En 2003 Los archivos Departamentales de Ain, en Francia, pusieron sus fondos digitalizados en la sala de consulta de la institución y crearon una herramienta que permitió a los investigadores “describir” imágenes y documentos.
Esta iniciativa, al principio, tuvo poco éxito entre los usuarios que frecuentaban el centro. Los pocos investigadores que respondieron a la llamada y una persona contratada durante un año lograron, en 2006, tener indexadas apenas 130.000 imágenes de un total de 2 millones.
Este trabajo previo permitió, en 2007, abrir el archivo a Internet con la intención de hacerlo accesible y buscar la colaboración de los internautas que indexaran nuevos documentos.
Los responsables del archivo establecieron un protocolo a seguir: el registro de un usuario incluía un test de paleografía para evaluar su pericia. Una vez registrado, se le asignaban los lotes a indexar en función de las capacidades y preferencias de cada colaborador, pactando las etiquetas a utilizar. Un administrador controlaba el primero de los lotes indexados por cada colaborador. Los internautas también podían reportar los errores que se detectaran.
El balance supera todas las expectativas: los colaboradores registrados han indexado gran parte de los documentos y el proyecto se ha abierto a nuevos fondos. El índice de errores de indexación es muy bajo, acreditando la fiabilidad del sistema. Y se han creado redes de colaboradores con intereses comunes fidelizándolos en comunidades de conocimiento.
Al otro lado del Atlántico, en el Museo de Dallas, encontramos un proyecto de “Social tagging” enfocado desde una perspectiva distinta. En este caso, los responsables del museo piden a los internautas que etiqueten diez obras de arte, con el objetivo de determinar cuáles son las folksonomías de uso social más frecuente. De esta manera buscan un patrón para etiquetar sus colecciones, mejorar la clasificación y accesibilidad de los fondos del museo en la Red.El uso de folksonomías en la categorización de archivos online también es una estrategia de identidad cultural.Como ejemplos tenemos Flickr y Del.icio.us, donde las folksonomías son la solución ideal para buscar y compartir contenidos.
¿Conoces más casos de indexación colectiva? ¿Ves viable el uso de las folkosonomías en la indexación de archivos?
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