El gran puzle de Martin Parr

29 de mayo de 2012 1 Comment

Martin Parr (1952) se ha convertido con el tiempo en uno de los fotógrafos más reconocidos, populares e influyentes de su generación. La obra aparentemente desenfadada, los colores brillantes, los temas e imágenes accesibles y la «promiscuidad» de géneros e intereses, le han convertido en un referente indiscutible, tanto en el mundo de la fotografía documental como en el de la artística.

Parr se considera a sí mismo como un «fotógrafo documental», género al que se siente más cercano, puesto que su motivación proviene del afán de «documentar, entender e interpretar, a través de la fotografía, lo que pasa en el mundo en la actualidad», y es miembro desde 1994 (y no sin una gran polémica inicial) de la Agencia Magnum, una de las sedes de la elite mundial del fotoperiodismo.

Sin embargo, a mediados de los años noventa, Martin Parr adquirió también una gran celebridad y comercialidad a nivel internacional, fruto de su buen trabajo editorial y expositivo, y en la actualidad está representado por varias galerías de todo el planeta: «creo que uno puede formar parte de mundos diferentes: del mundo del arte, del de la fotografía, del comercial, del editorial… Me interesa ese aspecto que hace referencia a la capacidad democrática de la fotografía. Por ejemplo, siempre me ha gustado la idea de hacer una foto que pueda funcionar a distintos niveles, en función del contexto en que se contemple o se lea.»

Con una obra aceptada tanto en el mundo periodístico como en el artístico, Parr es también persona de variados intereses que le han llevado a ejercer en numerosas ocasiones de comisario (en los Rencontres de Arles de 2011, por ejemplo), de autor, de editor y sobre todo de coleccionista, una de sus pasiones.

Parr posee una extraordinaria y extensa colección de libros de fotografía, catálogos, postales, originales fotográficos y una gran cantidad de bibelots o souvenirs turísticos hallados en sus viajes por todo el mundo. Considera, asimismo, que la fotografía es también una forma de coleccionar, ya que «intentas dar sentido al mundo acumulando imágenes que después conformarán un proyecto, y este pasará a formar parte del gran rompecabezas de tu obra». Su motivación como coleccionista es también que el Estado británico se acabe haciendo cargo de su colección para abrirla al público y este hecho contribuye a mejorar el estatus de la fotografía en el Reino Unido, una de sus preocupaciones.

La obra de Martin Parr no es nostálgica, a él no le interesa fotografiar el pasado o lo que está a punto de desaparecer o se sitúa en los márgenes de la escala social, sino que apuesta decididamente por el presente y considera que su responsabilidad como fotógrafo es intentar reflexionar acerca de cómo podemos representar el mundo que se está desarrollando delante nuestro a gran velocidad. Hay que intentar pensar en cuál es el valor de las cosas que nos rodean y documentarlas, fotografiarlas aunque nos resulten aparentemente banales o anodinas, o por eso mismo, puesto que van a cambiar de una forma impensable en un margen de veinte o treinta años (¿quién recuerda hoy, por ejemplo, los primeros teléfonos móviles gigantescos?)

Parr se propone, al mismo tiempo, descifrar los rituales modernos y los códigos sociales actuales pero según una regla especialmente subversiva: «la lucidez es inseparable del humor». Así, se centra en una temática popular y fácilmente comprensible: el turismo de masas, el consumismo desenfrenado, la clase media, el tiempo de ocio y el aburrimiento, el lujo, etc., tratándola con un gran espíritu crítico e irónico, consciente de su complejidad, pero también con cierta neutralidad mordaz que hace que sus fotografías nos resulten a menudo divertidas, incisivas, incluso ligeramente repulsivas y crueles a veces, pero también reveladoras de algún estado de las cosas actual.

El catálogo de la exposición

Estas cuestiones se abordan todas ellas en el catálogo de la exposición que presentamos en el CCCB y que se articula en torno a la relación entre la fotografía y el coleccionismo, mostrando algunas de las imágenes más conocidas de Parr (y algunas de nueva creación encargadas para esta exposición), así como algunas de las postales y los objetos, mucho menos conocidos, de su colección de souvenirs y bibelots.

Se trata de una colección, la suya, que se confronta a la de otro coleccionista (artista, editor y comisario) malagueño, Juanjo Fuertes, quien, como Parr, es un gran acumulador ecléctico de objetos artísticos o banales variados y a menudo freaks.

Dos ensayos de los especialistas Juan Pablo Wert Ortega (comisario de esta exposición) y de Horacio Fernández (profesor de historia de la fotografía en la Universidad de Castilla-La Mancha, crítico de arte y comisario) analizan en el catálogo esa feliz relación entre la fotografía y el coleccionismo.

Y sigue una selección de imágenes de Parr pertenecientes a series distintas (Self-portrait, Think of England, Mexico, Common Sense, Luxury y sobre todo Small World), pero que tienen al turismo de masas como eje temático: «me encanta fotografiar a los turistas, el turismo es una de las mayores industrias del mundo. Nadie se escapa del turismo. Es evidente que el aspecto que me interesa explorar de forma constante es la diferencia existente entre la mitología del lugar y su realidad».

De entre las series de imágenes que pueden verse en el catálogo, la de autorretratos es la que presenta un material más desconocido e incluso incluye dos fotografías inéditas realizadas en Barcelona el pasado mes de abril.

La serie es un work in progress y el resultado de dejarse retratar por todos los fotógrafos de estudio y de calle o por todos los dispositivos fotográficos que ha ido encontrando Martin Parr a lo largo de sus numerosos viajes. Con un semblante siempre serio, mirando casi siempre directamente al objetivo y manteniendo una postura asimismo rígida, Parr no solo documenta con humor su lento pero inexorable declive físico, sino que muestra el paso (y las diferencias de técnicas) de la fotografía analógica a la digital.

Su aproximación autoirónica no olvida un acercamiento más sociológico y crítico sobre este fenómeno del turismo globalizado que él documenta, pero sobre todo pone de manifiesto, más que cualquier otra serie suya, que él «es parte implicada» de lo que está criticando, que él también es un turista «y un gran hipócrita», como dice él mismo también irónicamente, «ya que mi trabajo es parte de lo que denuncio».

El catálogo incluye, además, una serie inédita de quince imágenes de nueva creación sobre Barcelona realizadas el pasado abril en los lugares más turísticos de la ciudad (el Park Güell, la Sagrada Familia, el campo y el Museo del Barça, la Casa Batlló…) y que es fruto de un encargo del CCCB a Martin Parr con motivo de esta exposición. De nuevo encontramos los tópicos, las masas que te impiden ver el lugar que visitas, los gestos repetidos de miles de turistas que acumulan imágenes en sus cámaras…

Cierra el libro el apartado dedicado propiamente a las colecciones de Martin Parr y Juanjo Fuentes. Imágenes de los bibelots políticos de Parr (cerámicas de Margaret Tatcher, alfombras de las torres gemelas, figuritas de Sadam, etc.), que conviven con otra serie de quince fotografías de nueva creación realizadas por el fotógrafo dentro de la casa de Juanjo Fuertes en Málaga.

«Intento dar a las cosas que hago un contexto más amplio. Todo son piezas de un gran rompecabezas… cada nuevo trabajo es una nueva pieza de ese rompecabezas. Intento crear una panorámica amplia. He tratado de pensar las cosas a gran escala y ser muy selectivo con los temas que elijo, empezando por el Reino Unido y trabajando después a nivel global. Todavía armo el rompecabezas y lo continuaré hasta que ya no sea capaz de sacar fotos.»

(Souvenir. Martin Parr, fotografia i col·leccionisme, CCCB, Barcelona 2012, 176 pág., textos en catalán con traducción castellana e inglesa. A la venta en la Llibreria Laie CCCB, PVP 15 €)

Referencias:

Martin Parr por Martin Parr. Un diálogo con Quentin Bajac, La Fábrica editorial, Madrid 2010.

→«Martin Parr», Contacts (sur une idée de William Klein), Arte France, Ks Visions, Le Jeu de Paume, 2001-2004, cofre de tres DVD, nº 3.

Comentaris
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