El Premio Nobel participó en la edición 2004 de Kosmopolis
En la edición 2004 de Kosmopolis, el CCCB contó con la presencia de quien recientemente ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010: el peruano Mario Vargas Llosa. Su nombre se suma al de otros premiados con la máxima distinción de las letras, como Gao Xingjian o J. M. Coetzee, cuyas palabras también pudo oírse en esta fiesta de la literatura.
Vargas Llosa participó en el programa de charlas “Guerra y paz”, una serie de debates que trataron los conflictos bélicos (pero también la “guerra psíquica”, la “guerra interminable” o la “guerra de textos”) desde muy diversos puntos de vista. El de Mario Vargas Llosa fue uno de los discursos de una jornada que ahora, seis años más tarde, se ve algo lejana, pero cuyas palabras, sin embargo, siguen teniendo la misma vigencia.
Porque Mario Vargas Llosa habló de las guerras del siglo XXI y, en concreto, de la guerra de Irak, una guerra que, a pesar de que en un principio le desagradó, luego justificó porque, en su opinión, la caída de Saddam Hussein había sido la mayor noticia que los irakíes habían recibido en mucho tiempo. La consecuencia de este hecho, sin embargo, fue “la aparición de los terroristas suicidas, cuya principal obsesión es la lucha antinorteamericana”, algo que, para este escritor, debe evitarse a toda costa. Y es que según Vargas Llosa, “el antinorteamericanismo es la única ideología que subsiste en este siglo”, y es un sentimiento peligroso “porque puede llegar a demorar y frustrar la empresa más ambiciosa políticamente hablando del siglo XX: la construcción de Europa”. Porque, en palabras del Premio Nobel, Europa nunca será completa sin Gran Bretaña, y Gran Bretaña nunca se unirá al antinorteamericanismo, pues es el nexo entre Europa y Estados Unidos.
