BCNmp7: La edición 2013

19 de febrero de 2014 No Comments

El BCNmp7. Músicas en proceso es un ciclo musical estable que nace en 2006 con la voluntad de subrayar la especificidad musical de Barcelona, sin olvidar los intensos vasos comunicantes entre ciudades, regiones y tendencias globales. Sobre el proyecto puede recuperarse el post que realizamos anunciando la programación de 2013.

El año pasado, hubo dos grandes novedades dentro del ciclo: en primer lugar, pusimos en marcha un twitter de las actividades musicales del CCCB (@CCCBmusica) y, en segundo lugar, se abrió la propuesta a nuevos programadores para la ocasión, dejando a A Viva Veu, Àlex Gómez-Font y Lluís Nacenta la articulación de los contenidos de las sesiones, programadores que trabajan en ámbitos musicales muy diferentes para públicos no homogéneos.

Las cinco sesiones giraron en torno a cinco temas: Prescriptores (A Viva Veu), Música analógica (A Viva Veu), El rock progresivo de los setenta en la Península (Àlex Gómez-Font), Cultura de Clubes (A Viva Veu) y Minimacción (Lluís Nacenta).

La sesión de Prescriptores (A Viva Veu) abordó un tema muy vigente: ¿cómo se orientan los productores y consumidores musicales a través de la avalancha de información musical que puebla la red? La pregunta se ilustró con un debate protagonizado por Isaac Marcet (Playground), Andy Votel y Brian Shimkovitz y moderado por Carles Novelles (Scanner FM, Red Bull Music Academy, Radio 3) y se pudieron ver los directos de Andy Votel y Brian Shimkovitz (era la primera vez que venía a Barcelona), dos importantes «prescriptores» musicales a nivel internacional.

Andy Votel © Miquel Taverna

La sesión de Música Analógica (A Viva Veu) quiso poner de relieve a aquellos músicos que, en vez de aprovechar las facilidades que nos brindan las herramientas de producción musical digital, siguen siendo fieles a los métodos de producción analógica, prestando mayor atención a cómo se genera el sonido, la música, que en el solo hecho de generarla. El público pudo asistir a las actuaciones de Zombie Zombie, un grupo francés de synth-pop secuenciado con sintetizadores y que, en sus actuaciones en directo, hacen uso de aparatos e instrumentos musicales vintage; Akron, amante de las bandas sonoras de películas olvidadas y la library music, que se estrenaba en el escenario, y, por último, Diego Garcia, un ingeniero informático que se construye sus propios aparatos electrónicos y que, con una puesta en escena retrofuturista (por las máquinas, no por el personaje), interpretó su música progresiva, electrónica, primitiva, arraigada en los años setenta.

Akron © Miquel Taverna

Precisamente fue la tercera sesión en que se desplegó el rock progresivo de los setenta en la Península. La sesión la programó Àlex Gómez-Font, la persona que se ha dedicado más a estudiar este período y contexto musical y que logró, para la ocasión, reunir a la mítica banda Máquina! (una parte de la misma), que hizo un repertorio clásico de la época acompañada por la banda Asimètric. El público, con un promedio de edad superior al normal, no podía permanecer quieto en sus sillas escuchando los hits de su época. La sesión recuperó, asimismo, a otro de los protagonistas de la época, el multifacético Toti Soler, que interpretó La guitarra catalana, el concierto que recoge algunas de sus obras que más prestigio le han reportado por la renovación musical que supusieron. Para cerrar la premisa de Àlex Gómez-Font («hay vida más allá de la Nova Cançó»), el propio programador mantuvo un debate con el periodista Karles Torra, con el fin de adentrarnos en el contexto social y musical de la época.

Toti Soler i Arnau Figueres © Miquel Taverna

La cuarta sesión, programada por A Viva Veu, puso sobre la mesa el innegable revival que se vive de la Cultura de Clubes, no solo con motivo del libro dedicado a Sideral o el documental dedicado al Nitsa; el auge de la «cultura musical de festivales» ha hecho evidente la necesidad de recuperar algunos contextos de recepción musical en que la experiencia pueda rehuir la masa, el repertorio ilimitado de artistas y la interferencia permanente. Estos espacios son los clásicos clubes, origen de la música electrónica, y algunos de ellos crearon un auténtico «escenario» musical en Barcelona. Para recordarlo, los programadores solicitaron a gente vinculada con la música que lo había vivido en primera persona (como Javier Blánquez, Albert Guijarro, Miqui Puig, Frankie Pizá, entre otros) que escribieran un texto, recogido en un fanzine que se repartió, gratuitamente, durante la sesión. Las actuaciones musicales fueron a cargo de Headbirds (Barcelona) y el esperado Dean Blunt, músico de Nueva York, personaje enigmático, misántropo explícito y, en la actualidad, el foco de atención de muchos aficionados a este tipo de música. Blunt estrenó formación para el concierto.

Dean Blunt © Miquel Taverna

Por último, cerró el ciclo una sesión titulada «MinimAcción», programada por Lluís Nacenta. Esta sesión, como la anterior, tendía un puente entre un pasado inmediato, en este caso la música minimalista anglosajona de Steve Reich, con la de Roger Goula (compositor afincado en Londres), pasando por el filtro de los músicos de Experimental Funktion (Vera Martínez Mehner y Jonathan Brown del Quartet Casals, junto con la violoncelista Erica Wise y Elena Rey). El cuarteto, tras un debate introductorio que ayudó a la gente a entender mejor esta corriente musical, interpretó Different Trains de Steve Reich y Asteroseismology, la pieza que Roger Goula compuso para la ocasión en una première mundial como respuesta a la obra de Reich. El público, también renovado, pudo disfrutar del impactante directo de unos intérpretes inmejorables.

Experimental Funktion © Miquel Taverna

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