Comments

Abrir la nevera y escoger unas verduras para la cena, o pasar por el supermercado y hacer la compra de la semana, o observar  los puestos de pescado en el mercado y decidir cual tiene mejor aspecto, o escoger unas golosinas sabiendo que son todo química… Hoy ninguna de estas situaciones cotidianas está exenta de cierto ruido de fondo: ¿Es bueno lo que comemos? ¿Podríamos comer mejor? ¿A quién escuchar cuando se trata de decidir sobre nuestra alimentación?

Imagen de un supermercado del fotógrafo Andreas Gursky

El mundo de la alimentación ha sufrido profundas transformaciones desde mediados del siglo XX. Con la tecnificación de las formas de producción de los alimentos, en pocos años se pasó de una agricultura y ganadería local, de pequeños productores, a producciones cada vez más intensificadas y deslocalizadas. El resultado de este proceso fue, para empezar, un aumento de los alimentos disponibles y un descenso de su precio, hecho que facilitó a la población el acceso de manera regular a alimentos que hasta entonces eran esporádicos y de lujo. Por primera vez en la historia de los países europeos, la gran mayoría de la población podía alimentarse con aquello que hasta el momento sólo había estado al alcance de pocos.

Pasados los años, nos hemos acostumbrado a esta abundancia y variedad en los alimentos disponibles, pero también aparecen dudas respecto a sus formas de producción y a la seguridad que nos ofrecen. La distancia entre productor y consumidor se ha multiplicado, de manera que cada vez nos resulta más inaccesible saber qué comemos. El mundo de la alimentación y la tecnificación que lo acompaña son complejos y es difícil para los no expertos interpretar las informaciones que nos llegan. Pesticidas, químicos, antibióticos, conservantes… y muchas otras palabras aparecen cuando hablamos de alimentación y despiertan nuestra inquietud, sin que sepamos muy bien a quien hacer caso. Por un lado, las autoridades responsables aseguran que nunca hemos comido productos tan seguros como los de ahora; por el otro, la aparición de casos de intoxicación, enfermedades o efectos secundarios de determinados productos (desde las vacas locas hasta, más recientemente, el caso de los pepinos intoxicados con la bacteria E. coli en Alemania) generan importantes crisis de confianza sobre nuestro sistema alimentario.

Los pesticidas agrícolas están en el centro de las polémicas alimentarias

Además, la sofisticación del mundo de la producción alimentaria no deja de avanzar. Hoy, el gran progreso de las biotecnologías hace que se pueda intervenir a unos niveles sin precedentes a la hora de producir alimentos. Las semillas de cultivos modificados transgénicamente, para poner un ejemplo por todos conocido, han estado en el centro del debate los últimos años, sin que podamos tener una conclusión clara de sus beneficios o perjuicios. Pero, más allá de si pueden existir efectos perjudiciales de su uso sobre nuestra salud (algo todavía no demostrado), es evidente que las consecuencias políticas y sociales de la extensión de los cultivos transgénicos en grandes áreas del mundo está produciendo un profundo impacto en las comunidades campesinas y en la biodiversidad agrícola.

Hoy, alimentarse se ha convertido en una necesidad cotidiana que oscila entre la sobreabundancia y la inseguridad, y no está exenta de connotaciones sociales, políticas y medioambientales. Un gesto sencillo que, sin embargo, genera dudas.

Para hablar de todas estas cuestiones, el CCCB y B·Debate organizan el ciclo de conferencias “Alimentar el mundo. Seguridad y sostenibilidad en la producción global de alimentos” que tendrá lugar del 22 de octubre al 8 de noviembre en el CCCB. Contaremos con la participación de expertos del mundo de la alimentación que nos hablarán de seguridad alimentaria (Andreu Palou y Pere Puigdomènech), de biodiversidad agrícola (Stefano Padulosi y Enric I. Canela), de biotecnologías (Wilhem Gruissem y Pere Arús) y de cómo es hoy nuestra cultura alimentaria (Jesús Contreras y Toni Massanés).

Os invitamos a asistir y esperamos que con este debate, que no estará libre de polémicas, podamos saber un poco mejor de qué está hecho nuestro pan de cada día.

Bodegón mural de la casa Julia Felix, Pompeya

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